Jueves 13 de noviembre. De este lado del mundo, el reloj marca exactamente las 23.58. Allá, del otro lado, en la lejana ciudad australiana de Newcastle, son las 13.58 del viernes 14 de noviembre. Sí, ¡14 horas de diferencia! Casi un día. De todas maneras, el síndrome de descompensación horaria (jet lag) no alterará para nada la charla pactada desde hace unos días. Jerónimo Morales Neumann está del otro lado de la notebook, dispuesto a la charla y a responder todas y cada una de las preguntas con la naturalidad de aquel chico que a los 13 años preparó la valija y se fue con rumbo a lo desconocido, atraído por los sueños y alimentado por la pasión que, en definitiva, moviliza a forjar el destino de cada individuo con el paso del tiempo.
-En Australia te borran el apellido paterno. Te dicen Neumann…
-Sí, hace rato que me dicen solamente Neumann. Aquí me llaman Jerónimo. Salvo cuando empecé mi carrera, que me decían Morales Neumann, ahora solamente me dicen Jerónimo Neumann.
-¿El apellido de tu mamá de qué origen es?
-Alemán. Mi abuelo (Gustavo Neumann) era alemán. Vino durante la Segunda Guerra Mundial en el buque Graf Spee y se quedó.
Mientras dialoga con Más Deportes, Jerónimo ubica en el mapa su nuevo lugar en el mundo. Es que hace poco más de cuatro meses, cambió de club en la A-League (Liga de fútbol de Australia) y, por ende de ciudad. Dejó atrás la belleza natural de Adelaida y se mudó a Newcastle, una ciudad que está a 160 kilómetros de Sidney. "Estoy a una hora y media en auto", cuenta.
-¿Estás solo o con tu novia?
-Ahora estoy solo, pero mi novia (Bárbara Vila) va y viene cada quince días a Argentina porque trabaja allá. Llevamos cinco años juntos. Me banca a muerte.
-¿Ya te adaptaste a Australia?
-Van a hacer tres años que estoy acá y la verdad que ya me acostumbre. Venía con la experiencia de Inglaterra, que es más o menos lo mismo. No me costó el cambio, pero sí percibí rápidamente el cambio de cultura. Desde cómo manejan en la calle a cómo la gente es respetuosa. Por ejemplo, acá cenan a las seis y media de la tarde; eso fue algo que me costó acostumbrarme.
-¿Cómo es el país?
-Muy organizado, muy ordenado y limpio. Todo el mundo respeta las leyes, no hay maldad, no hay corrupción y es muy sano. Acá no existe la inseguridad. La gente que te conoce en la calle es muy respetuosa. No existe el hincha que te maltrata porque perdiste un partido o jugaste mal. En eso es muy diferente a la Argentina. Todos los equipos tienen su hinchada, que le ponen nombre igual que nosotros, pero están lejísimas de las de Argentina.
-¿Qué diferencias has notado entre los dos clubes que jugaste (NdR: Adelaide United y Newcastle Jets)?
-Es difícil compararlo con los clubes de Argentina. No hay clubes grandes, con historia. Todos tienen casi los mismos años y el presupuesto que manejan para armar los equipos, por ley, es el mismo para todos. La Federación regula eso. El Newcastle Jets, donde estoy ahora, ganó la Liga hace cuatro años y tiene un poco más de historia. Además, estamos en Sidney y por eso arrastra mayor cantidad de gente.
-¿Y cuál ciudad te gusta más?
-En Adelaida estuve casi dos años y medio, una parte de mi vida. Tenía muchos amigos, hacía tiempo que vivía ahí. Acá llegué hace poquito y todavía me estoy adaptando a la ciudad, al equipo y a los nuevos compañeros. Todavía es pronto para decirlo, pero igual la ciudad es muy linda y por ahora todo es muy agradable. En Australia todas las ciudades tienen mar, son todas lindas.
-¿Por qué cambiaste de club?
-En Adelaide FC me fue muy bien, pero vino un técnico nuevo y necesitaba traer un enganche y liberar el cupo de extranjeros porque acá sólo se permiten cinco. Además, el equipo tenía un delantero australiano muy bueno que jugó en la Selección (Bruce Djité). Como me fue muy bien, salí goleador del equipo, tuve varias propuestas de equipos de acá, incluso de Chile, pero terminé aceptando esta porque fue la que mejor me pareció.
-El otro día hiciste un gol…
-Sí, van seis partidos, hice un gol, pero el técnico me pone, me saca, está rotando mucho porque todavía no encuentra el equipo. Todavía no arrancamos. Empatamos tres y perdimos tres.
Jerónimo está a pocas horas de afrontar un nuevo encuentro por la A-League. Pero llamativamente, cuando actúan de local, los equipos no concentran. “Jugamos a las 19.30 de acá, que son las 5.30 de la mañana de allá. De local no concentramos. Y cuando jugamos de visitante, si la cancha es cerca y se puede viajar en el día, tampoco concentramos”.
-¿Es cierto que tu papá quería que jugaras al rugby?
-Sí, mi papá jugó al rugby toda su vida. Él y mi mamá son profesores de educación física, al igual que mi abuelo. Probé con el rugby cuando era chico, pero no me gustaba. Mi papá me obligaba a ir, pero se dio cuenta que me gustaba más la pelota.
-¿Ahí empezaste a jugar en Godoy Cruz?
-Sí, entre los 11 y los 13 años hice Infantiles en Godoy Cruz. Después me fui a River.
