En el marco del Ciclo de Encuentros organizado por Los Andes, que fue declarado de interés por la Cámara de Diputados, Juan Carlos Rivera, gerente regional del Banco Credicoop Coop. Ltdo, analizó el escenario económico para el próximo año.
- ¿Cómo analiza la marcha del país?
- Vemos con preocupación el crecimiento de la deuda externa con altísimos intereses que incrementan el déficit fiscal. Además la balanza comercial es deficitaria y no se ve en el futuro posibilidades de poder revertirla.
Es preocupante el nivel de importaciones de productos de consumo como los textiles, calzado y juguetes incluso productos alimenticios que se producen en el país, que afecta a numerosas pequeñas y medianas empresas.
La inflación sigue siendo alta a pesar del marco recesivo en que nos encontramos.
-¿Cómo cree que seguirán las medidas pos elecciones?
-Los resultados favorables de las elecciones de octubre llevarán al gobierno a profundizar las medidas de ajuste que fueron postergadas ya que podrían haber afectado el resultado electoral.
Suba de tarifas; los combustibles ya aumentaron a valores superiores a los que se pagan en la región y anunciaron la creación de un nuevo impuesto que acrecentará aun más el precio.
Antes de fin de año llega el aumento de la luz y el gas que no sólo va a perjudicar a los hogares sino que también recaerá sobre numerosas pequeñas y medianas empresas que utilizan grandes cantidades de luz y gas, transformando a muchas de ellas en inviables.
La flexibilización laboral está en marcha. Bajo el pretexto de mayor productividad, va a precarizar el trabajo al igual que está ocurriendo en países con políticas similares como Brasil o España.
Además de la pérdida de derechos seguirá deteriorando el mercado interno de consumo. Además va a desfinanciar el sistema jubilatorio y no es de extrañar que dentro de poco tiempo lo consideren inviable y marchen a privatizar el mismo.
El posible acuerdo con las provincias para bajar los impuestos locales pone en riesgo el presupuesto de salud, educación, vivienda. La reducción de los impuestos a las importaciones de productos electrónicos pone en riesgo a la industria de Tierra del Fuego y 9.600 familias que allí trabajan.
-¿Cómo analiza en base a este escenario a Mendoza?
-Es imposible que a una provincia le vaya bien cuando al país le va mal. Hace pocos días Domingo Cavallo, en un reportaje al diario El País de España, dijo: “Este modelo es muy similar al mío”, al de la década del noventa que termino con la crisis de 2001.
Mendoza sufrirá al igual que el resto del país las consecuencias del neoliberalismo, caída de las ventas, cierre de comercios. En el último año se cerraron 958 locales con las consiguientes pérdidas de empleos. Digamos que la situación podría ser más grave si no fuera que el valor de la uva está en un buen precio producto de la baja del stock de vinos.
Además quedó demostrado con las últimas medidas que el Gobierno nacional sólo tiene la mirada puesta en la Pampa Húmeda. Sólo algunos ejemplos: la primera medida del actual gobierno apenas asumido fue reducir o eliminar las retenciones y una fuerte devaluación siendo el sector productor de granos el más beneficiado.
Esta semana tuvimos dos noticias que confirman esta teoría: impuestos al vino y los espumantes con las consecuencias que llegarán al bodeguero, al productor y al consumidor.
Espero que tanto la oposición como el oficialismo local trabajen en conjunto para revertir esta medida. Por otro lado, con la designación del ministro de Agroindustria en cabeza de la Sociedad Rural Argentina, no quedan dudas hacia dónde pone el foco la política nacional.
-El sector vitivinícola ¿tiene problemas estructurales?
- Sí, por supuesto. Se siguen plantando viñedos de uva criolla, no hay reconversión. Hay pequeñas fincas que no son sustentables. Se necesita planificación seria en este sentido.
Debemos redefinir a la vitivinicultura y organizar un plan en el que se determine qué plantar, dónde, cómo reconvertimos lo que tenemos, etc. Hoy el pequeño productor que no es sustentable debe integrarse en cooperativas para poder bajar sus costos y lograr mejor precio de sus productos.
Es muy distinto el precio que se le paga a un productor de 500 quintales que al que produce 20.000 quintales.
El Estado debe fomentar esta integración. Hay ejemplos en el país y en el mundo. También es responsabilidad del Estado nacional un mayor y mejor trabajo de los agregados comerciales en la difusión de los vinos argentinos.
-¿Cómo Mendoza debería diversificar su matriz productiva?
-Debe haber una discusión seria en conjunto con la sociedad, Estado, sector productivo, universidades, entidades de carácter social y trabajadores, sobre qué provincia queremos construir. Nos debemos eso. Tenemos condiciones formidables en recursos naturales y humanos. Tenemos una de las provincias con mayores universidades.
Debemos seguir desarrollando las actividades básicas de la provincia, pero además intensificar otras como la metalmecánica, el turismo, la industria del software.
En cuanto a la minería no creo en sí o no. A nivel nacional debería darse una reforma de ley de minería. Debemos hacer una reforma en donde se vea a la minería sustentable con otras actividades con las exigencias y controles reales, como es la compatibilidad con los recursos naturales existentes y con otros sectores, como en Chile en donde conviven la minería y la vitivinicultura sin inconvenientes. La sociedad en su conjunto debe definir a la Mendoza del futuro.
