El poder que poseen se siente en cada rincón del planeta. Cual gigantes sin rivales, sus devastadoras pisadas arrasan sin piedad la vida de jóvenes y niños.
Como auténticos depredadores buscan y atacan a los más vulnerables, a los desprotegidos, a los que sufren el inmenso dolor de no tener una familia que los escuche, eduque, los contenga y sobre todo les brinde afecto.
El abandono emocional que hoy padecen nuestros jóvenes, los aleja de valores, les impide afianzar su identidad y fortalecer su autoestima. Frente a esta situación muchos de ellos quedarán desprotegidos para enfrentarse contra el gran flagelo de la drogadicción.
Mientras no exista un compromiso responsable de la sociedad, con padres conscientes de que son los principales educadores de sus hijos, mientras los gobiernos enfrenten esta gran problemática social únicamente persiguiendo a dealers de la droga y continúen renegando del gran poder que tienen las campañas preventivas y concientizadoras, seguiremos padeciendo las devastadoras pisadas de estos gigantes del narcotráfico.
Gisela E. Pistone
DNI. 20.709.583