Juan Carlos Reveco, el campeón mundial de la categoría mosca AMB, demostró ante su público un sólido discurso técnico que le aseguró una victoria contundente. Dominador absoluto de las acciones, el malargüino se impuso al mexicano Julián Rivera (50,800 kg) con un puntaje ideal.
Al finalizar el combate, el fallo de los jueces fue unánime y subrayó la contundencia del anfitrión. Jesús Covas señaló el triunfo de Reveco por 120 a 107, Reina Ávila por 120 a 107,5, y Carlos Sucre por 120 a 107,5 unidades.
Sin regalar espacios, si algo le faltaba al campeón era poder mostrarle a su gente aquella jerarquía boxística que le ciñó la corona. Una cuenta que saldó con creces, porque en el combate estelar en el polideportivo Malal-Hue se llevó los 12 asaltos y una tarjeta impecable con 120 puntos. Trece unidades más de las que sumó su retador “Chicano” (107, a Rivera le descontaron un punto en el séptimo asalto), tal como lo vio
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El primer capítulo desnudó una tendencia que luego se mantendría inamovible, Reveco (29-1-0; 16 ko) abrió su faena con mucha seguridad y solidez para marcar el ritmo de la pelea. Una rápida combinación de golpes, a la zona blanda y arriba del mexicano, ablandaron a Rivera. El mexicano sólo respondió con un golpe largo. La cuenta fue de 10 a 9 en favor de Cotón.
En la segunda vuelta, a los 30 segundos, fue el momento más crítico del combate para el púgil malargüino. Reveco sufrió un cabezazo que le corto el pómulo del ojo derecho, con algunas dificultades para ver siguió al frente y Rivera apostó a pegarle en el ojo.
El tercero volvió a ser de Cotón, en una vuelta extraña (se equivocaron y dieron dos minutos de peleas y no los tres correspondientes), Reveco lo ablandó en la zona baja y muy decidido siguió con su propuesta. Rivera, por el contrario, apostó al contragolpe y a veces llegó con relativa facilidad.
Durante el cuarto asalto, el repertorio del dueño de casa fue claro, se mostró sólido con el swing de izquierda -a la cabeza y al plexo- que lo complicó a Rivera. En el quinto, a Reveco le costó encontrar los espacios para resolver, y Rivera se cubrió bien abajo y aguantó. El mexicano, que metió la cabeza en un par de oportunidades y fue advertido, nada pudo hacer para que la diferencia fuese en favor del malargüino.
Al llegar el sexto, el mendocino buscó la zona altas y la gente no dejó de ovacionar su ídolo, que derrochaba eficacia. Reveco apuntó a la cabeza de su rival y llegó, pero tuvo que trabajar mucho. manejar la cintura y el visteo para contrarrestar los golpes largos. El campeón volvió a sangrar pero su coraje fue más grandes que su boxeo. así impartió un gran castigo a Rivera.
Al promediar la séptima vuelta, el mexicano -que ya había sido advertido- sufrió el descuento descuento de un punto; el árbitro colombiano Uriel Aguilera lo sancionó por meter otra vez la cabeza. Reveco a esa altura del round lo había castigado duro, no encontraba el espacio adecuado para un remate pero increíblemente el mexicano asimilaba los todos los golpes que le tiró Reveco.
El octavo round llegó como la oportunidad para regular el ritmo, Reveco a estas alturas ya sentía el esfuerzo de la pelea. Rivera no rompió su libreto. Durante el décimo, con una ráfaga, Cotón esgrimió su mejor momento, tuvo la chance para liquidar la pelea pero le faltó la estocada final. Terminó con un corte en la ceja izquierda, producto de una nuevo cruce de cabezas.
A estas alturas, el mendocino no dejaba de buscas la pelea. La recompensa estaba muy cerca, si bien Rivera salió a jugarse una carta sobre el final; poco tenía que hacer ante Reveco que más descansado arremetió en el cierre con sus mejores combinaciones.