Juan Carlos "Cotón" Reveco es una de las personalidades más importantes del deporte de nuestra provincia. Además de ser un excelente boxeador, "Cotón" es conocido por su tranquilidad y humildad. El campeón llega a nuestra cita acompañado por su entrenador y su agente de prensa y luego de un comienzo un poco tímido comienza a contarnos cómo llegó a ser quien es en la actualidad.
-¿Cómo se te ocurrió convertirte en boxeador?
-Arranqué a los 14 años. Me llevó mi cuñado. En realidad trabajábamos todos juntos en la cosecha de papas y justo habían abierto un polideportivo en Malargüe. Él iba a box e invitó a un grupo grande a empezar. Fui con mis hermanos y primos, en total éramos como diez.
-¿Pusiste los guantes ahí nomás?
-No, la primera semana sólo fui a mirar y a acompañar a todo el grupo. Yo era el más chico.
-¿Tenías idea de lo que era el boxeo?
-No tenía ni idea, ni siquiera había visto alguna vez un par de guantes. Solamente tenía un vecino que alguna vez había sido boxeador. Esa era mi única relación con el box. A la segunda semana de ir al gimnasio me animé a empezar a entrenar. Corría y hacía gimnasia. Y al poquito tiempo me pusieron los guantes. Fui aprendiendo rápido. De hecho a los tres meses me hicieron debutar en una pelea para aficionados. Fue contra "Mascotita" Arroyo, un amigo que aún sigo viendo.
-Digamos que te destacabas...
-Parece que tenía condiciones. De hecho tuve la suerte de ganar en esa primera pelea.
-¿Habías hecho deportes antes del box?
-Siempre me gustó el deporte. En esa época jugaba al fútbol en un club de Malargüe. Pero no era bueno (risas), solamente corría. Jugaba al medio o adelante.
-¿De a poco el boxeo empezó a ser tu actividad principal o lo hacías como aficionado?
-Lo hacía como un hobby, era apenas un aficionado.
-Seguías trabajando…
-Claro. Trabajaba ocho horas en la cosecha de papas y a la tarde me iba a entrenar todos los días. Pero no pensaba que podía hacer mi futuro con el boxeo. Igualmente cada vez peleaba más e incluso llegué a consagrarme campeón provincial en el torneo "Guantes de Oro".
Y en el año 2001 gané el campeonato argentino en mi categoría y me convocaron para entrenar en el Cenard (NDR: Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) . Eso fue a la vuelta de la preparación para ir a los Juegos Olímpicos de Sidney, en el 2000, donde no clasifiqué.
-¿Ahí si empezabas a perfilarte como boxeador?
-En 2001 decidí dejar Malargüe e irme a Buenos Aires para integrar el selectivo para el que me habían convocado. Allá estuve casi tres años. Fue muy bueno porque agarré mucha experiencia arriba del ring.
Después de eso volví a Malargüe dispuesto a convertirme en un profesional del boxeo. En ese momento me lo encontré a Pablo Chacón (NDR: mendocino ex campeón del mundo de boxeo) y él me invitó a venirme a su gimnasio en Las Heras. Obviamente le dije que si y arranqué como profesional.
-¿Qué hubieras sido si no te dedicabas al boxeo?
-Tengo un hermano que trabaja en una petrolera en Neuquén y siempre le decía que me consiguiera algo allá. Pero él me insistía con que lo mío era el boxeo, que ya me iba a llegar el momento.
-¿Cuántos hermanos son?
-Somos trece hermanos. Mi hermano mayor es Oscar, que es el que está con el tema de los pozos de petróleo. Yo soy el sexto de los trece.
-¿Cuándo fue tu primer pelea profesional?
-Debuté en 2004 contra un compañero de gimnasio que se llama Maldonado y gané por KO en el tercer round. Ahí empezó todo lo bueno.
-¿También empezó el sacrificio?
-Esta es una carrera que necesita de mucho sacrificio. Los deportes individuales son muy exigentes y más aún el boxeo. Por suerte siempre tuve el apoyo de mi familia y de Andrés Nieto que es quien me ha acompañado desde mis inicios y siempre estuvo pendiente de que no me faltara nada.
-¿Cómo es un día de rutina de entrenamiento en la previa de una pelea importante?
-Me levanto a las 8 y a las 9 ya estoy entrenando. Después me doy una ducha y me voy a mi casa a descansar. Y a las 5 vuelvo al gimnasio nuevamente.
