La temporada en el París Voley de Francia ha sido una de las mejores para José Luis González, más conocido como "Pepe González". El opuesto del vóleibol mendocino, más precisamente de San Rafael y ex Selección argentina se consagró campeón con el equipo francés y ascendió a la A-1 de esa Liga. Pese a ser la figura y el máximo anotador en las finales, no renovó contrato con el equipo parisino y aún no sabe cuál será su rumbo en Europa, pero tiene la certeza que esta será su última campaña en el extranjero, donde lleva jugando 12 años. "Se lo prometí a mi esposa (Alejandra), que este será el último año y nos volvemos a la Argentina. Si encuentro club seguiré jugando, sino veremos", desliza el gigante de 2.06 metros, quien visitó por primera vez la redacción de Diario Los Andes.
Ha tenido una vida intensísima en el vóley y desde 2014 a 2018 integró el seleccionado nacional que dirigió Julio Velasco, con quien, dice: "Teníamos una relación rara, pero siempre me llevó a los torneos más importantes y conmigo siempre cumplió". Jugó dos mundiales 2014, 2018, los Juegos Panamericanos 2015, donde ganó la medalla de oro y los Juegos Olímpicos de Río 2016.
En el París terminó siendo un jugador valiosísimo y fundamental en el ascenso. "Mucha gente no podía creer que yo no siguiese en el club, me han tratado tan bien. Con mucha pasión y fanatismo realmente ha sido mi mejor temporada en números, a mis 34 años", sostiene González, que nació en Buenos Aires, pero desde hace tiempo sostiene que es sanrafaelino y mendocino por elección.
Se asombra de la situación, los precios en el país, se queja del comportamiento de la gente: "Es que en esos lugares se respetan muchos las normas y la gente es muy educada. Otro tipo de vida. La verdad es que cuando estoy allá extraño el afecto, la familia y el contacto con los amigos. Pero cuando estoy acá, de allá extraño otras cosas, como las normas y modales", expresó Pepe.
-Sos un ídolo del deporte de San Rafael.
-Soy el primer deportista de esa ciudad que jugó en los Juegos Olímpicos y el primero en ganar una medalla de oro en los Panamericanos. Y eso no es algo fácil de lograr, por eso me siento orgulloso.
-Hablando de Juegos Olímpicos, la Selección tiene que jugar el Preolímpico para Tokio 2020 ¿como has visto el equipo de Marcelo Méndez?
-Me gusta porque apunta a un juego más agresivo, no tanto a la recepión, donde ahí podemos diferir, porque hoy en día sin la recepción, la pelota alta en un triple bloqueo, te la tocan o te la re juegan y te contraatacan fácil. Me gusta como paró al equipo, dándole lugar a Palacios (Ezequiel) que con espacios, el ‘Pala’ es un toro atacando.
-También ha crecido Bruno Lima, quien era tu reemplazante o viceversa.
-Bruno tiene que ir perfilándose y pidiendo cancha, pero todo es un tema de carácter. Tiene que ir apareciendo, aunque aún es muy pichón.
-Se volvió de Europa y va a jugar la Liga Argentina.
-Es que en Europa cuando llegás al punto 20, la pelota va al opuesto, para eso estás, para eso te contratan. Ahí sos ídolo o el peor del equipo, eso no significa que seas un mal jugador, ya que podés tener una mala temporada, pero es difícil.
-Realmente los dos últimos años te fue muy bien en el vóley francés.
-Sí, la verdad que sí, y llevaba una vida muy francesa. Mi señora era chef en un restaurante en París y el nene va al jardín allá. A las 7 de la mañana estábamos arriba para ir a nuestra actividades y a las 6 nos volvíamos a encontrar para merendar, y luego a la cena.
-¿Cómo te han tratado en tu regreso a San Rafael?
-Muy bien, es que me considero un tipo simple y voy donde me llaman, ya sea a una charla de hockey césped, para contar mis experiencias, a tomar mate en algún lugar o un club si me invitan o a una entrevista, a una radio o donde sea. Hay que gente que me llama y me quiere conocer… No aviso nunca cuando llego, pero empiezan a llamar y a invitarme asados, le digo que sí a todos (risas). No tengo auto, ando en la camioneta de mi hermano, pero generalmente salgo a caminar, me gusta pasear por la ciudad y disfrutar por ejemplo, del otoño en Mendoza. Es que son cosas que allá no puedo hacer y esas son algunas de las diferencias.
-Me contabas que sos padrino de una Fundación
-Sí, de Tremo Kahuel de unos chicos con discapacidad con equinoterapia estoy muy contento con eso. Al lugar lo conozco desde hace dos años, pero me invitaron y… en los años que llevo jugando al vóley fue la experiencia más placentera que he vivido. He ido a hospitales a entregar juguetes y a otros lugares, pero este fue un amor incondicional y aprendí un montón de cosas. Hacen todo a pulmón y yo me lo tomé muy a pecho. No tienen plata para comprarle alfalfa a los caballos y he pedido una ayuda para ellos.
-¿Te vendrías a terminar tu carrera en Mendoza o Argentina?
-Sí, mi señora está cansada y si bien San Rafael es nuestro hogar, apenas estamos tres meses al año. El resto del año la pasamos fuera del país. La idea es estar una temporada más afuera y volver a la Argentina.
“Mi sueño es poder jugar con un equipo de Mendoza de Liga Argentina, es un proyecto que tengo. No importa si es un equipo de Tunuyán, San Rafael o de la Capital. Tiene que ser un equipo que nos represente a todos. Mi sueño es ese armar un proyecto para tener un equipo de Liga, sino lo logro para el año que viene la idea es jugar una temporada más en la Argentina.. eso se verá. Una en Europa y otra en Argentina y luego tomaré la decisión para ver qué hago”.
-¿Estás cansado de tanto entrenamiento y cosas así?
-Un poco. De cabeza estoy bien, pero siempre en el último mes de juego me agarra la ansiedad por volver a Mendoza. De estar con los amigos, la familia. Me quiero ir.
“Después en los objetivos llego bien a los play off y se que los más importante está ahí. Es el final de temporada y físicamente estoy muy bien, pero me doy cuenta que el cuerpo no se recupera a la velocidad de antes, entonces voy viendo como controlar las fuerzas”, cerró.