No hace mucho tiempo se calzaba el buzo, impartía órdenes, diagramaba esquemas y salía a ganar. Así cosechó, halagos, títulos, y reconocimientos. Pero cada vez que uno se lo cruza repite ese latiguillo firme y sincero.
"Fue todo gracias a los jugadores que dirigí, no al mérito mío. Yo tenía dos o tres clubes para elegir todos los años". Y esa certeza iba de la mano del convencimiento. De Mendoza ya nadie lo movería. "Yo fui al Palestino de Chile, estuve 15 días y no quise estar. Después en el Santa Marta de Colombia, una semana y dije no.
Pero a mi me encanta Mendoza. Yo en Cipolletti aguanté un año, en San Luis aguanté dos años. Despues me llamaron de Puerto Madryn, no quise arreglar. A Mendoza no lo cambio por nada”
Y comienza a desandar su experiencia única, desde la llegada a nuestra provincia, por la puerta de Palmira. “Yo vine en el 69, alterné otros lugares, como San Rafael donde tuve una confitería grande, dirigí Pedal, cinco veces campeón. Me gustó aunque he tenido mucha suerte, cosechar amigos. A Cualquier cancha que voy en Mendoza, me tratan de una manera que siento.. ‘algo he hecho’”.
“En 1968 llegaron a Junín los dirigentes Manuel Cossio y Ángel Torti, con la intención de cerrar los pases del arquero Cambareri, Allende, Traverso y la China Oscar Ayala, al Atlético Palmira. Cuando comentaron que seguían viaje a Rosario para contratar a César Castagno como entrenador, el secretario de la Liga, de apellido Ravadán, me recomendó a mí: ‘¿Para qué van a ir tan lejos si acá hay un fenómeno que está para dirigir en Buenos Aires?’.
Y me cayeron a la casa, me dijeron: 'Queremos que conozca Palmira. Al otro día me hicieron una oferta interesante en comparación a lo que ganaba en Junín. Me quedé y debutaba en un clásico ante San Martín. Llegué a la 1 y era tremenda la cantidad de gente. Ganamos 2 a 0, estuvimos 14 fechas invictos. Jugaba Camargo, Rivas, Zubialde, Allende y Dubrowzcki, Vico, Luis Gimenez y Ortega. Traverso, Roldan y Nore".
Y manteniendo viejos códigos pide no hablar de deudas no cobradas en tantos clubes. Porque, cuenta, "te podría hablar de varios equipos que me quedaron debiendo. Pero nunca le hice un juicio a un club".
Para para hacer una pausa y volver enamorarse del club que alumbró su carrera por estos lares. "Le tengo que agradecer a Palmira, porque me dio a conocer. Si vos supieras los clubes que me venían a buscar. Y todo gracias a esos jugadores, a ese plantel, y a ese club".
Siempre confió en su olfato para armar aquellos planteles inolvidables. Así lo recuerda: "A los jguadores los buscaba yo. En el 74 le dije Don Esteban Constantini voy a traer un '5' de Maipú. El 'Lalo' Eduardo Bazán había estado en el '72 conmigo en Maipú" Y se toma unos minutos para hablar de uno de sos jugadores predilectos en su carrera.
“En el del ‘74, el Lalo Bazan hablaba los 90 minutos. Jugamos 4 partidos contra Menotti, y siempre el Flaco me preguntaba cada vez que nos enfrentaba: ‘¿Qué se hizo ese negrito que jugaba de 5?’ Se había vuelto loco con el ‘Lalo’”.
Y después de tantas canchas y tantas figuras, se anima a sentenciar que “Teodoro Fernández fue el mejor delantero que vi en el fútbol mendocino. Estuvo 7 años al lado de Brindisi en las Palmas. Yo tuve genios, pero el Teodoro era un exquisito. 1,90 de estatura, un fenómeno”.
La charla se extiende por más de una hora, no tiene cortes ni desperdicios. Como esa larga carrera de entrenador que algún día concluyó.
"Hace 3 años atrás me vinieron a buscar, no te quiero decir la institución pero les dije: ustedes tienen técnico. Me di cuenta que ya no dirigiría más. Yo podría ser un asesor, un consejero. Uno va a verlo a Palmira pero nada más. A la gente, al pueblo de Palmira lo quiero mucho. En otras instituciones las condiciones económicas eran distintas. En San Martín con don Esteban Constantini, en Gimnasia con Nazar, Pescarmona, Kolton, Guzzo. En eso clubes no les hicimos faltar nada a los jugadores. Entonces allí si uno tenía la autoridad moral para exigirle a esos planteles".
Y no se fue sin desafiar con otra gran verdad: car algo que es otra gran verdad: “Vos tráeme un técnico, un árbitro, un dirigente o un jugador, que diga que algún día le mentí o no lo ayude. Siempre respete y fue de frente. Cuando perdíamos, mi vestuario estaba abierto a cualquier periodista. ¿Qué tanto misterio, si perdiste?”, concluye el inefable Turco Julio.
La gran coronación del Jarillero
Copa Argentina del ‘70. Para llegar a la Copa Argentina debimos pasarpor el Torneo de los 4. Le ganamos a todos, fuimos a las finales con Gimnasia, el gran Gimnasia del Victor. Empatamos uno a uno y después ganamos por penales. Se querían morir. Al mes debutamos en la Copa Argentina contra el Independiente campeón de todo. Fue 3 a 1 y 2 a 2. El Diablo tenía a Adorno, De La Mata, Bernao, Pavoni, Santoro, Comisso, Zemenwicz.
Terminamos esa Copa (perdemos por penales con Lanús), y me llama San Martín. Entonces vamos a un Regional. Jugamos contra All Boys de la La Pampa en esa ciudad. Volvemos el día lunes y el miércoles nos hacen jugar la final del torneo de los 4 ante Gutiérrez en cancha de Godoy Cruz y ganamos 3 a 1.
Siendo ganador del torneo de los 4, nos obligan a jugar sábado y domingo contra el campeón, Andes Talleres, cancha de Godoy Cruz. Fue la famosa semana que jugamos ¡4 partidos! Era un equipo fantástico Talleres. Ganamos 1 a 0 y empatamos 0 a 0. Antes del segundo partido le decía a mi dirigencia, ‘no van a aguantar’. ¡Pero qué equipo, qué dignidad!
En resumen
Nombre completo: Jorge Julio
Nacimiento: 9 de julio de 1933
Clubes: Desde aquel increíble Atlético Palmira de la Copa Argentina y los Nacionales con Atlético San Martín y Gimnasia y Esgrima en las décadas del '70 y del '80, hasta los logros con Deportivo Guaymallén, Pedal Club de San Rafael, Atlético Palmira en el ascenso y Juventud Unida Universitaria de San Luis. También dejó su marca en Maipú, Independiente Rivadavia, Andes Talleres, Leonardo Murialdo, Huracán y Balloffet de San Rafael, Luján de Cuyo y Cipolletti.