La órbita es difusa y se amplía año a año. Por eso, la celebración del aniversario tiene especial relevancia: su obra está viva y su poder transformador, intacto.
Más que un estilo único, generó una escuela particular de rock, de indagación en su lenguaje, extendiendo las fronteras de lo ya explorado. Se trata de su sonido, y también de su búsqueda.
Su cumpleaños número setenta, el 27 de noviembre, no pasará inadvertido. Su recuerdo y los homenajes adquieren muchas formas distintas, acorde a la dimensión de su estela. No se trata ya de mero oportunismo comercial o de pálido revival, sino de justa valoración de la gravitación universal de su obra, que cambió la música y también recaló en películas, libros y artes visuales en general.
Escuchar tu remera
A principios de este mes se realizó el lanzamiento de la línea de ropa diseñada por la tienda Lyric Culture, en la que las prendas están inspiradas en los nombres de las canciones del guitarrista. Se trata de colorida indumentaria para ambos sexos y para todos los gustos: remeras, buzos y camisas recrean sus piezas más conocidas, como Purple Haze o Voodoo Child.
El negocio, fundado en 2006 por la cantautora Hanna-Rochelle, ya había realizado campañas similares con las canciones de Beatles, Rolling Stones y también James Brown, Bob Marley, Bob Dylan, Blondie, Pink Floyd, Black Crowes, Rihanna y Usher, entre otros.
La idea original de Hanna había sido combinar su pasión por la música y el diseño, en un emprendimiento que ya ha cosechado varias adhesiones de celebrities diversas. Según cuenta, la inspiración surgió en el estudio de grabación a altas horas de la madrugada, mientras escribía sus propias letras en un jean gastado.
Para esta campaña en particular no sólo contó con el aval sino también con la presencia de Janie Hendrix, su hermana, quien en la presentación firmó autógrafos a diestra y siniestra como si de una reencarnación se tratara. Y esto es apenas una muestra de los alcances y transformaciones de la obra de quien hoy es sinónimo de guitarrista de rock.
En sus propias palabras
Janie está involucrada, antes que nada, en el legado artístico de su hermano: la presentación del libro "Jimi Hendrix - The Ultimate Lyric Book" (Backbeat Books, 2012) es lo que la mantiene ocupada en estos días. Su publicación es una de las actividades más importantes en torno a la conmemoración del nacimiento del músico de Seattle.
Ella, CEO de Experience, la empresa que ha dirigido todas las acciones relativas a la herencia del guitarrista, figura como compiladora en esta suerte de tributo familiar.
La obra de más de trescientas páginas reúne gran parte de la letra manuscrita de Hendrix dando vida a la poesía que integró su repertorio clásico, incluyendo los versos del último disco póstumo, "Valleys of Neptune" (2010), junto a algunas fotografías inéditas.
Janie afirma haber sido seducida por la escritura de su hermano desde muy niña, cuando observaba fascinada sus cuadernos de apuntes, el trazo fervoroso y el verso encendido, y decidió que era algo para compartir con sus fans. Entendía que esos bocetos sobre el papel también mostraban y ayudaban a entender el complejo mundo y la actividad creativa de Jimi.
Lo cierto es que su extraordinaria versatilidad como guitarrista pudo hacer olvidar sus dotes como poeta. Pero esta edición deja las cosas en su lugar. "Siento el océano meciéndome / llevando lejos mis dolores / ¿Ves dónde estaba herido, / recuerdas la herida? / Ahora no puedes ver nada / y no siento dolor" (Valleys of Neptune, 1969).
Para la presentación del libro en el Bloomingdale's de Nueva York hubo un par de muy gratas sorpresas: el bajista de la Band of Gypsys Billy Cox llevó algo de música, en esta ocasión acompañado por el blusero y ex niño prodigio Eric Gales en la guitarra.
"Ella está caminando por las nubes / un circo en su mente da vueltas. / Mariposas y cebras, y rayos de luna, y cuentos de hadas. / Es todo en lo que ella piensa, / cabalgando en el viento" (Little Wing, 1967).
La música que escuchan todos
"Valleys of Neptune" es la última placa oficial lanzada al mercado hace dos años con material inédito, remezclado por, entre otros, la misma Janie. Son doce grabaciones realizadas en su mayoría en 1969. La formación es la de The Jimi Hendrix Experience, con Mitch Mitchell en los parches y Noel Redding y Billy Cox en el bajo. La portada incluía un autorretrato del propio Jimi.
Fueron sus últimos registros, capturados un año antes de su muerte, y destinados a aquel inconcluso cuarto disco, el sucesor del exitoso Electric Ladyland. La mayoría de las canciones le pertenecen, con la sola excepción del "Bleeding Heart" del blusero Elmore James y el "Sunshine of your love" de Cream.
Pero Janie, al momento de su presentación, había anunciado que tenían en su poder cerca de un centenar de grabaciones similares y que, con el tiempo, irían viendo la luz. Coincidiendo con su cumpleaños, el 27 de noviembre se editará en vinilo el disco doble "Live In Cologne", que rescata la presentación de la Jimi Hendrix Experience del 13 de enero de 1969 en el Sporthalle de la ciudad alemana.
Desde la página oficial (jimihendrix.com) anticipan que los compradores de esta edición especial accederán también a un código que permitirá descargarlo en una versión digital. ¿Y las canciones? Foxy Lady, Hey Joe y el clásico del blues Come On (Let The Good Times Roll) de Earl King animan la fiesta y el reencuentro.
Y también en el cumpleaños habrá una función especial en cines de "Hendrix 70: Live At Woodstock", la película que muestra el show íntegro que hiciera en el mítico festival, con las catorce canciones completas, entre ellas la legendaria versión del himno de los Estados Unidos The Star-Spangled Banner que cerraba el documental "Woodstock: tres días de paz y música", de Michael Wadleigh, en el que sólo se mostraba un fragmento de su presentación.
Furia viva
Sin duda, la actualidad de su legado tiene que ver estrictamente con lo musical, con los miles de músicos que adoraron y emularon su sonido para, en algunos casos, continuar una búsqueda personal que expandiría los límites de esa distorsión inconfundible.
Una muestra de ello es el Experience Hendrix Tour. A principios de año, en los Estados Unidos, el tributo (que giró por varias ciudades) contó con la participación de los principales abanderados del blues, el rock and roll clásico de los sesenta y setenta y las recreaciones posteriores que sumaron nuevos colores.
Encabezando la grilla, como no podía ser de otra manera, estuvo el bajista Billy Cox, compañero de ruta de The Jimi Hendrix Experience y la Band of Gypsies, cuya amistad con Jimi se remonta a su encuentro en Fort Campbell, en 1961, cuando ambos servían en el Ejército.
También participó el célebre guitarrista de blues Buddy Guy, una de las mayores influencias del mismo Jimi. Con setenta y cinco años sobre sus hombros, la presencia de Guy en el escenario hizo surgir la reflexión inevitable: ¿cómo sería ver hoy al homenajeado, si el destino no nos lo hubiese arrebatado a sus veintisiete años?
Toda su generación se hizo presente: también subió al escenario Robby Krieger, el guitarrista de The Doors, la banda de Los Ángeles con la que Hendrix compartió su mirada psicodélica y el espíritu aventurero en la exploración de nuevas texturas.
Dweezil Zappa, el virtuoso guitarrista y segundo hijo de Frank, y músicos de Aerosmith, Los Lobos y Stevie Ray Vaughan, entre otros, fueron asimismo de la partida.
