Habían pasado sólo 53 minutos del primer día de 2016 en nuestro país, donde aún resuenan la pirotecnia de los festejos del Año Nuevo. En el otro extremo del mundo en Osaka, Japón, son las 12 y 53 del mediodía y para Juan Carlos Reveco, toma un café con amigos y sus entrenadores.
"Estoy bien, realmente estoy bien y gracias por la preocupación", dice del otro lado del teléfono, Cotón Reveco en su comunicación con Más Deportes,
Han pasado 14 horas desde su tercera derrota como profesional y la primera por nocaut en su carrera boxística a manos del japonés Kazuto Ioka, en el 11º rounds, tras un perfecto gancho al plexo.
Cotón asegura que físicamente estaba bien: “En lo físico me sentía como nunca, creo que fue mi mejor preparación, pero no se pudo ser. Me ganó muy bien. Y sí, hubo momentos que me tocó abajo y me quedé un poco”.
-¿No dar el peso te afectó?
- Sí, me costó mucho dar el peso y eso puede haber influido. Desde hace un año y medio me cuesta dar la categoría y me mato para llegar bien a la balanza, pero esta vez fue más complicado. Y él salió a buscarme. Lo del peso no me afectó tanto, pero de a ratos sentí que no tenía fuerza en los brazos.
-¿Pensás que Ioka salió a buscarte porque te costó el pesaje?
-Este Ioka fue un boxeador totalmente distinto al que enfrentamos la vez pasada. Creció cinco veces más de la última vez, más seguro, preciso, fuerte y muy veloz. Sabía que me iba a buscar, pero no pensé que sería tanto. No lo podía encontrar, tuve algunos buenos momentos igual.
- ¿Cómo sigue tu vida deportiva a partir de ahora?
- Ya pasó todo y lo que viene es poder descansar un poco y sin tomar ninguna decisión. Es muy pronto, la derrota es reciente y ahora solo quiero tomarme un descanso; disfrutar unos días con mi familia.
- ¿Recibiste muchos mensajes?
-Muchísimos, más de los que esperaba, la gente apoyándome y haciéndome el aguante y que había dejado el alma en el ring, que di todo y eso me alegró mucho.
-¿En qué pensás que se falló?
-No lo sé, tengo la cabeza en calma, lo di todo y me sentía como nunca. No tengo nada que reprocharme.
- Luego que te recuperaste del golpe y te sentaste, ¿lloraste o insultaste?
- No, no estaba puteándome. Me decía ¡la pu.. madre cómo duele!, ¡cómo me comí esa mano! (deja escapar una risa).
-Es la pelea en la que más sentiste los golpes.
- Es así, no hay hígado que aguante ante una mano bien puesta. Estoy muy contento porque se trabajó muy bien con Charly Rodríguez y Diego Giménez, porque hicieron un gran trabajo de preparación y llegamos muy bien. Pero Ioka fue superior.
-Como decía Bonavena: 'Te sacan el banquito y te quedás solo en el ring'.
- Sí, aquella frase de Bonavena tenía parte de verdad y otra no tanto. Te quedás solo arriba del ring, pero también ellos (Diego y Charly) siempre me han cuidado.
-¡Qué curioso, esa mano al hígado con la que vos siempre noqueás fue con la que terminaste noqueado!
- ¡Es increíble eso, me pagaron con la misma moneda! (deja escapar otra risa y se distiende). Es tremendo el dolor ahí. Me entró en la boca del estómago y al hígado, quería pararme ¡pero cómo me dolía la p... madre!. Yo siempre he puesto esa mano ahí, pero no sabía lo que dolía cuanto está bien puesta.
-¿Hablaste con tu familia?
-Están tristes, pero orgullosos.
-Te afectó perder por nocaut.
-Sí, pero si han perdido por nocaut grandes boxeadores, ¿por qué no voy a perder yo así? No me puedo reprochar nada. Me ganó así, porque es mejor.
-La pelea no venía bien, ¿por qué saliste a jugarte todo con el riesgo de perder así?
- Fue una decisión que yo tomé, no fue una orden del rincón. Para mí era matar o morir. Te repito que el equipo siempre me cuidó. Ioka fue superior, por eso ganó.
