El ex presidente estadounidense y Premio Nobel de la Paz Jimmy Carter, de 90 años, anunció ayer que comenzará de inmediato un tratamiento de radiación para combatir tumores cancerígenos detectados en el cerebro.
“Hicieron una resonancia magnética y encontraron cuatro puntos de melanoma en mi cerebro”, dijo en rueda de prensa en su Centro Carter en Atlanta, Georgia (sureste de EEUU), en la que no obstante se mostró sonriente y dijo estar “en paz”.
“Recibiré mi primer tratamiento de radiación esta tarde (por ayer)”, señaló el ex presidente, que la semana pasada anunció que tenía cáncer, al dar a conocer que fue sometido a una operación para remover una pequeña masa en el hígado.
Carter, al frente de la Casa Blanca de 1977 hasta 1981, indicó que es probable que los doctores detecten la presencia de cáncer en otras partes de su cuerpo.
El melanoma es un tumor maligno de la piel, que en un porcentaje pequeño de casos puede manifestarse inicialmente por las metástasis. Es un tipo de cáncer agresivo.
El político, que de granjero que cultivaba maníes llegó a ocupar la Casa Blanca de 1977 a 1981, es mejor conocido por su incansable labor en favor de la democracia y los derechos humanos alrededor del mundo, al frente de su Centro Carter, muy activo también en América Latina.
El ex presidente demócrata garantizó que las labores del Centro seguirán expandiéndose y que él continuará trabajando en la medida en que su salud se lo permita.
“Continuaremos nuestra labor en América Latina”, afirmó Carter, que encabezó en el pasado delegaciones de observación electoral de su organización en países como Venezuela, México, Perú y Nicaragua. “Me siento muy bien. No tengo dolor o debilidad”, dijo en medio de sonrisas.
Las llamadas telefónicas y mensajes de aliento de muchas partes del mundo, incluido de América Latina, no han parado, contó.
En el país se comunicaron con él Barack Obama, el vicepresidente Joe Biden, el ex presidente Bill Clinton y su esposa, la precandidata presidencial Hillary, así como los otros dos ex mandatarios estadounidenses con vida: George Bush padre e hijo.
“El presidente Carter es un hombre muy bueno”, escribió Obama en su cuenta de Twitter. “Te apoyamos, Jimmy”, agregó.
En paz
El ex dignatario explicó que cuando le diagnosticaron cáncer en el cerebro pensó que llegaba al fin de su vida, pero que sin embargo se había mantenido "en paz".
“He tenido una vida maravillosa. Tengo miles de amigos y he tenido una vida apasionante, arriesgada y gratificante”, afirmó.
“Así que he estado sorprendentemente en paz, mucho más que mi esposa, y ahora siento que está en las manos de Dios y estaré preparado para cuando llegue”, añadió.
Contó que estando en mayo en Guyana se sintió mal y debió acortar su viaje. Al volver, le realizaron exámenes y le detectaron la masa en el hígado. Resultó ser maligna, por lo que le hicieron la resonancia magnética que encontró el melanoma.
Varios de sus familiares murieron de cáncer de páncreas.
Los cuatro años de Carter por la Casa Blanca son recordados sobre todo por la crisis de los rehenes en Irán, donde 444 estadounidense fueron retenidos en Teherán luego de la Revolución Islámica. El fallido intento por rescatarlos fue una mancha durante todo su mandato y una de las razones por las que se considera que no obtuvo la reelección.
Recuerdo de su esposa
Durante la rueda de prensa de ayer, dijo que su mayor logro fue casarse con su esposa Rosalynn.
Su mayor arrepentimiento: la crisis de los rehenes. “Desearía haber enviado un helicóptero más para los rehenes y los hubiéramos rescatado. Y hubiera sido reelecto”, bromeó, una de las veces en que desató risas entre los periodistas.
La reputación de su presidencia ha ido en incremento desde que dejó la Casa Blanca, y su trabajo humanitario y por la democracia ha sido objeto de numerosos reconocimientos.
El ex mandatario, que en 2003 viajó a Cuba para una entrevista histórica cara a cara con Fidel Castro, recibió el Premio Nobel de la Paz en 2002 por sus incansables esfuerzos de promoción de la justicia social y económica en el mundo
