Fue una semana increíble para el francés Jo-Wilfried Tsonga, dejó en el camino a cuatro ‘Top Ten’ y conquistó el Masters 1000 de Toronto (Canadá), el segundo título de su carrera en torneos de esta jerarquía. Ayer, en la final por la Rogers Cup, venció al suizo Roger Federer por 7-5, 7-6 (7/3).
Tsonga, decimotercer sembrado en el cuadro principal, había ganado en 2008 el Masters 1000 de París, serie que sigue en importancia a los cuatro torneos del Gran Slam. Con este triunfo el jugador de Le Mans se convirtió en el segundo jugador de su país -después de Guy Forget- en ganar dos títulos en Masters 1000.
Por su parte, Federer, segundo favorito y que hace dos días cumplió 33 años, jugó en Toronto su sexta final de la temporada, en la que ha ganado los torneos de Dubai y Halle. Además el tenista helvético quedó a las puertas de conquistar su coronación número 80.
La canción del verdugo
Jo-Wilfried Tsonga, que perdió un solo set en todo el certamen, es el primer jugador galo en ganar este torneo en tierras canadienses, lo que desde hoy le permitirá volver a pertenecer al selecto grupo de los 10 mejores del ranking ATP.
Ayer, a lo largo de una hora y 47 minutos de partido, logró 11 aces y 26 ‘winners’, mientras que Federer cometió 37 errores no forzados durante la final.
El tenista diestro, de 29 años, había eliminado al serbio Novak Djokovic, número uno mundial, y también al escocés Andy Murray en su camino a la final. Convirtiendo su campaña en Toronto en una de grandes las sorpresas que ofreció el certamen. Este logró ya lo había alcanzado el argentino Guillermo Coria, hace 12 años, cuando coronó su impactante tarea imponiéndose al estadounidense Andy Roddick en la final.
Tsonga, tratado por lesiones durante gran parte del 2013, está de vuelta en su mejor forma y rebosante de confianza. “Si uno cree en algo, esto puede suceder. Estoy orgulloso de lo que he logrado esta semana. Esto va a quedar en mi corazón para siempre. Hace dos años aquí tuve problemas en la rodilla, ahora todo cambió. Esta victoria era algo realmente especial. Tengo gran respeto por Federer”.
El diestro añadió que “fue una gran semana para mí, he jugado muy bien y estoy feliz. Es increíble estar de vuelta en forma de esta manera. Sabía que podía jugar bien otra vez, esto me ayudará para el resto de la temporada”.
Con sensaciones épicas
Federer, que esta semana cumplió 33 años, iba en buscaba el título 80 de su carrera, así como su victoria número 300 en partidos por Masters 1000. En su carrera el helvético jugó su 120a final y la sexta de la presente temporada.
El suizo ganó los títulos de Dubai y Halle en 2014, pero perdió la final de Wimbledon y ayer en Canadá, donde fue campeón en 2004 y 2006. “Lo pasé muy bien, a pesar de que el partido no salió como yo esperaba”, dijo Federer, quien se dirige a Cincinnati.
“Tuve algunas sensaciones épicas esta semana, y realmente disfrutamos mucho de ellas, Jo merecía este título, derrotó a algunos jugadores increíbles y lo respaldó con otro título”, finalizó Federer.