José Luis Gioja habla a sus anchas con serenidad, campechanía y espontaneidad, pero a la vez con el cuidado de la palabra de todo político experimentado. Tres veces gobernador de San Juan, senador nacional en pleno 2001 y sobreviviente de la caída de un helicóptero en 2013, el presidente del PJ se mostró confiado en que la Argentina crecerá este año, aunque señaló que eso depende de la renegociación de la deuda.
En una entrevista con Los Andes, el diputado y actual presidente del PJ, de 70 años recién cumplidos, atribuyó el fracaso de la ley minera en Mendoza a la falta de un consenso social grande, al que debiera haberse llegado antes de discutir el proyecto en el Poder Legislativo.
Tampoco ocultó su deseo de continuar presidiendo el partido de gobierno, que renovará autoridades en mayo, cuando podría enfrentarse en internas al gobernador chaqueño, Jorge Capitanich. Aunque insinuó que prefiere una solución de consenso.
-¿Qué opina de las declaraciones de Mauricio Macri, que dijo que él venía advirtiéndoles a sus funcionarios sobre el nivel de endeudamiento...?
-Es una confesión, un reconocimiento de las atrocidades que hizo como presidente, su ineptitud para gobernar. Si vos les advertís a tus colaboradores directos que va a pasar esto y no te dan bola, y pasó, por lo menos una patada en el traste tenés que pegarle. [Luis] Caputo era el Messi de las finanzas. Dijo acá, en la comisión bicameral de Seguimiento de la Deuda, que las offshore eran cajas fuertes. Después se da cuenta Macri de que eran malos. Gobernar también es tener que pisar un callo y algún amigo, entre comillas, del Cardenal Newman o no sé de dónde.
-¿Qué expectativas tiene sobre la reestructuración de la deuda de las provincias?
-Una cosa que ha pasado, que la dijo el Presidente y yo la ratifico, es que las provincias más endeudadas y las más comprometidas son las que han sido gobernadas por el oficialismo de entonces. Jujuy, Mendoza, Buenos Aires... Las gobernadas por ellos. Hubo un grado de irresponsabilidad por parte de sus gobernadores [aludió a los radicales Gerardo Morales y Alfredo Cornejo y a la macrista María Eugenia Vidal, respectivamente], que tomaban deuda, tomaban deuda, y creían que la Nación después iba a salir a pagársela. No es tan así. Se dedicaron a endeudar en demasía y ajustar en demasía.
-El Frente de Todos tiene una forma extraña: la vicepresidenta es la líder y el Presidente es un dirigente importante pero sin liderazgo...
-¡Es que esa es la médula del plan! Yo creo que Cristina, además de ser una gran compañera, es una gran estratega. [Jaime] Durán Barba, no al pedo, dijo lo que dijo de ella (“Cristina Kirchner es la mujer más brillante de la historia argentina”), tuvo que reconocerlo. Yo, como peronista, la verdad es que me siento orgulloso y he sido parte de esto.
-¿Cómo se armó?
-Veníamos hablando con ella. Le decíamos que tenía que ir al partido. Nos decía: yo voy a ir, yo voy a ir. Veníamos hablando con Alberto y con Wado [de Pedro]. [José Manuel] de la Sota, estoy casi seguro, iba a integrar la comisión de acción política [del PJ]. Schiaretti gana muy bien en Córdoba y muchos peronistas, entre comillas, que estaban en esta cosa de Alternativa Federal, que [Miguel] Pichetto, que [Juan Manuel] Urtubey, muchos gobernadores miraban a Córdoba, que era el boom, y nosotros estábamos en el peor momento. Entonces, le insistimos a Cristina en que tenía que venir al partido. ¡Y fue ese mismo martes! Inteligentísima. Y esa foto con todos juntos fue muy buena. Y el sábado siguiente ella hace el anuncio [de la fórmula Fernández-Fernández] y nos descolocó a todos. Fue una estrategia espectacular. Y de ahí en más hacer el frente fue un paso. El gran nudo que había que atar era Unidad Ciudadana-justicialismo. Había que dejarse de joder y juntarse.
-¿Y Alberto?
-No hay albertismo y no hay cristinismo, hay Frente de Todos, hay ganas de salir, ganas de abonar todos los días la unidad de los argentinos.
-En mayo se renuevan autoridades del PJ, ¿usted quiere seguir? Dicen que Jorge Capitanich quiere sucederlo.
-Hay que ser prudente con estas cosas. Vamos a ver cuál es el mejor procedimiento en un país que está en crisis. No vamos a batir el bombo en un país que está como está. Porque no vamos a pelearnos por nada, porque hay que pelear por el país.
—¿Qué margen tiene Fernández para impulsar la minería, como prometió, teniendo en cuenta el problema de Mendoza, con la ley que finalmente Rodolfo Suárez debió derogar?
-Vos no podés hacer ninguna tarea, de ningún tipo, si no trabajás políticamente y si no generás los consensos necesarios. Si gobernás, pisás callos, siempre, pero tiene que ser de una manera que podás consensuar, mostrar y ver. En San Juan, a partir de 2003, iniciamos un proceso del que hoy nos sentimos orgullosos porque lo podemos mostrar.
-¿Y cuál es el resultado económico que tuvo esa decisión?
-Está a la vista: San Juan creció el 177 por ciento en su producto bruto geográfico en 11 años que lo medimos, de 2004 a 2014. En San Juan, cuando nosotros llegamos, en 2003, se exportaron 40 millones de dólares. Llegamos a exportar casi 1.900 millones de dólares. Es cierto que la minería, para hacer cualquier cosa que tenga que ver con el crecimiento y el desarrollo, indudablemente que hay una adhesión al espacio físico: construís un edificio, hacés un dique, indudablemente. Ahora, si no hacés un dique en San Juan, ¿cómo hacés para tener agua para tomar? Hoy están viniendo 13/14 metros por el río San Juan, en una de las sequías más grandes de la historia de San Juan.
—La crisis hídrica es importante.
—Sí es importante. En Mendoza, igual. Decí que tenemos tres diques en San Juan y agua guardada en esos tres diques, si no tendríamos que estar en una súperemergencia. Pero por encima de todo está el desarrollo y el crecimiento que eso te genera. Definamos, además, cómo sería una sociedad sin minería, sin el celular, sin dientes de oro que se ponen algunos, sin todas las cuestiones electrónicas que hoy se usan, sin metales. Ahora, la licencia social vos la tenés que trabajar. Viene alguien que dice que están matando a todos porque nos envenenan y no hay alguien que aclare, que ponga la jeta y que diga que eso no es así.
-¿Estuvo mal llevado el tema en Mendoza?
-Se tendría que haber llegado a un consenso social más grande, primero. O haber salido los dirigentes a explicarla. Pero no salió nadie a explicarla. La gente avanzaba, nadie salió a poner la cara, nadie salió a decir nada. Entonces, era como que el reclamo tenía razón. Y a mí me parece que no, porque la minería es una actividad productiva como cualquier otra, que tiene reglas que cumplir. Los países desarrollados del mundo, todos, tienen y han tenido minería. Estados Unidos, Canadá, Australia, Inglaterra, con el carbón, todos.