Jésica Belén Carchano (24) es la flamante reina de Rivadavia, y buscará quedarse con el cetro nacional de la Fiesta de la Vendimia 2020.
La joven, representante del distrito de La Libertad que está cursando el profesorado de Nivel Inicial no logró -ni intentó- ocultar su emoción durante los primeros minutos del lunes. "Quiero dar gracias a todos los distritos por haber acompañado a sus candidatas. Una reina se debe a su pueblo y voy a representarlos de la mejor manera posible", fueron las primeras palabras de Jésica como flamante soberana, quien se convirtió en la sucesora de Aixa Adriana Caruso. La vierreina, en tanto, es Florencia Devia, de La Reducción.
Además, se eligió a la reina del Festival Rivadavia Canta al País 2020. Luego de empatar en la elección popular las candidatas Luciana Herrera (Los Árboles) y Milagros Leppez Briones (Andrade), las 11 reinas restantes eligieron a Luciana como soberana del festival; y a Milagros Leppez Briones como reina del turismo de Rivadavia.
Tempraneros
Desde temprano, rivadavienses y visitantes se dieron cita en un predio que ya es un clásico en el departamento: el parque Rivadavia y sus inmediaciones, que incluyen el Paseo del lago y en Centro Polideportivo municipal.
Ajenos o no a la Vendimia departamental, en la rotonda que circunda todo el complejo no faltaban los autos estacionados, con sus puertas y baúles abiertos; y con sus propietarios instalados en el espacio verde como si se tratara de un inmenso jardín de su casa.
Dentro del complejo, quienes llegaron primero gozaron del privilegio de conseguir su silla (de las instaladas en el lugar). Claro que también estuvieron aquellos más que precavidos que llevaron sus propios asientos, acompañados de conservadoras con gaseosas, cervezas y algún que otro sanguchito.
Lo más celebrado
Con casi 300 artistas en escena, la puesta fue una fiesta en todo sentido.
Cerca de las 22:15, la reina y virreina 2019 y las 13 candidatas a la corona 2020 subieron al escenario. Y ese fue el momento del primer "gran aplauso, gran", acompañado de los vítores de cada una de las barras (también protagonistas con sus banderas, bocinas, aplausos y gritos).
Luego de la presentación y el baile de las reinas, a las 22:30 comenzó el acto de “Historias de mi tierra”, que constó de un repaso de la vida y la identidad de Rivadavia.
Como siempre ocurre, la fiesta tuvo sus momentos destacados. Y la gente lo hizo saber con su algarabía y sus palmas. Uno de ellos fue el reconocimiento a Don Simón, un personaje histórico y que ya es parte del paisaje rivadaviense. Con sus copos de algodón azucarado -inseparables e imposible pensar en uno sin el otro- le dedicaron uno de los cuadros y hasta una canción al vendedor. Fue uno de los segmentos más aplaudidos por la gente cuando el hombre subió al escenario con su bicicleta a repartir "copitos".
También emotivo y muy aplaudido fue, como era de esperarse; el cuadro de la Virgen de la Carrodilla. Con música en vivo (como durante toda la fiesta) y antorchas, la gente la recibió y despidió a pie; y con infinitos aplausos.
El "mini carrusel" que se organizó en el predio, y que paseó a las reinas de cada distrito fue original, y también sobresalió entre los momentos más reconocidos por la multitud.
En un camión de bomberos y en camionetas adornadas con los nombres de cada soberana, las jóvenes desfilaron y pasearon por el espacio ubicado entre el escenario y la gente. Y fue el momento para que, las barras hicieran lo propio: ruido, para marcar presencia.
Párrafo aparte para el despliegue en el escenario y el reconocimiento de la gente (una vez más) para las comparsas bolivianas que se lucieron con sus danzas de carnaval en el apartado para el reconocimiento a la cultura de América del Sur.
Y sí, el malambo siempre "garpa" para el final. El cierre de la fiesta, una hora después de su inicio, con el zapateo del malambo y una versión acorde del Canto a Mendoza también levantó al público (física y emocionalmente); postal acompañada por las banderas celeste y blancas que flameaban detrás de los bailarines en el escenario.
Como una mendocina más
Entre quienes llegaron temprano al polideportivo estaba Adriana Ogloblin. Esta misionera, de Posadas, llegó a Mendoza el martes a visitar a su novio, quien vive en Maipú. "No sabíamos que estaba la Vendimia. Nos vinimos a pasear y conocer la zona, y nos encontramos con que estaba la Vendimia y por supuesto nos quedamos", contó Adriana, mirando con amor a su novio.
Pero no fue la primera Vendimia de la joven misionera. "El año pasado estuvimos en la de Lavalle y Junín. Me encanta la fiesta y ya la vivo como una mendocina más", concluyó sonriente.
Apoyo familiar y distrital
Todas las soberanas tuvieron el apoyo y acompañamiento de sus cercanos. Familiares, vecinos y representantes de clubes y uniones vecinales integraron las ruidosas barras.
"Estamos toda la familia acá, la gente del club de fútbol; ¡no faltó nadie! Y estamos acompañando a Florencia. Me gusta de toda la vida la Vendimia, y somos de una familia vitivinícola. Es algo que se lleva en la sangre", resumió Natalia, prima de la virreina departamental, Florencia Devia.
Autoridades
Al intendente anfitrión, Miguel Ronco, lo acompañaron en la fiesta el vicegobernador Mario Abed, los ministros de Gobierno, Víctor Ibáñez y de Turismo y Cultura, Mariana Juri; además de los intendentes de San Martín, Raúl Rufeil; de Junín, Héctor Ruiz y de Tupungato, Gustavo Soto.
Propuesta de matrimonio en el escenario
Leandro, novio de la reina saliente de Turismo, Agustina Lucero, le propuso matrimonio una vez terminada la fiesta. Lo hizo en el escenario, entregándole un ramo de flores. Y ante la atenta mirada de toda la corte de soberanas distritales y una multitud, que aplaudió el momento.