-¿Que balance hace de 2016?
-El sistema financiero es el centro modal de lo que pasa con todos los sectores económicos. Es decir que en nosotros repercute cada una de las decisiones de las empresas.
El 2016 fue muy particular porque se acomodaron muchos desajustes que tenía la economía argentina y eso provocó un cambio de comportamiento del sector empresario.
Con la liberación del cepo, por ejemplo, dejaron de comprarse pesos y empezaron a crecer las compras y depósitos en moneda extranjera.
Aumentaron más de un 180% la cantidad de depósitos en dólares en comparación al año pasado y crecieron 250% los préstamos en esa misma moneda.
En lo que respecta a pesos, tuvimos un período sin mucha demanda de préstamos, pero a partir de agosto hubo un fuerte repunte, tanto de empresas como de individuos.
-¿A qué se debió ese repunte?
-Creo que la economía está empezando a reaccionar de la mano del agro, las economías regionales, la obra pública y la obra privada.
Hoy no es tan importante el crecimiento del campo en el 2002, pero aumentó 30% el área sembrada de granos y eso permitirá un ingreso de U$S 7 mil millones nuevos para el 2017.
Por su parte, las economías regionales se han visto beneficiadas con el acomodamiento del tipo de cambio y la baja de las retenciones. Tuvieron un período de transición, pero ahora han empezado a generar más actividad económica.
En lo que respecta a la construcción ha repuntado la obra pública y va bien encaminada la obra privada.
-¿Han funcionado los créditos hipotecarios lanzados por el Banco Central?
-Hay oferta por parte de los bancos, pero con muy pocas operaciones. Como son créditos ajustados a la inflación, no han podido arrancar.
El problema es que los créditos acumulan una tasa de interés del 25% en ocho meses, y eso no es nada atractivo.
No obstante, somos positivos a futuro. Creemos que en 2017 la inflación será del 15% y en 2018 del 10%. Eso hará que los préstamos sean fáciles de pagar y tengan mucha más demanda.
-Sí hubo una buena respuesta en el mercado de acciones...
-Sí, para nosotros fue muy relevante. Si bien salimos al mercado en mayo del año pasado, tomamos la decisión de emitir acciones a nivel local e internacional mucho antes que se supiera el resultado de las elecciones.
Independientemente de quien ganara, nosotros teníamos confianza. Por suerte no nos equivocamos. Se resolvieron rápidamente muchos problemas macroeconómicos como el cepo cambiario, la caída de reservas y el default.
Afortunadamente tuvimos una demanda muy importante en el mercado accionario. Nos ofertaron comprar tres veces lo que ofrecimos en el mercado.
Podríamos haber emitido más cantidad, pero creímos que podíamos absorber y traer al país $ 3.500 millones. Obviamente inyectamos ese dinero en el país a través préstamos, lo que nos permitió apalancar la toma de depósitos y así poder crecer.
Para tener una idea de lo que significaron nuestras acciones, destaco que este año vamos a crecer $ 15 mil millones de pesos en préstamos.
-Al final el Congreso no aprobó el impuesto a la renta financiera...
-Poner impuestos nuevos a una sociedad que ya no tiene manera de enfrentar la carga tributaria hubiera sido grave.
Se podía pensar que es justo que los depositantes paguen un impuesto sobre su interés en bonos y plazos fijos, pero hay que tener en cuenta que los depositantes ya pagan otros impuestos. Abonan Sellos indirectamente y se paga 7% en Ingresos Brutos sobre la tasa de interés activa, no sobre el diferencial. Eso al final del día es una tasa de interés que termina pagándola la persona que toma un crédito, ya sea una empresa o un individuo.
Si se cobraba un impuesto del 35% sobre el interés del depositante (sobre su ganancia), lo único que se iba a lograr es que los bancos pagáramos mayor tasa de interés y ese impuesto se iba a trasladar a quien tomara un crédito, porque iba a pagar una tasa de interés superior.
En definitiva, se les iba a generar mayores costos a las personas que generan actividad económica.
-¿Considera clave entonces que no se carguen impuestos al sector financiero para que el país logre crecer?
-Hace cinco años que el país en neto no crece. En 2017, con las variables macroeconómicas ya ordenadas, podemos aspirar a crecer 3,5% anual todos los años y sacar mucha gente de la pobreza, pero para eso se debe proteger a los inversores en el sector financiero.
