Jesús Ojeda, el testigo que llamó al 911 por la presencia de José López frente al convento de General Rodríguez, ratificó hoy ante la justicia que vio al ex secretario de Servicios Públicos kirchnerista arrojando bolsos al interior del monasterio y que luego saltó el cerco perimetral.
En tanto, la defensa de López aseguró que el ex funcionario "está convencido de que hay un seguimiento ilegal" contra él "desde los servicios" y reveló que su mujer teme salir a la calle "y que la secuestren" porque hay un "imaginario colectivo" de que tienen millones de dólares.
Tras la inspección ocular que hizo el miércoles el juez Daniel Rafecas en el convento, Ojeda se presentó hoy en los tribunales de Comodoro Py 2002 para dar detalles de lo que había ocurrido en la madrugada del 14 de junio pasado, cuando a las 3.15 vio a un sujeto -que resultó ser López- en las puertas de la sede religiosa.
El testigo ratificó que vio a López arrojando "bolsos negros" al interior del predio. Incluso, Ojeda contó que salió de su casa, se acercó a López, éste lo miró, le dijo "ahora sí" e inmediatamente después saltó el tapial, indicaron fuentes judiciales.
Por "temor a que ocurriera algo contra las monjas", relató, llamó al teléfono de urgencias 911, que la policía llegó a las 3.30 y que él se enojó con los efectivos porque no querían entrar y él tenía miedo de que le pasara algo a las religiosas.
Pero "las monjas no parecían nerviosas, estaban tranquilas" y una de ellas "no me miraba con buena cara", afirmó el testigo.
En torno a las seis de la mañana Ojeda se retiró a buscar a su esposa a su trabajo y cuando regresó los policías ya habían ingresado al monasterio y le pidieron que fungiera como "testigo" del procedimiento.
En el interior del convento, observó un "cargador" del arma larga que se vio en las filmaciones de las cámaras de seguridad apoyada en el piso, junto a la puerta por la que momentos antes las mujeres ayudaron a ingresar los bolsos cargados de dinero.
El testigo -que hace 30 años que vive frente al convento y se encarga de vender pollos- señaló que los domingos asistía al monasterio de General Rodríguez mucha gente y que lo hacía a bordo de vehículos lujosos, pero no identificó a ningún personaje de la política entre los concurrentes.
Mañana Rafecas interrogará a dos monjas que estaban en el convento y que fueron identificadas luego de la inspección ocular.
Una es la hermana María y la otra es la hermana Marcela, quien se reconoció como una de las religiosas que ayudaron a entrar los bolsos.
La hermana Inés, en tanto, identificada como Celia Inés Aparicio, está citada a indagatoria para el próximo 1 de agosto.
La cuarta religiosa es la hermana Alba, de 95 años, quien según el juez Rafecas no está en condiciones de declarar.
López, quien permanece detenido, también deberá ampliar su indagatoria el 5 de agosto y su abogado, Fernando García, afirmó que allí su cliente "algo va a decir".
El abogado minimizó las imágenes donde se veía al ex funcionario kirchnerista fotografiándose en el convento ("para nosotros, no tiene relevancia eso. Acá se está discutiendo si López se enriqueció ilícitamente, no hay otra cuestión", dijo) y afirmó que su cliente aún no le dijo de dónde provino el dinero que tenía en su poder el día de su detención.
También se quejó porque "existe en el imaginario colectivo la idea de que tiene escondido millones de dólares" y negó que exista una mala relación entre López y su esposa, pero aclaró que la mujer -también imputada- "tiene miedo de salir a la calle y que la secuestren".