La figura de Johan Cruyff siempre estuvo muy vinculada con la Argentina. Es que se lo asoció con Diego Maradona como dos de los mejores jugadores de la historia. En la última década, Lionel Messi se sumó a ese grupo selecto de estrellas, del que además forma parte Alfredo Di Stéfano, también argentino. Pero hay otros hechos deportivos que unieron a la estrella holandesa, que murió hoy a los 68 años,con nuestro país.
El más recordado fue su negativa a jugar el Mundial Argentina 1978, en el que la selección de Holanda perdió la final frente al conjunto albiceleste. Durante mucho tiempo, se tejieron varias teorías sobre por qué no quiso venir. Como las que aseguran que se opuso por la sangrienta dictadura que regía en nuestro país, y de la que hoy se cumplen 40 años de su inicio. O las que sostienen que fue por un problema con la marca que vestía al equipo. La verdad, en cambio, se conoció poco tiempo atrás.
En 2010, en una entrevista con un medio catalán, el holandés reveló el motivo de su decisión: él y su familia habían sufrido un tiempo antes un violento secuestro en su casa en Barcelona, lo que le quitó las ganas de participar de la Copa del Mundo y le cambió su "visión sobre la vida". "Por la noche entraron varios hombres armados y nos ataron a mí y a mi familia mientras nos apuntaban", contó Cruyff, quien afirmó que esa también fue la razón de su cortocircuito con el club sobre el final de su etapa como jugador.
"Deben saber que yo he tenido problemas en el final de mi carrera como jugador en este club, pero no sé si ustedes saben que alguien me puso un rifle en la cabeza y me ató, y ató a mi mujer enfrente de mis hijos en nuestro departamento de Barcelona", narró el holandés, que detalló que él logró soltarse y frustó el plan de los secuestradores, según detallo la revista El Gráfico.
En la misma entrevista, Cruyff contó cómo cambió la vida de toda la familia: "Los chicos iban al colegio con custodia policial. La policía durmió en nuestra casa por tres o cuatro meses. Para los partidos, llevaba un guardaespaldas". Y agregó: "Todo esto hace cambiar tu punto de vista sobre muchas cosas. Hay momentos en la vida en los que hay otros valores. Queríamos parar y ser un poco más sensatos. Era el momento de poner el fútbol a un costado. No podía jugar un Mundial después de eso".