Juan Carlos Reveco sigue peleando

El ex campeón mundial pasó por nuestra redacción acompañado por su familia. Dijo que no deja la actividad pero que a lo sumo seguirá 2 años más. Habló de la falta de figuras locales y nacionales.

Juan Carlos Reveco sigue peleando

Está relajado, tranquilo, disfrutando de su familia, lejos de las presiones de ser campeón mundial. Mientras hablamos, el reconocimiento y el cariño de la gente está presente: “Me firmás acá campeón”,  “Nos podemos sacar una fotito con la nena”, “Grande campeón”, “Grande Cotón”, los elogios y los mimos de la gente surgen con la misma espontaneidad con la que  Juan Carlos Reveco se  expresa y nos cuenta de sus días sin corona, de su regreso al gimnasio, la falta de promesas que tiene el boxeo mendocino y nacional , además de sus proyectos personales.

“El reconocimiento y el cariño de la gente siempre está y se lo debo al boxeo”, dice sobre la marcha.

Cotón es el máximo referente del pugilismo local de los últimos 10 años: logró ser tres veces campeón mundial. En abril del año pasado perdió el titulo mosca de la AMB frente el japonés Kazuto Ioka. La revancha fue el 31 de diciembre. Cotón perdió por nocaut en el undécimo round.

Hoy, además, es asesor de deportes de la Municipalidad de Malargüe, de donde es oriundo.  “Es algo diferente y cada día me voy empapando más del tema. Nuestro trabajo es gestionar y no es exclusivamente deportivo, también es social  Tenemos un grupo de trabajo hermoso”, comenta, mientras pide una gaseosa para su hijo Ariel y otra para Alejandra, su compañera.

-Anduviste por Las Heras.

-Sí, hicieron un torneo en el que participó Malargüe. Un evento especial y me invitaron. De a poquito vamos a ir gestionando cosas..

-Volviste al barrio.

-Hacía mucho tiempo que no iba a Las Heras; viví 8 años ahí. Las Heras es lindo, a mí me gusta.

-¿Estás volviendo de vacaciones?

-Me fui de vacaciones a mediados de enero.

-¿Estás entrenando?

-No, no estoy entrenando, salgo a trotar de vez en cuando y  dos o tres veces a la semana acompaño a Alejandra y hacemos crossfit. Me distraigo un poco.

-¿Vas a seguir boxeando?

-Sí, la idea es continuar. Este año tratar de hacer una pelea en agosto cuando obviamente me ponga bien.  Soy consciente de que soy grande, tengo 32 casi 33 años, y en las categorías chicas se siente más la edad. Este año voy a tratar de meter una pelea y si puedo dos y el año que viene jugarme los últimos cartuchos que quedan de mi carrera. Soy consciente que estoy al tope final de mi carrera.

-Te has agotado...

-El año pasado me agoté. Estaba cansado, son muchos años de entrenamientos. Por eso dije, me tomo dos meses de descanso total.  Pensé en volver a entrenarme esta semana y no empecé (ríe). Bueno, empezaré la otra.

-Habías pensado en dejar.

-Venía muy dolido por la derrota que tuve. Me costó mucho aceptarlo. A veces  me voy a trotar para no estar en la casa.  Otras me dan ganas de ir al gimnasio y de guantear, pero me lo he tomado con mucha calma. La verdad es que estoy muy relajado.

-También te lo permite la tranquilidad económica.

-Eso es verdad. Hacía muchos años que no tenía esta calma. La presión de ser campeón del mundo, tener que entrenarme y hacer una defensa. Eso agota.

-Has disfrutado de la familia.

-Por el deporte uno deja de lado muchas cosas y ahora los he disfrutado, incluso a Nico (su otro hijo).

-Alejandra, viste la última pelea de Cotón.

-No, no la he visto.

-¿Por qué?

-Estaba muy preocupada, no estaba muy segura con esta pelea. No es que no confiaba en él, el pálpito no era bueno. Lo presentía. Muchas peleas las veo un poquito, esta última directamente no la vi.

-Pero sos de ir a ver Reveco.

-Sí, pero dejé de verlo, cuando te caíste  -le dice a Reveco- (Yodmongkol Vor Saengthep), en la pelea en San Martín. De ahí no vi más. Me dio un poco de miedo e impresión.

“Ella me ve entrenarme y sabe que fue un año de terror. Ella me levantaba para que fuese al gimnasio”, sostiene Cotón, y agregó: “Estoy muy relajado, a veces tengo ganas de entrenarme e ir al gimnasio. De arrancar con todo”.

Alejandra cuenta que su hijo Ariel, el día de la pelea se levantó temprano “Rezó como nunca y se fue a ver la pelea con su abuelo. Mi papá me avisó que había perdido y yo me puse a llorar. Ariel vino y me dijo: “Mamá, vos no tenés que llorar porque el Cotón peleó muy bien. No tienen que llorar”, cuenta.

Ariel no le dice papá a Reveco sino Cotón, y le recuerda que tiene miedo a Ioka y que le ganó el cinturón. Reveco ríe largamente.

-¿Es complicado ser tanto tiempo campeón?.

-Es una mochila, una presión... cuando la perdí estaba dolido, pero ya no tenés esa presión.

-Alejandra, ¿vos querés que siga peleando ?

-No, realmente no quiero que siga. Ha sufrido mucho en las últimas peleas.

-Cotón, ¿cómo vez el boxeo actual?

-Está en una etapa de crisis, las pocas figuras que salen se van a Estados Unidos. Todo pasa por el manejo del boxeo. Están acabando con el boxeo, me refiero a los promotores, a todos. Están haciendo que los pibes se vayan. El boxeo ha pegado un bajón tremendo. No aparecen figuras y todavía ni tenemos  clasificado a los Juegos Olímpicos un boxeador. En Mendoza está igual, no hay grandes promesas.

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