Si hasta ahora resulta imposible dejar de preocuparse por la cantidad de accidentes en los que están involucrados jóvenes, el panorama se pone peor cuando se habla de la gravedad. Lo alarmante surge de las consecuencias que estos eventos tienen y que queda de manifiesto en un dato concreto.
En el servicio de Terapia Intensiva del hospital Central, 80 por ciento de los pacientes son accidentados, pero lo más llamativo es que son jóvenes. La mayoría tiene entre 18 y 35 años y su destino no escapa al promedio de 30 por ciento de mortalidad que tienen este tipo de servicio de manera global.
"Tienen una alta mortalidad", afirma el doctor Mariano Antonio, a cargo de la Terapia del nosocomio más importante de la provincia. Son pacientes que requieren un alto uso de respirador y por tener traumatismos complejos necesitan cirugías.
Se estima que el tiempo de internación promedio es de entre 8 y 10 días y aunque con variables que dependerán de las necesidades de cada caso, con un costo diario para el sistema sanitario de alrededor de 2 mil pesos.
"La mayoría fue víctima de un accidente de transito pero también hay accidentados laborales o heridos de arma de fuego o arma blanca", señaló el terapista.
El comisario Roberto Munive, jefe de la Policía Vial destacó que "la franja etaria más vulnerable va de los 18 a los 35 años, donde se concentran en promedio entre 60 y 70 por ciento de las muertes anuales". Según explicó este panorama condice con lo que ocurre en los países en desarrollo, aunque dijo que para la Organización Mundial de la Salud, a Mendoza se la considera dentro de los parámetros óptimos.
Al hospital es derivada las mayor parte de los accidentados graves, debido a que es el único efector que cuenta con guardias activas de neurocirugía y cirugía vascular, justamente porque el perfil especializado que tiene es de neurotrauma vascular.
Consecuencias
La vulnerabilidad de los jóvenes a los accidentes vehiculares obedece a una conjunción de factores como el consumo abusivo de alcohol a lo que algunos suman otras sustancias. Esto se combina con la alta velocidad a la que conducen y por la edad, algunas conductas desaprensivas respecto de su integridad física, conducta trasgresora y menor ponderación del riesgo en algunos casos.
Pero no tienen en cuenta que, más allá de que pueden perder la vida, luego de pasar por la terapia la recuperación suele implicar largas rehabilitaciones, algunas permanentes por secuelas que no puede revertirse del todo y que conllevan discapacidad.
Munive refirió que la Organización Mundial de la Salud considera por cada fallecido 15 probables heridos graves. En ese mismo estudio se destaca que los países en vías de desarrollo dedican una alta proporción de su presupuesto de salud a la asistencia de los traumatizados respecto de los tratamientos clínicos. Además, entre 20 y 30 por ciento del presupuesto de los hospitales se destina a pacientes jóvenes con largas internaciones y largos tratamientos.
Esto se aprecia en parte en los datos del Servicio Coordinado de Emergencias: 51 por ciento de los asistidos tiene entre 16 y 45 años, mientras que 72 por ciento de los accidentados en un incidente de tránsito tienen esa edad.
El director del servicio, el doctor Juan García, detalló que de todos los días de la semana desde el viernes a la tarde hasta el sábado a la madrugada se produce más del 32 por ciento de los accidentes. "La gente sale de trabajar, se quiere ir a algún lado (a descansar o pasear) y además es cuando más salen los jóvenes. Por el contrario el miércoles es el día más tranquilo", precisó el médico.