La veterana lanzadora de martillo argentina Jenny Dahlgren vivirá mañana su séptima participación consecutiva en Mundiales de atletismo, pero desde hace un tiempo comparte su papel en la pista con una causa personal: luchar contra el acoso escolar.
La propia Dahlgren, de 33 años, fue víctima de 'bullying' cuando era mucho más joven y por ello decidió compaginar sus entrenamientos con una nueva labor de escritora de cuentos infantiles contra el acoso en edades infantiles, que le llevó a dar charlas en colegios y a convertirse en una abanderada de la causa.
"Cuando tenia 13 años, mi familia se mudó desde Estados Unidos de nuevo a la Argentina. Ahí entré a un colegio privado, donde todos los chicos se conocían desde jardín. Yo entré siendo la nueva, sin hablar español casi, era 'rara' porque jugaba bien al fútbol y me gustaba hacer deporte, y era 'gigante'. Todas esas cosas que me marcaron como diferente", explica Dahlgren en una entrevista con la AFP.
De los primeros insultos sobre su peso y su envergadura, los abusos fueron aumentando: le medían la espalda con la regla, hacían dibujos sobre ella e incluso prendieron fuego a uno de sus zapatos cuando todavía lo llevaba puesto.
"Yo nunca le conté a nadie todo esto que me estaba pasando en el colegio. Desde que tengo memoria, me veía y me sentía distinta a las otras chicas por mi cuerpo y por mi fuerza. Y como estas burlas estaban apuntadas a mis inseguridades, yo de cierta forma pensaba que estaba bien lo que me decían, que lo merecía", relata.
Y entonces apareció el atletismo con el lanzamiento de martillo. En la pista, Jenny sí que se sentía "totalmente aceptada" e incluso ese cuerpo que le hacía diferente en esa disciplina le hacía mejor.
"El deporte me salvó de cierta forma", explica repasando esos años con distancia.
Pasaron años hasta que Jenny Dahlgren habló de todo lo que sufrió y de la huella que aquel acoso le dejó, hasta que hace dos años tuvo la idea de escribir un cuento infantil.
¿La protagonista? Una chica que se siente fuera de lugar por su físico, pero que encuentra una salida en el lanzamiento de martillo. Una historia que le resulta familiar.
El libro se llamó "El martillo volador y otros cuentos" y se presentó en octubre de 2016. Esos otros cuentos difunden también los valores del Olimpismo y tratan sobre deportes (remo, judo, esgrima y hockey).
Jenny tenía claro el mensaje que quería transmitir: "A veces es difícil ser diferente, pero esa diferencia nos puede llevar a ser extraordinarios".
Tan extraordinaria como la carrera de la propia Dahlgren, bronce panamericano en 2007 y tres veces campeona sudamericana en su carrera, entre otras medallas continentales.
Dahlgren ha estado en siete Mundiales, todos desde Helsinki-2005, y en cuatro Juegos Olímpicos, desde su debut en Atenas-2004. En todas esas ediciones se quedó en la ronda de clasificación salvo en el Mundial de Daegu-2011, donde finalizo como novena mejor del mundo.
"Si me comparo con la Jenny de Atenas 2004 o Helsinki 2005, veo una nena. Daegu 2011 fue sin duda el mejor momento de mi carrera, donde tiré mi mejor marca del año en la clasificación y pasé a la final. Ese momento me lo voy a recordar siempre, euforia pura", cuenta.
A Londres-2017 ha llegado con cierto suspense, ya que su participación se confirmó a finales de julio, gracias a su posición en el ránking.
Su objetivo en este Mundial es estar "dentro de las primeras veinte".
En el futuro quiere ser compitiendo y también continuar con su labor contra el acoso escolar, en unos años en los que además las nuevas tecnologías lo agravan ("cyber-bullying").
Está escribiendo su segundo libro de cuentos, también dedicado a cinco deportes. Y quiere luego hacer otros tres, cada uno con cinco deportes, para seguir plantando batalla a sus fantasmas del pasado con una sonrisa.