Cuando se planteó la idea de que las personas deberían empezar a pensar en tener intimidad virtual, jamás se imaginó que existiría una experiencia erótica para disfrutar desde el hogar.
"Sex: viví tu experiencia" es la obra teatral creada por José María Muscari, Mati Napp y Paola Luttini en 2019. Sin precedentes, los espectadores que asistieron a la obra durante los 10 meses que estuvo en cartelera quedaron fascinados y su éxito fue incuestionable.
Con localidades agotadas en su formato teatral, hoy sorprenden agotando localidades en su nuevo formato digital.
Después de iniciada la cuarentena y habiendo tenido que cancelar varias funciones ya previstas, el director no bajó los brazos y buscó la forma de reinventar la obra a un formato que se amolde a las reglas del juego.
Aquí nació "Sex Virtual": un "sexting artístico" como lo describe Muscari, donde el elenco de la obra buscará diferentes formas de llegar a los participantes a través de redes. Desde mensajes de Whatsapp, pasando por vivos en Instagram y reuniones por Zoom, la experiencia de "Sex Virtual" es sumamente completa.
"No es la obra de teatro que la traducimos a las redes, sino que a partir de la obra de teatro, de la sinergia del elenco, de la creatividad del equipo creador, armamos diferentes materiales para las distintas plataformas (Twitter, Instagram, Zoom, Telegram, Whatsapp) y se crea un objeto artístico que dura cinco días y que no es lo que hacemos en el teatro", explicaba José María, el creador de esta genialidad.
“Cuando la pandemia termine y podamos volver al teatro, vamos a poder volver a hacer el mismo espectáculo que hacíamos antes sin que nada de lo que hicimos en redes lo debilita, sino todo lo contrario”.
Con su primera presentación a mediados de mayo, que logró ser un éxito con 1.600 localidades vendidas, el elenco conformado por Diego Ramos, Gloria Carrá, Noelia Marzol, Adabel Guerrero, Felipe Colombo, Agustín Sierra, Militta Bora, Tucu López, Srta Bimbo y más de 10 bailarines hizo subir la temperatura al público de diferentes partes del mundo.
"'Sex virtual' no tiene antecedentes, no hay otro objeto del arte igual, un 'sexting artístico' como me gusta definirlo, en otro lugar del mundo. Por eso es que el espectáculo convoca gente de diferentes países, tenemos entradas vendidas en 24 países", asegura Muscari.
“Estamos muy felices y eso nos potencia como artistas y, en mi caso y Mati Napp como creadores, encontrando dentro de este proyecto múltiples formas y diferentes variantes, hemos complejizado el proyecto desde la primera vez y esto también le fue encontrando su propio lenguaje a lo que estamos haciendo”.
La próxima presentación de este show será la semana que viene a partir de 3 de junio y las ventas de entradas van muy bien encaminadas. El público quedó fascinado y eso se refleja en lo comercial.
Pero más allá de los resultados positivos para la obra y su amplia llegada a diferentes públicos, la experiencia cara a cara no tiene comparación. Cuando le preguntamos a José María si imaginaba la virtualidad como la nueva forma de hacer teatro, su respuesta fue instantánea:
"En el 'hasta cuando' sí, pero bajo ningún concepto creo que esta virtualidad pueda reemplazar lo que uno puede vivir de manera presencial. Yo no veo la hora de que 'Sex' pueda volver al teatro y que la experiencia virtual conviva con la presencial.
Me motiva mucho trabajar para otros públicos, uno más millenial que quizá no se acerca al teatro, para un público del interior, para gente de otros países, todo eso va a sumar al espectáculo en vivo. Pero las emociones que uno tiene en vivo no se parecen en nada a las emociones y a lo que uno se genera virtualmente".
Las redes: una salida peligrosa
Cuando uno imagina un show de este tipo lo primero que piensa es en la "viralización". ¿Qué pasaría si los contenidos que comparten los actores y bailarines llegaran a manos equivocadas? ¿Resultó ser una de las trabas para llevar adelante el proyecto?
"No soy una persona que esté atravesada por el miedo, pero sí tuve un montón de cuidados. Este tema de la viralización fue importante y trabajamos de forma muy rigurosa tanto con la gente que se suma a la experiencia como con los actores", asegura José María.
La plataforma es cerrada. Existen cuentas en las diferentes aplicaciones que son exclusivas para esta experiencia. Las personas que abonen la entrada quedarán registradas aunque sin datos personales, lo que permite una seguridad de identidad tanto para el público como para el elenco.
"El otro miedo es que el público pudiera ver los múltiples estímulos y la sobreestimulación que el espectáculo genera y que pudieran seguir los cinco días esa impronta. No sólo no la podían seguir sino que se ha generado una adicción de mucho público que está esperando de que comience la nueva edición".
El futuro del teatro
La incertidumbre que viven los artistas tanto como su público en relación al futuro de la modalidad teatral es muy visible. La realidad es que posiblemente sea una de las actividades que más tiempo lleve en normalizarse.
-En tu experiencia con el teatro, ¿cómo creés que se va reinventar?
- La verdad es que ojalá tengamos un final de año que sea una especie de acomodamiento para poder llegar a una temporada de verano poderosa.
En principio poder retomar la actividad, aunque sea con protocolo y menor cantidad de público pero que nos vayamos habituando como espectadores y también como actores y creadores al reencuentro con el público y nuestros compañeros para desarrollar la labor.
El espectáculo en vivo es algo absolutamente necesario para el público, hay mucha necesidad, a lo largo de esta pandemia y del aislamiento obligatorio ya hemos consumido todo lo que un ser humano puede consumir en relación a las otras plataformas que nos entregan entretenimiento.
Ojalá que en septiembre u octubre podamos encontrar una nueva normalidad para tratar de recuperar la vida con todos los rituales que creo que tenemos los argentinos y el teatro es uno de esos.
-En cuanto a lo laboral, los actores que dedican puramente al teatro, ¿hay forma de que afronten su economía a través de las redes?
- Eso es tan relativo como el poder de reinvención que cada uno de los artistas pueda llegar a tener.
Yo creo que hay mucha gente, sobre todo a una generación más grande que la mía, que lo virtual le cuesta mucho, que hay muchos actores y actrices que tienen mucha rigurosidad a la hora del trabajo con su imagen y no es lo mismo trabajar en redes que en televisión con maquillaje, luces y edición.
Al menos en nuestra experiencia podemos hacer cosas absolutamente mágicas y verdaderamente novedosas, pero no contamos con la infraestructura que cuenta un programa de televisión o una ficción en televisión. Para una parte de los actores está más difícil reconvertirse y dar ese paso a la virtualidad.
En mi caso estoy muy contento con la repercusión de “Sex”, las entradas que vendimos y las que llevamos son una gran luz y esperanza para nosotros y también quizás para un montón de compañías que puedan encontrarle la vuelta.
"Sex" tiene la particularidad de reinventar un dispositivo diferente que no es aplicable a cualquier espectáculo, creo que tiene que ver con el mundo de la fantasía, del morbo, de la seducción, la sexualidad, todo eso lo tenía el espectáculo en vivo y lo tiene su versión virtual, que nos permite vivir esta especie de limbo donde todo el mundo está preocupado por su futuro laboral, nosotros estamos muy encaminados en lo nuestro.