En nuestro país
los casos de adicciones en jóvenes han registrado un crecimiento imposible de ignorar
. A su vez, estos cuadros se han complejizado, por lo que se convierten en escenarios muy difíciles de sobrellevar para los seres queridos de la persona que cae en este tipo de comportamientos nocivos. En este sentido, hoy no sólo se habla de un consumo excesivo de drogas como la marihuana y la cocaína, sino también de otros comportamientos que, aunque parezcan menos dañinos, pueden tener duros efectos sobre el adolescente. Hablamos en estos casos de adicción a Internet y videojuegos, por ejemplo.
El rol de la familia
Cuando existe un joven con un problema de adicciones, la familia suele actuar de distintas formas. De todos modos,
lo fundamental es evitar el rechazo, el deprecio y el maltrato
, ya que el adolescente en cuestión ha recurrido a un consumo excesivo porque no encuentra soporte en casa o con amigos. Asimismo, se relaciona con otros adictos con los que no puede contenerse y, en este marco, su entorno más cercano se vuelve muy importante.
Uno de los primeros pasos que debe dar un familiar es
fortalecerse emocionalmente
. En caso contrario, la desesperación y la ansiedad agravará el panorama y el joven con problemas percibirá que no puede confiar en las personas que lo rodean. Por ello, la lectura de libros o la consulta a un profesional puede abrir la mente de la familia para afrontar las situaciones desde nuevas perspectivas.