-¿Te cuidás mucho con las comidas?
-Las últimas dos semanas antes de una pelea son las críticas para el boxeador respecto del tema comida. Son bastante duras, hay que cuidarse mucho. Sobre todo para mí, que me cuesta dar un poco el peso de la categoría.
Trato de comer muy livianito y los últimos dos días sólo ingiero líquido. De todas maneras en general soy de cuidarme con las comidas, sobre todo porque generalmente estoy entrenando.
-Mucha gente critica al boxeo como deporte, sobre todo por el tema de los golpes, ¿qué opinás de eso?
-Mucha gente opina eso, sobre todo las señoras. La verdad es que muchas veces parece un deporte bruto. Pero también hay que tener en cuenta que el boxeo tiene muchas reglas y que estas se respetan.
También está bueno que la gente sepa que cuando las peleas terminan nunca queda mala relación con tu rival. Generalmente al final de una pelea te vas a cenar con él o te quedas charlando un buen rato en el camarín.
-¿Pero en la previa de las grandes peleas es así?
-Obviamente que en la previa hay un poquito de bronca porque vas a pelear con el que está enfrente. Pero una vez que peleaste y te descargaste ya está todo bien.
-¿Quiénes son tus ídolos en el boxeo?
-En este momento miro mucho a Floyd Maiweather, también el argentino Lucas Matthyysse y al mexicano Miguel Canelo. La verdad es que todos los mejores pelearon el fin de semana pasado.
-¿Mirás muchos videos de los boxeadores a los que admirás?
-No miro mucho. Más que nada veo videos de mis rivales.
-¿El argentino Sergio "Maravilla" Martínez es buen boxeador según tu óptica?
-Para mí es un excelentísimo campeón, es un fenómeno. Tal vez su mejor momento le llegó un poco tarde, pero es un gran boxeador.
-¿Qué lugares has conocido gracias al boxeo?
-He estado en muchos lados. Mi primer viaje fue a Puerto Rico y me gustó mucho. Yo en esa época no había salido nunca de Argentina. Y ahora conocí Japón, en mi última pelea. También Francia, Cuba, Santo Domingo, Venezuela y casi todo lo que es América.
Es una gran satisfacción poder ir conociendo el mundo con lo que me gusta hacer. El boxeo me ha dado mucho, creo que lo más importante es que me hizo conocer a grandes personas.
-¿Es corta la carrera del boxeador?
-Sí y hay que aprovecharla. Yo cumplí 30 años el mes pasado y la verdad es que no me queda mucho de carrera. Calculo que voy a boxear unos cinco años más y luego me retiro.
-¿Tenés pensado empezar a enseñar box?
-Yo creo que voy a seguir como entrenador, como casi todos los ex campeones del mundo. Sería muy difícil para mí dedicarme a otra cosa. Además me gusta mucho trabajar con los más chicos. Transmitirles lo que uno sabe es algo genial.
-¿La gente te para mucho en la calle para saludarte?
-Si, todo el tiempo. Es muy lindo que la gente te brinde su cariño.
-¿Te imaginaste que alguna vez ibas a ser campeón del mundo de boxeo?
-No, nunca. Lo llegue a soñar recién cuando me hice profesional. Siempre la idea fue llegar a lo máximo... que es ser campeón del mundo. En 2006 gané una pelea importante en Córdoba y creo que eso me hizo ver la posibilidad de que podía lograr cosas importantes.
-¿Podés llegar a las peleas grandes de Estados Unidos y hacerlo por una recompensa importante?
-Para eso hay que ir a pelear con los grandes. Yo tengo puesto como meta poder llegar a eso el año que viene. Ahí están las bolsas grandes. Jugar en las grandes ligas es lo que todo mi equipo y yo estamos buscando. Sería una gran motivación poder llegar a pelear con el número uno de la categoría a nivel mundial.
-¿Después de las peleas te desconectás del boxeo?
-Sí, tal cual. Trato de despejarme un poco. Le dedico más tiempo a la familia y a descansar.
-¿Qué es lo que más disfrutás de tu día a día?
-Estar con la familia y entrenar son las cosas que más me gustan.
Juan Carlos Reveco, el campeón que llegó del Sur
Conoció el boxeo gracias a su cuñado, cuando su actividad principal era la cosecha de papas. Desde el comienzo mostró grandes condiciones para este deporte.
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