Dicen que es un tipo serio, de diálogo difícil y pocas pulgas. Pero cuando uno va conociendo al “Negro” como lo conocen los íntimos a Jorge Almirón, se advierte un tipo sencillo, familiero y con códigos inquebrantables. Si hasta se da el lujo de abrir la charla con Más Deportes, con una humorada.
-¿Haber salvado a Godoy Cruz del descenso es uno de los logros más importantes de tu carrera?
- (Risas) Ese y el hacerlo jugar a Gonzalo Díaz. No, en serio. Estaba difícil. Pero bueno, en el fútbol no hay nada fácil.
-Y siempre se reconoció que se salvaron jugando al fútbol.
-Y esa era la intención. Se intentó jugar y no fue fácil.
-Este Independiente juega parecido a aquel Godoy Cruz.
-La intención es la misma. Por ahí la disposición en la cancha es diferente. Otros jugadores, otros nombres, otras obligaciones pero la intención es la misma.
-Ya te tocó enfrentar al Tomba con el Rojo (el año pasado terminaron 2 a 2). ¿En qué momento los agarra esta nueva visita?
-Uno va viviendo el día a día. Se tiene que acomodar a lo que va pasando en torno al club. Este Independiente es un equipo nuevo. Es un torneo largo, pero el proceso se respalda si hay resultados. Así son los equipos grandes. En Godoy Cruz la presión era otra. Estábamos peleando el descenso y todos los fines de semana era una final. Era un compromiso de la directiva, los jugadores y el cuerpo técnico.
En este caso, las obligaciones son otras. Este es un equipo grande, estamos primeros en la tabla del descenso. Ya hay otra expectativa en Independiente hacia el futuro.
-¿Cambió mucho para vos, pasar de Godoy Cruz a Independiente, en el día a día?
-A mí, en la manera de trabajar, de conducirme con los jugadores, no me cambió nada. Sí uno tiene que estar atento a lo que dice, a lo que hace. Porque cualquier cambio, cualquier decisión se cuestiona. Se analiza más el resultado. Cambia el entorno semanal, hay mucha prensa, se magnifica todo, para bien y para mal. Es muy extremista. Hay que estar atento a lo que uno proyecta. Es un partido en la semana contra los medios y otro partido el fin de semana contra el rival de turno.
-Muchos técnicos salieron de Godoy Cruz y se proyectaron a equipos grandes, como Cocca, vos, Batista a la Selección...
-Si. Y mi carrera también pudo seguir en Godoy Cruz. Se me encomendó una tarea bastante difícil. Lo que más me importaba cuando vine a Godoy cruz era poder llegarle a los jugadores, que ellos estuvieran convencidos de la idea. Recuerdo que en la primer charla me miraban, no soy mucho de hablar sin que me conozcan tanto. Fui directo al trabajo, así nos fuimos conociendo. Había un objetivo y era salvarse del descenso. Se sometieron al proyecto y lo hicieron bien. Aprendimos y crecimos todos, mutuamente. Después del proceso exitoso muchos crecieron.
-En las notas deslizabas las ganas de quedarte en Godoy Cruz por mucho tiempo.
- Sí, sí. Ya no viene al caso recordar los motivos, pero no hubo acuerdo para que yo me quedara.
-En coincidencia con esos otros DT, que no duraron más de un año.
- No lo sé. Yo entendía que muchos de esos jugadores al terminar ese proceso, se iban a ir…
- ¿Y a Godoy Cruz lo mirás?
- Sí, por supuesto. Es un equipo nuevo, no es fácil. Aquel que yo agarré traía cierta continuidad, varias temporadas jugando juntos. Tenían otra idea, pero lo nuestro fue juntarlos, transmitirles y ellos se identificaron. No es fácil armar un equipo, lleva tiempo. Cuando los resultados no se dan, se generan dudas.
-El Gato Oldrá siempre te elogia, y dice que si el Tomba está en Primera hay que agradecértelo a vos.
-Lo quiero mucho al Gato. Quizá cuando llegamos recuerdo que nos miró con desconfianza. Pero era lógico, un tipo que quiere tanto a un club, que dio su vida por él, como no me conocía, era una apuesta muy grande. El presidente confió en primer lugar y con el tiempo nos fuimos conociendo con Oldrá. Él se brindó totalmente, me abrió las puertas de su casa y siempre estuvo cerca en los momentos difíciles.
Era uno de los que quería que yo me quedara, pero cuando tomé la decisión, ya no hubo vuelta atrás. Hoy se hace cargo de un club que quiere mucho, y lo va a defender a muerte porque es parte de su vida. Sabe que la gente lo quiere, no va a querer defraudarlos. Tiene una gran capacidad, conoce a los chicos que están. Es un gran técnico y lo está demostrando. Lamentablemente, en los procesos nuevos, los resultados a veces no se dan pero hay que tener paciencia.
-¿Volverías a Godoy Cruz?
- Si. Estoy bien en Independiente y es importante para mi. Para mí volver a Godoy Cruz no sería un retroceso, para nada. Solo se tienen que dar las cosas. Mi idea es seguir creciendo. Aunque la pasé muy bien acá y mi familia también. En Godoy Cruz tenía una gran ilusión, había mucho para hacer y crecer como club, pero no se dio.
-¿Es candidato Independiente? ¿Cuál es para vos?
- Hay muchos equipos armándose. Boca tiene un buen plantel; River es el mejor equipo en varios años. Si tenemos regularidad, también estaremos en la pelea.
El desafío rojo: ganar en Mendoza luego de 46 años
A Independiente lo persigue una verdadera maldición estadística en nuestra provincia, donde hace 46 años que no gana.
Desde aquel 2 a 0 ante el Atlético San Martín en el Este (con dos goles de Héctor “Chirola” Yazalde), jugado el 2 de noviembre de 1969, los de Avellaneda disputaron 15 encuentros en nuestra provincia, y jamás pudieron salir vencedores.
El Rojo cayó dos veces frente a Independiente Rivadavia (2-1 en el Nacional de 1973 y por idéntico resultado en el torneo de la B Nacional de 2014)
Godoy Cruz, su rival de esta noche, le ganó en cuatro de las siete ocasiones que lo recibió, y empataron las otras tres.
El Rojo tampoco pudo vencerlo por la Copa Libertadores de 2011, cuando igualaron 1 a 1 en la fase de grupos del certamen.
El último fue 2 a 2, con goles de Ramírez y Zuqui para el Tomba, y Mancuello y Zárate par el Rojo.