Chile, por ejemplo, ha sido muy prolijo en los últimos años cuidando al ahorrista y a quienes hacen inversiones a largo plazo, como a las AFP chilenas. Eso les permite tener una tasa de pobreza del 11% y nosotros, con muchos más recursos que Chile, tenemos una tasa de pobreza mucho más alta.
Creo que los impuestos destruyen a cualquier actividad y lo que hace falta en este país es ahorro. En Argentina los plazos fijos representan solo el 12% en relación al PBI, cuando en países como Brasil es el 50% o en Chile es el 75%. Eso demuestra que lo peor que se puede hacer es atacar al depositante.
-Durante la gestión anterior el Gobierno Nacional incentivó mucho el consumo a través de financiación en cuotas. ¿Aún queda margen de endeudamiento para los consumidores?
-Una forma rápida de verlo es la calidad de cartera que tenemos. La realidad es que en Argentina la cartera que no paga, que se denomina la "cartera regular", dividido el total de la cartera, es muy pequeña en relación a cualquiera de los países de América Latina.
Hoy está en el 1,1% la relación entre los que no pagan sobre el total de cartera y pese a todos los vaivenes económicos, no ha crecido esa tasa.
Siempre hay casos, por supuesto, pero no es el general. Creemos que las familias argentinas tienen todavía una capacidad muy alta para endeudarse y comprar.
-En muchos casos las comisiones bancarias de cajas de ahorro y cuentas corrientes han subido más que la inflación el año pasado, ¿a qué se debe?
-Nosotros y cualquier otro banco tratamos de poner precios que son acordes al servicio que brindamos. Tuvimos cuatro años con tasas de inflación por arriba del 30% y nos permitían aumentar los precios solo en el orden del 15%. Los gastos, principalmente los salarios de los empleados, crecían arriba del 30% y se produjo una distorsión respecto a las comisiones.
Nosotros tenemos un criterio de ir ajustando el valor de nuestros servicios acorde al avance de la inflación.
Destacan desempeño del banco en EEUU
El medio estadounidense Latin Finance reconoció a Grupo Supervielle con el premio Initial Public Offering of the Year por su desempeño en el inicio de operaciones en las bolsas de Buenos Aires y Nueva York.
Luego de una exhaustiva investigación y evaluación de las actividades desarrolladas por diferentes agentes que operan en el mercado financiero, se realizó la entrega de premios Deals of the Year 2016 en una ceremonia realizada en el Pierre Hotel de Nueva York. La misma contó con la presencia de José Luis Panero, gerente general de Grupo Supervielle y Alejandra Naughton, CFO del Grupo.
Al respecto, José Luis Panero destacó: "Al duplicar su base de capital, Grupo Supervielle multiplica su potencia comercial ejercida a través de su vasta red distribuida en todo el país, dirigida a una base de más de 2 millones de clientes, con especial foco en pymes e individuos".
La entidad premiada es elegida por los editores de Latin Finance, tomando en cuenta el tamaño de la transacción, su complejidad, los elementos innovadores del proceso, su relevancia para el mercado y su ejecución.
Por su parte, Alejandra Naughton participó durante el evento en una mesa redonda de discusión acerca de la estrategia del mercado financiero, junto a especialistas de distintas partes del mundo, y afirmó: "El éxito del IPO de Grupo Supervielle encontró su piedra angular en el hecho de estar preparados en un momento único del país, de la industria bancaria argentina y de la compañía en particular".
El reconocimiento es significativo para Grupo Supervielle ya que corona su extensa trayectoria y lo posiciona como la primera compañía nacional de los últimos diez años en haber salido en simultáneo a los mercados local e internacional para ampliar su base de capital, convirtiéndose así en un catalizador del interés del mercado inversor por emisiones argentinas.
Perfil
José Luis Panero se recibió de economista en la Universidad Nacional de Córdoba en 1988, hizo máster en finanzas en la Universidad del Cema en 1991 y realizó un posgrado en Harvard Business School en 2009.
Su relación con Banco Supervielle comenzó en agosto de 2002, cuando asumió como gerente coordinador de finanzas y mercados capitales. En 2006 se hizo cargo además de la presidencia de Supervielle Asset Management, una división administradora de Fondos Comunes de Inversión.
Su experiencia lo llevó a ser nombrado gerente general del Grupo Supervillle en 2009, posición que mantiene en la actualidad. Al mismo tiempo es director de Supervielle Seguros y Chief Operating Officer (CCO) de todo el Grupo Supervielle.