Cuando asume como gobernador, José Néstor Lencinas abrió las puertas de la Casa de Gobierno para que la gente pudiera conocerla por dentro y ordenó la realización de un banquete popular en la plaza Independencia.
Pese a la difícil situación que debió afrontar por las huelgas docentes, en materia vitivinícola se elevó la venta de vinos al resto del país. Por otro lado, en nuestra provincia se empezó a destilar nafta por primera vez.
Si bien en la gobernación de José Néstor Lencinas no fue todo color de rosa, se trata de una de las personalidades nombradas como "mendocino del siglo XX" por su gestión contra la pobreza, defensa de los derechos individuales, del federalismo y por un estilo político populista-autoritario.
Las páginas de Los Andes destacan al ex gobernador como "figura descollante" dentro de la Unión Cívica Radical, partido fundado en 1891 a nivel nacional, hasta su muerte, cuando apenas llevaba dos años como gobernador (1920). El aporte de la UCR fue la incorporación al escenario político y social de sectores que hasta entonces estaban excluidos: inmigrantes (italianos, españoles, judíos y sirio-libaneses), clases medias y trabajadores urbanos y rurales.
En Mendoza, la UCR tuvo una sensibilidad especial en relación con los problemas sociales. Ello se reflejó en el gobierno de Lencinas, que, mediante la sanción de las leyes de jornada laboral máxima de ocho horas y salario mínimo (1918), entre otras iniciativas, se adelantó sustancialmente a las políticas nacionales en esta materia.
En cierta forma, el Partido Lencinista, rama escindida de la UCR en la década de 1920, se adelantó 20 años al peronismo en el plano de las políticas sociales.