Siete decenas de chicos, dueños de los mejores promedios de Mendoza, fueron seleccionados para rendir el concurso para la beca "Dr. Adolfo Calle", que otorga diario Los Andes. Entre todos ellos, Joel Miranda (13) fue el ganador, gracias al escalofriante relato de terror que escribió. El joven recibirá ayuda económica para los cinco años de cursado del secundario.
Con una sonrisa tímida, Joel nos abrió las puertas de su casa en Guaymallén junto a su familia. Ahora está tranquilo, sabe que fue el ganador, y su papá, Roberto, recalca: "Este es el primer logro personal de muchos que vendrán". Por su parte, el joven confiesa: "Sabía de qué se trataba el examen, pero estaba un poco nervioso".
Sin embargo fueron, quizá, su hábito de lectura y su responsabilidad en la escuela los que lo llevaron a ser el ganador, además del apoyo de sus padres. Su mamá cuenta que desde pequeños son socios de la Biblioteca General San Martín, junto con su hermana Jennifer (17). Fue justamente ella quien lo impulsó a empezar a leer. Por eso, desde que se enteraron de que Joel iba a concursar por la beca, fueron a buscar más libros para el verano. "También sacamos libros de ortografía y Jennifer lo acompañó en el estudio", cuenta su madre, Erna.
Según confiesa, el libro favorito de Joel es "Moby Dick", de Hermann Melville. Otro que le gusta mucho es un clásico literario de nuestra literatura, "Martín Fierro" (José Hernández), que leyó en un libro regalado por su abuelo.
El joven se inspiró justamente en los libros que ha leído para escribir el cuento que le dio el primer puesto. "Yo elegí escribir un drama de terror", asgura. En su cabeza ordena la historia y nos la resume: "Una familia que vivía con el abuelo, un anciano que se comportaba de forma extraña e iba todas las noches hacia un árbol de roble; a su lado, una sombra. El pequeño nieto veía todo" (ver aparte).
“Los jurados nos dijeron que entre todas las historia había sido la mejor realizada, que había emocionado mucho a los profesores”, asiente la madre.
A pesar de ser muy bueno para las redacciones, la matemática es su materia preferida.
Es que Joel quiere ser ingeniero, por eso, su pasión más profunda no son las letras, sino los números. Actualmente asiste al establecimiento educativo Ingeniero Pablo Nogués, reconocida escuela técnica de la provincia.
"Quiero estudiar ingeniería en computación", nos dice el joven, que en séptimo grado obtuvo un promedio de 9,80. "Quiero aprender no tanto lo teórico, sino la práctica, tener experiencia para después estar en el trabajo y saber cómo hacerlo", expresa, convencido de que el día de mañana será un exitoso trabajador.
"Hace cosas en la computadora que nosotros no tenemos ni idea de qué se tratan", reonoce su papá en referencia a su amor por la computación y la tecnología, y su mamá, entre risas, confiesa: "Desde chiquito le gustan las máquinas. Tenía dos años y se metía en el lavarropas a manejarlo".
Además de estudioso, Joel es un excelente hermano. Los padres nos cuentan que él y Jennifer son muy unidos. "Si no va uno el otro tampoco quiere ir", dice su mamá. Además se toman juntos el colectivo para ir a sus respectivos colegios.
Con respecto a la suspensión de clases por la pandemia del coronavirus, Joel cuenta que su preceptora le envía las tareas vía WhatsApp. A pesar de que está empezando primer año, aún no le ha costado resolver ninguna de ellas.
Orgullo familiar
Jennifer, su hermana, nos asegura que fue inmensa la emoción de la madre al saber que su hijo había sido el ganador. Además es una beca que necesitan. Ella es celadora y su papá trabaja en el sector privado, y el dinero será una ayuda en momentos de incertidumbre económica como estos.
Su papá expresa que le encantaría que sus hijos tengan lo que él no pudo: un estudio universitario. "Nosotros los apoyamos. Siempre van a tener nuestro acompañamiento para lo que quieran estudiar, ahí siempre vamos a estar presentes", adelanta.
Su mamá asiente y dice que siempre intentan ayudarlos, incluso mandándolos a profesores particulares cuando ha sido necesario, para que reciban un apoyo. El valor que le dan a la educación en su familia, es muy alto.
"Hacemos todo lo que está dentro de nuestras posibilidades como papas", dice y continúa: "También nos equivocamos, vamos aprendiendo cada día, junto con ellos, pero saben que vamos a estar incondicionalmente".
A la distancia... (el texto ganador)
Por Joel Maximiliano Miranda
Ganador de la Beca “Dr. Adolfo Calle” 2020. Representó a la escuela Nº 1-551 “Ángel Vicente Peñaloza”, de Guaymallén.
En mi casa vivimos mis padres, mis abuelos y yo. A mi abuelo siempre le han gustado las plantas pero, en especial, le encanta el árbol de roble y, por la noche, siempre lo visita.
A la distancia lo observo y veo que habla con una sombra. Luego, va a su habitación y se encierra. Actúa de esa forma desde que mi abuela falleció.
Yo, curioso, quería averiguar qué hacía en su habitación. Una noche, mientras él estaba en el árbol descubrí que, en su armario, había una bola de cristal gitana y unas fotos del roble.
En estas fotos estaban mis abuelos con una sombra a su lado. Después de observar las imágenes escuché sus pasos y, rápidamente, dejé las cosas, pero la bola de cristal cayó y se rompió.
Asustado, me escondí debajo de su cama. Mi abuelo entró y, viendo todo el desastre, lloró. Luego de un tiempo, el armario se abrió y, de él, salió la misma sombra que veía a lo lejos, y se lo llevó.
Desde ese día veo el roble con mis abuelos a su lado, con la sombra observándome, a la distancia…
El jurado destacó en el texto la "creación de ambientes"
Cada año, la labor del jurado que selecciona el trabajo de los chicos suele ser ardua.
Pero, también, muy reconfortante. Terminada la selección del trabajo ganador, los miembros del jurado ofrecieron su mirada: "La tarea en esta ocasión, ha sido muy difícil, ya que las producciones presentaron un alto nivel literario y creativo. Las producciones evidenciaron gran variedad de temáticas y una muestra diversa de los géneros literarios.
En los textos se observó una mirada reflexiva, analítica y crítica acerca del mundo adulto, junto con una observación fresca y creativa de la realidad que los interpela. La frase ‘A la distancia...” sirvió como dispositivo para que manifestaran, con claridad, problemáticas e inquietudes propias de la adolescencia tales como vínculos familiares, el amor, la muerte, las pérdidas, la incertidumbre al futuro, la curiosidad y otros intereses comunes que invitan al lector a escuchar sus voces. El texto ganador presentó características que lo hicieron merecedor del premio como originalidad, precisión, concisión, uso de imágenes y construcción de espacios y ambientes”, explicaron.
Además, se decidió otorgar una Mención Especial a la producción de Florencia Marina Soria Lannes, que representó a la escuela Nº 1-109 "Juan Martínez de Rosas", de Godoy Cruz.
El Jurado 2020 estuvo integrado por Alicia Alessandra (Facultad de Filosofía y Letras, UNCuyo), Silvina Juri (EDELIJ, Espacio de Literatura Infantil y Juvenil), Elba Muler de Fidel (Academia de Ciencias Sociales), Cecilia Tejón (Facultad de Educación, UNCuyo), Carlos de Sipio (Dirección General de Escuelas), María Esther Funes (Sociedad Argentina de Escritores), Silvina Vaquer (Colegio Agustín Álvarez), Alejandro Cobo (Medios en la Educación) y Raúl Pedone (Editor General de Los Andes).