Sin experiencia política previa, pero con una larga trayectoria en la educación y presencia en los medios, José Thomas asumirá el desafío de conducir una cartera que alguna vez supo criticar. Tras obtener el aval del Senado, se convertirá en titular de la Dirección General de Escuelas en un contexto en el que la educación exige un cambio profundo. Defensor del ítem aula y de varios logros de la gestión anterior, tiene pensado implementar un Instituto de Evaluación de la Calidad Educativa Autónomo y una Red de Escuelas que fomente la colaboración entre directivos. Si bien tiene formación en tecnología educativa y apoya la presencia del celular en el aula de secundaria, reconoce que lo fundamental es fortalecer la base de la lectura. Confiesa que el ofrecimiento del cargo lo tomó "por sorpresa".
-¿Le costó aceptar?
-Me costó tomar la decisión porque implicó dejar mis cosas, mis formas y tomar el desafío. Pero cuando te apasiona la educación y pensás que podés incidir y realmente hacer algo bueno en un lugar que mucho tiempo tal vez criticaste, tenés que ponerte las pilas y afrontarlo con todo.
-¿Qué diagnóstico tiene de la educación?
-En parámetros generales no está exenta a la del país y hoy tenemos los datos Pisa para evaluarnos. No importa el análisis relativo, la realidad es que somos séptimos en Latinoamérica, estamos a la par de Perú cuando hace 20 años éramos los mejores de región.
¿Cómo evalúa la gestión anterior?
-Aprueba sin dudas. Le dio orden al sistema y marcó el rumbo. Dejó la vara alta, se jugó por cosas que creía que se tenía que jugar. Tengo algunas críticas pero me las guardo para Jaime (Correas) y de hecho ya se las he dicho.
-¿Qué continuaría?
-El ítem aula tiene que seguir. Obviamente que es una condición de conflicto porque para algún docente puede ser injusto y a los docentes hay que cuidarlos, atenderlos bien y que estén bien pagados porque son la base de la educación. Pero también es injusto que alguna menor cantidad de docentes no esté en el aula enseñando, entonces ahí el Ítem Aula pasa a ser justo con los más débiles que son los chicos. La alfabetización temprana también tiene que seguir, igual que la atención, reestructuración y empuje pedagógico al nivel inicial. Lo mismo en las escuelas técnicas y la reforma de la secundaria.
-¿En qué nuevas propuestas tiene pensado trabajar?
-Este primer años vamos a proponer la conformación de un Instituto de Evaluación de la Calidad Educativa Autónomo. Entendiendo la evaluación como una retroalimentación formativa y no como algo punitivo, esa diferencia es trascendental. La idea es sacarlo de la DGE para que sea autónomo, técnico y que no tenga uso político ni del oficialismo, ni de la oposición, ni de los sindicatos. Y que eso retroalimente el sistema educativo.
-¿También ha hablado de una red de escuelas?
-Es otra gran propuesta que tiene que ver con la colaboración de escuelas de similares contextos en la que a una le va bien y a otra mal. Entonces juntás a los directores, los capacitás en equipo y hacés que se pasen buenas prácticas de una a otra para potenciarse. Está demostrado, es de bajo costo y alto impacto.
-¿Y de qué otra forma piensa dejar su impronta?
-Propongo seguir buscando innovación pedagógica. Es muy difícil que el sistema funcione sin innovación pedagógica que haga que el uso del recurso sea más eficiente. Este sistema educativo fue muy eficiente en el siglo pasado, ya que fue una máquina de alfabetizar gente, fue impresionante en la modificación cultural de la Argentina. Pero eso hoy no se está logrando.
-¿Y cómo se logra el cambio?
-Con pequeños avances permanentes, medirlos y corroborar con evidencia científica que funcionen. No tiene sentido hacer todo un gran cambio, como en los últimos 30 años se ha hecho para que después no cambie nada.
-¿El celular en el aula?
-La pregunta que yo hago es si alguien podría trabajar sin celular. Lo que hay que ver es cómo la escuela utiliza la tecnología. Yo propongo: innovemos, pensemos, midamos y vemos cómo es. Me refiero a la secundaria, en primaria debe estar prohibido y en el nivel inicial no hace falta tecnología.
-¿Qué piensa de la enseñanza de programación y robótica en las aulas?
-Toda la tecnología es buena, la programación es buenísima para un montón de cosas y la robótica también. Pero un chico que no entiende lo que lee no puede programar ni hacer robótica, creo que hay que continuar con esos proyectos pero el foco tiene que estar puesto en que los chicos entiendan lo que leen y hoy hay un montón de gente que no puede hacerlo.
-¿Habrá cambios en el sistema de evaluación?
-Creo que ya hay un cambio claro. La última resolución de secundaria es buena. Apunta a tener una multiplicidad de instrumentos de evaluación y no solo el examen escrito.
-¿Cómo piensa manejar la relación con el SUTE?
-Si estamos a favor de los docentes y de que los chicos aprendan creo que nos vamos a poner de acuerdo.
La verdad es que yo como director de escuelas quiero lo mejor para los docentes, creo que deberían tener el mejor sueldo posible, pero no podemos negar el contexto en el que estamos. Creo que si hay racionalidad en ambas partes podemos llegar a muchas cosas.
-¿Cómo piensa que será la relación con el Ministerio de Educación de la Nación?
-La verdad es que no sé. Ayer (por el martes) estuve con los funcionarios nacionales actuales y no saben bien cómo será la transición. Una de las cosas que genera más duda es el tema de las evaluaciones Aprender. Fue una gran avance para la educación argentina.
Si bien se venía haciendo con las ONE, en los últimos 4 años se le dio gran impulso con la publicación rápida de las información y desagregando hasta por municipio, ojalá no lo perdamos.
De la privada a la estatal
El futuro director general de escuelas, José Thomas, tiene 20 años de experiencia en educación privada, lo que asegura no le será un impedimento para manejar los destinos de las escuelas estatales. "El sistema educativo mendocino tiene un 20% de educación privada. Mi equipo de trabajo va a tener menos del 20% de gente que viene de la gestión privada, yo trabajo en equipo así que no hay problema. De hecho está más representado el estatal que el privado, más allá de que yo sea la cabeza", manifestó.
De todas maneras aclaró que no ve demasiadas diferencias para gestionar las diferentes modalidades. "No es tan distinto como parece. Cuando vos tenés un buen director cualquier escuela funciona relativamente bien. Si el director es bueno la escuela funciona bien, obviamente en algunas hay que lograr condiciones de educabilidad. Es decir, darle asistencia de todo tipo cuando la familia no está presente", explicó.
Perfil
Edad: 42 años
Profesión: docente. Licenciado en Tecnología Educativa.
Familia: casado con dos hijos.
Trayectoria: da clases desde hace más de 20 años y desde 2007 se ha desempeñado como gerente educativo del colegio ICEI, cargo que tuvo que dejar para asumir.