Allá, a fines de enero, una mala jugada por parte de la organización del combate que Jonathan Barros debía mantener ante Lee Selby, por el título mundial de la FIB, obligaba a la suspensión de la pelea por una supuesta Hepatitis C del mendocino.
Sin embargo una contra prueba dio negativo a la supuesta enfermedad pero ya era tarde, la contienda debía ser reprogramada y Barros se volvía desde Las Vegas masticando bronca.
"Fue una bronca enorme. Yo sabía que estaba bien, me mató que jugaran con la salud. Nunca imaginé que me iba a pasar algo así. Creo que en el país nunca había pasado algo por el estilo y me viene a tocar justo a mí", recordó Barros en diálogo con Más Deportes.
“Yo sabía que estaba bien y confiado, pero además ese diagnóstico errado hizo que mi familia, mis amigos y toda la gente que se preocuparan por la enfermedad, eso me molestó mucho”, agregó el púgil mendocino que combatirá el 27 de junio en Las Vegas.
“Sin dudas que fue armado. Y la verdad que no entiendo por qué. En un principio pensé que era porque querían pelear de local, pero ahora la reprogramación salió nuevamente para Las Vegas” aclaró.
“Cuando llegué estuve quince días en los que no tenía ganas de nada porque estaba deshecho. Pero después me di cuenta que había que seguir y volvimos a entrenar. Físicamente estoy 10 puntos y el tiempo que tenemos será para afilar algunas cosas” afirmó.
“Me hubiese encantado que fuera en Mendoza junto a mi gente” explicó.
Al ser consultado si lo toma como revancha, Jony no dudó: “¡Lo tomo con una doble revancha!”
