Difícil resumir cincuenta y tres años con la música. Y más si hablamos de Joan Manuel Serrat, el compositor, escritor, poeta y músico español por excelencia.
Pero un momento culmine del vasto camino del catalán, es sin duda su disco "Mediterráneo". Lo editó en 1971, en plena época franquista en España, sin pensar quizás que iba a ser el álbum que lo marcaría para siempre. Son solo diez canciones, que se transformaron en himno para Serrat y que aún hoy lo embarcaron en una extensa gira por Argentina con "Mediterráneo da Capo".
Nuestro país, un lugar que lo acobijó desde sus comienzos, siempre lo espera con los brazos abiertos y las siete fechas en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires dan cuenta de que a sus 74 años, Serrat sigue siendo ese trovador cercano, que cuenta historias de amor, retrata personajes y paisajes con una sutil picardía y adopta la trova, el tango y el bolero con el mismo canto profundo de su voz.
Las aguas que lo vieron crecer
Como una suerte de homenaje a su ciudad, Barcelona y el mar Mediterráneo, precisamente fue el título que Joan Manuel Serrat eligió para su octavo disco. Aunque dicha canción en un comienzo se iba a llamar "Amo el mar" o "Hijo del amor".
Lo cierto es que ese compilado de diez canciones fue el éxito que marcó su carrera y años más tarde le abrió las puertas del mundo.
Canciones todas escritas por él, a excepción de "Vencidos", basado en un poema de León Felipe, este trabajo es Serrat en su máxima expresión.
Empieza con "Mediterráneo", ese poema en donde se rinde a los pies del mar. Al que le sigue "Aquellas pequeñas cosas", una reflexión sobre la memoria, los recuerdos, que con el tiempo se transformó en un poema a la vida.
Y entre esos clásicos, que fueron grabados en otros discos posteriores está "Lucía", una de las canciones de amor más solicitadas por el público que incluso otros cantautores toman como una de las mejores.
Sobre estos versos se especuló en torno a la existencia real de la protagonista de la canción, aunque Serrat lo desmintió: "No hay mucho que contar. Como dice el bolero, es lo que pudo haber sido y no fue. Pero también fue lo que fue y, a fin de cuentas, en la vida lo que queda es lo que cuenta".
El huracán Serrat en Mendoza
Cuentan las crónicas de la época que para 1983, después de ocho años de no visitar Buenos Aires, Joan Manuel Serrat volvía al sur como un artista consagrado. Su ideología política provocó que después del golpe militar de 1976 se prohibiera la difusión de sus temas en nuestro país.
En ese entonces, los cuatro recitales en el teatro Gran Rex programados para esa gira no fueron suficientes y sumó cuatro shows en el Luna Park.
Era tal la fiebre por Serrat, que el público argentino tuvo que esperar un año para volverlo a ver. En 1984 el músico hizo su primera gira por el país donde batía récords de espectadores y en ese marco visitó la cárcel de Devoto para pedir por la liberación de unos presos políticos que hacían huelga de hambre. Un acto poco usual en el artista y que ocupó las noticias del momento.
También fue en ese contexto que debutó con un show en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, con una multitud expectante por él.
Ahí se inició un periplo de visitas de Serrat a nuestra provincia y el Malvinas lo recibió más de una vez.
"De aquel muchacho lo que queda es un recuerdo cariñoso, tengo una gran relación con aquello que fui, pero espero que en la vida estos cincuenta años me hayan servido para hacer cosas que me dejen en otro lugar. Uno va caminando y colgando y descolgando cosas de los árboles que encuentra, y así va haciendo camino. Si dijera que soy el mismo sería un estúpido, una negación biológica absoluta. Mi vida sería un desastre", declaró el artista hace tres años cuando presentó su "Antología desordenada".
Y recapitulando las veces que pisó Mendoza, en 2007 volvió pero no solo, sino con "Dos Pájaros de un tiro", la gira que lo unió a Joaquín Sabina. Como dos buenos amigos, hicieron un repaso de los éxitos de ambos; Serrat cantando Sabina y viceversa y lo plasmaron en un DVD que mostraba el mejor registro de la gira.
Cinco años después repitieron la proeza con "Dos pájaros contratacan" y ocho mil personas fueron parte de un concierto memorable en el parque. Para 2015 regresó celebrando sus cincuenta años de carrera, en el Arena Maipú.
Sus días más duros
En 2005 Joan Manuel Serrat suspendió una gira "Serrat Sinfónica". Esta vez la salud no lo acompañaba y fue operado de un cáncer de vejiga que lo mantuvo alejado de los escenarios por un tiempo.
"Sentí la necesidad de que me iba a curar: ¿Por qué no iba a curarme?", comentó ante el afecto que recibió a lo largo del mundo de sus seguidores.
Trovador, no poeta
Aunque reniegue de la relación estrecha que tienen sus canciones con la poesía, para el catalán ser poeta es algo heroico.
"Es injusta la comparación con la poesía, porque ojalá la poesía tuviera tantos lectores como las canciones tienen oyentes: la poesía hoy es un acto heroico, más allá de que literariamente está mucho más exigida. Las canciones pueden ser mucho más huecas, mucho más vacías, sin tanta necesidad de que las palabras tengan su peso, su equilibrio. Las canciones son mucho más volátiles que en general los poemas".
El Nano y la política
Siempre alzó su voz en pos de la igualdad, los derechos humanos y la democracia. Desde sus comienzos apoya la lucha de las Madres de Plaza de Mayo y en reiteradas oportunidades participó de los actos por el día de la memoria.
"Los que me acusan de fascista desconocen el fascismo", declaró ante las críticas que recibió por sus dichos sobre el proceso independentista de Cataluña.
En este sentido, Serrat hizo un pedido expreso a los gobiernos de España y Cataluña el año pasado, pidiendo un diálogo inminente. "Creyendo en las autoridades españolas y catalanas les pido que hablen aunque no sepan de qué. Que hablen aunque no tengan nada que decirse, porque nunca se habla lo suficiente cuando hay voluntad de solucionar cosas".
Y sentenció: "Lo que se vive en Cataluña es un fracaso. Y un fracaso nunca se improvisa, se construye".
A tono con los tiempos que vivimos, el Nano no se quedó a costado de la victoria de Jair Bolsonaro en las últimas elecciones presidenciales de Brasil.
"El drama no es que exista este tipo, el drama no es la individualidad, porque de enfermos, locos y salvadores del mundo estamos rodeados. Hay Bolsonaros todo el tiempo, en su pueblo y en el mío hay Bolsonaros, se lo aseguro. El drama es que sea capaz de arrastrar a 50 millones de personas y llegar a ser el presidente de un país que hasta hace unos días era ejemplo de tolerancia y convivencia".
La ficha
Joan Manuel Serrat llega con su gira "Mediterráneo da capo"
a Mendoza.
El sábado 10 de noviembre, a las 22, en el auditorio Ángel Bustelo.
Las entradas ($800, $1.900, $2.500, $2.700 y $2.900) se pueden adquirir en Tarjeta Nevada (Las Heras 419, Ciudad), Maxi Mall (San Martín 465, Ciudad), La Casa del Sheik (Maipú) y www.tuentrada.com.
