“Vamos que tienen que aprender andar bien en moto para que vayan con el Nono por el campo”, les recuerda siempre José a sus nietos Francisco y Eitan.
Es que los chicos están dando sus primeros pasos en el mundo de las dos ruedas con motor.
Son los nietos de José Mantica, un veterano corredor de enduro campeón en distintas categorías locales y de otras provincias. A los 65 sigue en las carreras, pero también sueña con andar por el campo, las huellas entre los cerros junto a su hijo Gastón, Francisco y Eitan.
“Es una forma de mantenernos unidos por la misma actividad, porque este deporte de competencia es muy “antifamilia”, siempre tenés que estar viajando de un lado al otro los fines de semana”, indica Gastón. Y José acota: “ y entre semana, además de trabajar, tenés que entrenar”.
Sobre sus inicios en esta especialidad del motociclismo y que tanta pasión le despertó, el vecino de Dorrego, precisamente de calle Vélez Sarsfield, asegura: "Empecé de grande, en noviembre del 92 compré una DR 350 (Suzuki), sin ningún tipo de experiencia, comencé a practicar y en el lote de acá al lado me caí en las dos primeras curvas que hice. Creía que era más fácil. Después me dijeron que me iba a adaptar mejor a una XR y así fue, compramos una XR 600 (Honda) y salimos de excursiones. Salíamos con Marcelo Yañez y Alvaro Hidalgo,ambos iban con sus novias y yo los seguía, o trataba de seguirlos", recuerda José. Y agrega: " Después de un tiempo mis amigos me animaron a correr, porque me decían que tenía condiciones. Y así entré a este mundo de las carreras".
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“Ya en el 97 empezamos a correr, mi hijo ganó en Novicios y con 43 años me anotaron en Master B y salí tercero”, cuenta Jose de su primera competencia, que se realizó en Papagallos, organizada por Coco Ruiz, quien falleció recientemente. También se acuerda que en ese momento, "los que andaban más rápido eran Rubén Martínez, Bevilacqua y Cicceri. El Cabezón Pons, eran los mejores de aquel momento”.
Ya instalados en las carreras locales, se interesaron por las competencias en otras provincias y así fue que anduvieron corriendo por Chilecito, en La Rioja; en Córdoba, la Patagonia y otras reconocidas clásicas nacionales.
En el año 2000 compró una 426, una Yamaha que es una de sus preferidas. “Pero en la 600 me cansé de correr con la XR, he quebrado manubrios, he cortado rayos, partido llantas, cortado los tornillos de los pedalines de tanto andar parado -se los soldábamos al cuadro directamente-. Además, frenar una XR era todo un desafío”.
“Desde que empezó a andar, lleva destruidas 19 motos”, interrumpe Gastón con una lista en la mano."Nadie quería comprar mis motos por el uso que le daba”, asegura José, quien fue mecánico de autos, luego tuvo una agencia y desde hace varios años es propietario de un geriátrico en el corazón de Dorrego.
Con el nuevo milenio, llegaron los triunfos para Mantica y en 2000, 2001 y 2002 se coronó campeón mendocino en máster. Cuenta que en 2003 tuvo que buscar otros rumbos, debido a que ese año nadie se presentó a correr. “Llegué solo, me fui a correr a Córdoba y allí gané dos campeonatos. Luego fue a San Juan, “donde aprendí mucho y ya en 2007 salí campeón argentino”.
Descansó tres años y en 2010 nuevamente fue campeón argentino. Repitió en 2014. En 2011 empezó a correr en el APE, Campeonato Patagónico y allí obtuvo 2 títulos en total. También comentó que en 2016 retomó el Argentino, pero tuvo que dejarlo de lado a raíz de un problema de salud de su esposa y este año hizo las tres primeras fechas.