José Morales cuenta que si bien tenía que tomar posesión efectiva de las plantas de Alco-Canale el primer día de setiembre, al principio sólo pudo acceder a una tenencia precaria, por las dificultades con los bancos. A estos obstáculos se suman las recientes heladas, que llevan a plantearse cuánta fruta habrá disponible esta temporada.
Por eso, sostiene que el panorama difiere mucho del que avizoraba cuando presentaron la oferta de compra por las plantas industriales. Pero de todos modos, apuesta a poder ampliar la cartera de productos de AVA, reposicionar la marca Alco-Canale y ganar mayor presencia en mercados externos.
-¿Cuáles son los planes que tienen para las tres plantas de Alco-Canale?
-Desde hoy comienza un plan de organización para el sector mantenimiento porque las plantas vienen de estar muchos años de no tenerlo. Habrá que hacer una intervención bastante fuerte para que estén productivas para esta temporada y luego vendrá un proceso de mejora continúa. La idea es darle continuidad al negocio y acompañar un poco al sector productivo para que no se pierda fruta.
Hay que ver cuánto daño produjo la helada del martes, porque por ahí nos falte fruta. Antes no sabíamos qué hacer con tanta materia prima y ahora tal vez falte.
-¿De qué manera van a complementar lo que venían haciendo en AVA?
-La idea es poder completar la cartera de productos de AVA para ampliar la oferta a las cadenas de supermercados y la red de comercialización. Y movernos un poco más fuerte en lo que es exportación, para trabajar en toda plenitud porque el mercado interno está bastante debilitado. También dar mayor capacidad productiva a la provincia.
- ¿Qué líneas de productos sumarían a la empresa?
-AVA no tenía tomates en lata o dulces, y con esta adquisición vamos a poder ofrecer un abanico de productos un poco mayor. Pero además queremos volver a insertar la marca Alco-Canale en el mercado, que desde 2015 ha tenido una presencia muy baja. La empresa en todas las líneas va a trabajar las dos marcas, para darle mayor fortaleza a las plantas. Haremos los productos que cada planta puede proveer y seguramente habrá alguna modificación. La idea sería concentrar tomates en Alco para hacer más eficiente la operación de ese producto, que lo que hacíamos era muy poco.
- ¿Qué plazos se han fijado para esta reorganización de la empresa?
-No sé si va a terminar en el primer año, porque tenemos la temporada a la vuelta de la esquina. Además no estamos en un país en el que los créditos lluevan. Pero por supuesto la tendencia es a tecnificar, porque en el estado en que las plantas se encuentran no van a ser competitivas. Y si no hay inversión no hay mejora. Lo que sucede es que la inversión no la podemos hacer en los próximos dos meses. Vamos a empezar con un mantenimiento para operarla.
La verdad que cuando hicimos la oferta no veíamos un escenario tan complicado. El 21 de junio, que fue cuando se elevó la oferta al juzgado, había una proyección muy distinta a la que hay ahora. De hecho, teníamos mucho financiamiento bancario para la compra y hoy día vamos a tener que enfrentar la adquisición prácticamente con capital propio. Eso un poco nos diezma para trabajar la temporada. Esperemos que el sistema se normalice y haya un poco más de credibilidad en la Argentina para que podamos poner en valor todo lo que pensamos.
-Buscan reforzar la presencia en el mercado interno, ¿y qué con el externo?
-Hasta ahora exportamos muchas latas y planeamos agregar a la exportación también dulces y tomates enlatados. En algunos casos, serán los mismos países a los que estamos llegando con los duraznos, como Uruguay, Paraguay y Bolivia, y otros que no, como México o Rusia, pero hay mercados donde creemos que podemos colocar productos de las dos plantas. Todo lleva su tiempo. No es compraste ayer y hoy estás exportando. Hay que invertir en las líneas para poder ponerlas en valor.
-El compromiso de compra era preservar los puestos de trabajo, ¿pero también van a mantener los proveedores de Alco-Canale?
- Sí, por supuesto, y van a faltar productores. Nuestra compañía tiene origen agrícola. Luego nos integramos como industriales. Pero el corazoncito es productor. AVA poseía 50% de su materia prima en fruta. En tomate casi toda la producción es de terceros. Pero en durazno, con esta adquisición, escasamente vamos a tener el 25%. El productor tiene que ganar dinero para que quiera continuar en esto y la planta tenga vida por 30 años más. La fábrica sin fruta no vale nada.
-¿Van a incrementar la producción primaria propia?
- No. Mientras haya gente que pueda hacerlo bien, es mejor que lo haga el productor. Nosotros plantamos porque originalmente teníamos que asegurar un porcentaje de la producción, pero no es inteligente en este negocio tener el 100% de la producción. Prefiero que el productor continúe en el negocio y haga las cosas eficientemente porque él atiende mucho mejor su propiedad que nosotros.
Perfil
José Morales es contador Público Nacional y desde 1991 hasta 2005 se dedicó a la producción de durazno y a la vitivinicultura. En el año 2006 se sumó a la actividad como industrial con la conformación de la conservera AVA. La semana pasada, adquirió las tres plantas de Alco-Canale, que quebró en diciembre de 2018, por $ 378 millones.