Inglaterra celebró finalmente una mano en un Mundial de fútbol. O dos, en realidad. Las de Jordan Pickford, el joven arquero del Everton que con sus magníficas tapadas guió a los “Three Lions” a su primera semifinal del torneo en 28 años.
Tres paradas extraordinarias y a puro reflejo de Pickford, una mejor que la otra, acabaron siendo fundamentales para que el conjunto inglés derrotara a Suecia y el miércoles tenga la posibilidad de luchar por un lugar en la gran final de Rusia 2018.
“Ha estado inmenso”, lo alabó hoy el mítico ex futbolista inglés Gary Lineker en Twitter apenas concluyó el partido.
Fue una victoria merecida de Inglaterra con los goles de cabeza de Harry Maguire y Dele Alli. Pero Pickford fue elegido con toda justicia como el jugador del partido.
“De esto va el fútbol. De rendir en los grandes escenarios”, señaló Pickford tras el partido. “No me pongo presión de ningún modo. Juego en el momento y me siento fuerte”, afirmó. “Trabajo duro en el gimnasio y en el campo, y las críticas no me afectan”. Y vaya si demostró que se siente fuerte. El rocoso combinado sueco casi no llegó al arco del arquero de 24 años, pero cada vez que lo hizo se topó con un Pickford colosal. Tres disparos y tres atajadas que están entre las mejores del torneo.
De esta manera, Pickford volvió a vestirse de héroe tal como había sucedido en el encuentro de octavos de final ante Colombia, en el que Inglaterra ganó por primera vez en su historia mundialista una serie de penales. Ágil y con una enorme capacidad de salto, Pickford es un producto “made in England”. El joven nacido hace 24 años en Washington, en el distrito de Sunderland, y que tiene como ídolo a Peter Schmeichel jugó en todas las selecciones juveniles inglesas, desde el Sub 16 hasta el Sub 21, y debutó en la mayor el año pasado en un 0-0 ante Alemania en Wembley.
En Rusia vivió algunos momentos de zozobra, en especial tras la derrota ante Bélgica en la fase de grupos.
Sus principales respuestas, sin embargo, llegaron en el campo. Con sus atajadas, Inglaterra está de regreso en una semifinal de un Mundial después de 28 años. Cuatro años antes, en México 1986, Inglaterra sufría con el famoso gol con la mano de Maradona. Hoy, todo un país celebra las manos de un arquero que por entonces ni siquiera había nacido.