-¿Llegarán las inversiones?
-Me conformo que vengan parte de los ahorros de los argentinos en el exterior que, según la fuente, son entre 200 mil millones y 400 mil millones de dólares que tienen alojados en países del Primer Mundo o en los denominados paraísos fiscales.
Lo cierto es que hasta ahora las únicas inversiones que han llegado son las especulativas, vendiendo dólares, comprando Lebac y obteniendo una renta fabulosa en dólares, al igual que con la tablita de Martínez de Hoz o con la convertibilidad de Cavallo.
El país tiene capacidad instalada ociosa. Nuestra mayor preocupación debe ser crear mercado. Nuestra ambición debe ser que los inversores lleguen al país atraídos por un mercado interno fuerte y no porque tienen condiciones fiscales mínimas y legislación laboral que linda con la explotación similar a algunos países del Sudeste asiático.
Creo que los recientes anuncios sobre la reforma laboral devienen de las exigencias de los inversores extranjeros.
-¿Cuál es su consideración en cuanto a las reformas impositivas, fiscales y laborales que se vienen?
-Con respecto a la reforma laboral ya manifesté mi desacuerdo ya que el único objetivo es precarizar las condiciones y bajar los salarios. Te daba el ejemplo de España donde los empleos que se crean para ir a los dos extremos, el 25% del empleo creado es de menos de una semana y sólo el 7,5% es de tiempo indefinido. No es cierto que se crea más empleo. Ya pasó en nuestro país en otros gobiernos que, lejos de aumentar el mismo, se bajó.
- Y, ¿en materia impositiva y fiscal?
-Debe haber una reforma impositiva progresiva. Hoy pagan los que menos tienen, a través del Impuesto al Valor Agregado donde paga lo mismo el que menos tiene que el que más gana, siendo éste uno de los principales ingresos fiscales.
El Impuesto a las Ganancias y a los Bienes Personales deberían ser los que más aporten. Me parece bien el impuesto a la renta financiera siempre y cuando se establezca un mínimo exento razonable que no afecte a los pequeños ahorristas, a las familias, a los jubilados, aquellos que están ahorrando para la compra de su vivienda, o sea que se grave a los inversores.
-¿Cómo se mejora la competitividad?
-La competitividad no se logra con reformas laborales como nos quieren hacer creer. Se logra con la incorporación de tecnología y con un mercado interno fuerte que nos dé escala para optimizar los costos.
Para esto debemos contar con líneas de crédito acordes para poder invertir y desarrollar la producción. Debemos cambiar la ley de Entidades Financieras.
-El sistema bancario y el Gobierno ¿no apoyan con créditos a las empresas?
-En cuanto a los bancos hoy se rigen por la ley creada por Martínez de Hoz, que dice que los bancos podrán hacer todo aquello que no esté expresamente prohibido, y prohibido es muy poco. Por lo tanto, el objetivo es sólo maximizar sus utilidades. El crédito es fundamental para el desarrollo de un sector económico, una región y un país.
Es la palanca necesaria para el crecimiento y no puede quedar librada sólo a la política comercial de los bancos. Por eso es necesario cambiar la actual ley de entidades financieras.
Y en cuanto al Estado, el Banco Central dejará de exigir a los bancos líneas de crédito a tasas negativas como viene ocurriendo desde hace varios años, que favorecían a la pequeña y mediana empresa; tasas al 17% anual línea Lipif que dejarán de existir a fin de año.
-La logística es un costo alto para las empresas. ¿Se va hacia un camino de recambios?
-Los ferrocarriles se destruyeron en la década del 90 y desde ahí no hemos podido reponernos. Es un tema fundamental y por lo cual no somos competitivos en la materia
-¿Hay un aumento de pedido de créditos para consumo?
-Hay un aumento progresivo de los créditos personales en general, para comprar auto, bienes de consumo, turismo etc. También, los créditos hipotecarios UVA han tenido una buena acogida en el público mendocino, a pesar del temor que hay ya que la tasa está ajustada a la inflación que sigue siendo muy alta.
Sin embargo, el posicionamiento está dado porque se le ha dado la posibilidad a la gente de adquirir una casa con una cuota similar a la de un alquiler y principalmente para la clase media baja.
Perfil
Juan Carlos Rivera, es Contador Público Nacional egresado de la Universidad de Buenos Aires, con 42 años de experiencia en el sistema financiero.
Actualmente es gerente regional de Banco Credicoop Coop. Ltdo.
Trabajó en el armado de la Comisión de Asociados y comenzó un vínculo con empresarios mendocinos, que ya lleva más de 27 años.
A partir de 1993, como gerente zonal, comenzó a conocer la realidad económica de toda la región de Cuyo desarrollando vínculos, no sólo con empresarios, sino también con entidades empresariales, colegios profesionales y entes gubernamentales.
Desde 1999, como gerente regional, pasó a trabajar y militar en el cooperativismo en 13 provincias con la misma tónica; vínculo empresario, movimiento cooperativo y relaciones con entidades gubernamentales.