El catalán Kilian Jornet ha vuelto a coronar la cumbre del monte Everest. El 28 de mayo llegó a la cumbre, sin oxígeno artificial, de un tirón y en 26 horas tras partir del monasterio de Rongbuk (5.100 metros), esta vez ha empleado 17 horas al partir del Campo Base Avanzado (6.500 metros).
Jornet salió el 27 de mayo y completó la distancia de una sola vez a pesar del fuerte viento presente en el techo del mundo. No uso oxígeno adicional ni cuerdas fijas. Una vez coronada la cima retornó al Campo Base Avanzado lugar elegido para el descanso, así anunció - en las redes sociales- el equipo del proyecto Summits of my Life.
Durante los últimos días se había especulado sobre un segundo intento de cima, después de que en el primero se viera lastrado por unos problemas estomacales. Su equipo no confirmó el segundo ataque hasta que Jornet lo completó.
En la primera cima empleó 19 horas y 25 minutos en recorrer la distancia entre el Campo Base Avanzando y la cumbre, aunque acumulaba cerca de 30 kilómetros en sus piernas. Había tardado 4 horas y 35 minutos en llegar desde el monasterio y además descansó dos horas. Su registro de 17 horas no es el más rápido en el Everest.
El austríaco Christian Stangl empleó 16 horas y 42 minutos en 2016. Diez años antes Hans Kammerlander tardó 16 horas y 45 minutos en su ascensión por la cara Norte. La velocidad es una marca de las expediciones de la última década.