-¿Cómo llegaste a River?
-Un primo mío tenía un contacto en River, me fui a probar como miles de chicos y tuve suerte porque anduve muy bien y éramos como 400 pibes de Interior. Recuerdo que llegué a las 8 de la mañana y me tocó jugar como a las 3 de la tarde.
-¿Cumpliste el sueño del pibe?
-Sí, la verdad que es algo que no se puede expresar con palabras.
-Encima, después llegó el debut en Primera contra Gimnasia con gol incluido…
-A nivel futbolístico fue una de las alegrías más grandes de mi vida.
-¿Y qué pasó después?
-Jugué contra Racing y después, inexplicablemente, me bajaron a la Cuarta. Y al año me tuve que ir. Me compró el pase un grupo empresario que me llevó a San Lorenzo, pero tuve la mala suerte que fue el año en que salieron campeones y se hizo imposible jugar por la calidad de delanteros que había: la Gata Fernández, Bergessio, Lavezzi, Silvera, Romeo.
-¿También estuviste en Emelec?
-Sí, a Emelec fui solamente a jugar la Copa Libertadores. Jugué los seis partidos de la primera fase e hice un gol.
-¿Sos hincha de algún equipo de Mendoza?
-No, siempre fui hincha de River.
-¿Lo seguís siendo?
-No, la verdad que perdés el fanatismo. Una vez que te metés en el mundo del fútbol y ya sos profesional, perdés el fanatismo. No me considero un hincha del fútbol porque para mí es una profesión.
-¿A qué le atribuís esos años malos que tuviste?
-Venía de Estudiantes, donde me fue bastante bien. Si bien no jugué de titular todo el campeonato, cuando ingresaba me tocaba convertir y, poder jugar a la par de los delanteros que tenía el club en ese momento, me dio un salto de calidad y pude irme a Inglaterra, donde no me pude adaptar.
Firmé por dos años, me volví a los ocho meses, regresé a Instituto, que en ese momento estaba en zona de ascenso. Me quebré la muñeca, después me desgarré, tuve un par de lesiones y no ascendimos, lo cual significó un fracaso.
-¿La gran frustración fue no poder viajar al Mundial de Clubes por aquella enfermedad?
-Totalmente. Estaba en la lista que había dado Sabella, pero tuve mononucleosis, que es como una especie de hepatitis que te ataca el hígado, el bazo, no podés caminar, nada. Tuve que estar en reposo como 25 días. La verdad que una m…
-De ahí te fuiste a Inglaterra…
-Quedaban seis meses más de campeonato, cuando terminó me fui a Inglaterra, al Burnley F.C. de la Segunda División. Jugué cinco partidos entrando desde el banco y no pude hacer goles. El técnico me quería de volante por afuera y no me pude adaptar a lo que me pedía. Aparte en ese tiempo yo no hablaba inglés y era muy difícil comunicarme. Entonces, decidí volver a la Argentina.
-Pero por lo que vimos el otro día en un video, al inglés pasaste de hablarlo como Tevez a ser un graduado de Harvard…
-(Risas) Y, lo que pasa es que hace tres años que estoy acá en Australia y sólo se habla inglés. Así que tuve que aprender o aprender. Además, fui a la Universidad y eso me ayudó mucho también.
-El club que mejor rendiste en Argentina fue…
-Instituto, la primera etapa.
-En todos los clubes donde estuviste hiciste goles menos en la Lepra. ¿Qué pasó?
-Y, viste como es el fútbol. También tuve mala suerte, me lesioné la rodilla al tercer partido. Estuve como dos meses para recuperarme y cuando regresé me volví a lesionar el psoa. Tuve bastante mala suerte y futbolísticamente no pasamos un buen momento.
-¿Qué le dijiste a tu representante (NdR: Brian Costa) cuando te dijo que había una propuesta del fútbol australiano?
-Le dije que no lo podía creer, lo felicité y le agradecí por haber hecho magia, je. Después de dos años en Argentina prácticamente sin jugar, de Inglaterra, de Instituto e Independiente Rivadavia. Después de dos años tan malos, fue todo mérito de él y no sabía cómo agradecerle.
-¿Y vas a pegar la vuelta algún día?
-Seguro. A Mendoza voy una vez al año. En abril o mayo voy seguro. Acá tengo contrato hasta el 2016, pero es está claro que voy a volver a Argentina. Mi lugar en el mundo está en Mendoza con mi familia y mis amigos.
Algo personal
Jerónimo Morales Neumann
Fecha y Lugar de nacimiento: 3 de junio de 1986 en Godoy Cruz.
Edad: 28 años.
Puesto: Delantero.
Debut en Primera: 30/04/2006 en Gimnasia LP 3 - River Plate 3. El DT de River era Daniel Passarella.
Trayectoria: Infantiles de Godoy Cruz, Inferiores y Primera de River Plate (1999-2006); Emelec de Ecuador (2007); San Lorenzo (2007-2008); Instituto de Córdoba (2008-2009) y (2010-2011); Estudiantes de La Plata (2009-2010); Barnsley FC de Inglaterra (2010); Independiente Rivadavia (2011-2012); Adelaide United de Australia (2012-2014) y Newcastle United Jets de Australia (2014-¿?).
Hincha de: River Plate.
Familia: Papá: Oscar "Indio" Morales. Mamá: Erika Neumann. Hermanas: Agustina (32), Martina (26) y Luciana (24).
Por Diego Bautista dbautista@losandes.com.ar