El ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, será enviado ante un tribunal francés por "proxenetismo agravado en reunión", decidieron ayer los jueces encargados del caso llamado del Carlton de Lille.
Se enfrenta a una pena de hasta 10 años de cárcel y 1,5 millón de euros de multa.
Los magistrados no siguieron la petición de la Fiscalía a favor de un sobreseimiento.
Otras doce personas han sido enviadas ante el tribunal correccional, entre ellas Dominique Alderweireld, apodado como "Dodo la Salmuera" y propietario de "bares con azafatas" en la frontera franco-belga, un comisario de la policía y varios empresarios, incluidos responsables del hotel Carlton de Lille. Algunos de los imputados están acusados de "estafas", "ocultamiento de estafas", "abuso de confianza" y "abuso de bienes sociales", indicó la Fiscalía de Lille en un comunicado.
"DSK", de 64 años, fue inculpado el 26 de marzo de 2012 por haber participado en veladas con prostitutas remuneradas, entre otros sitios en París y en Washington. El último de estos viajes tuvo lugar del 11 al 13 de mayo de 2011 en la capital estadounidense, en víspera de su detención en el Sofitel de Nueva York.
El ex director del FMI siempre afirmó que ignoraba que estas mujeres, que le fueron presentadas por un comisario de la policía y empresarios, eran prostitutas.
El 10 de junio, la Fiscalía de Lille había pedido el sobreseimiento del caso para DSK, al considerar que no existían "cargos suficientes". El viernes, la Fiscalía no precisó si recurrirá la decisión de los jueces.
En un comunicado emitido por sus abogados, Dominique Strauss-Kahn declaró tomar "nota de su envío ante el tribunal correccional de Lille", a la vez que denunció el "carácter exclusivamente" acusador de la investigación.
Uno de sus abogados, Richard Malka, denunció también "el ensañamiento" de los jueces "desde el principio en contra de DSK" y estimó que el reenvío de su cliente tenía "una motivación ideológica, política, moral, pero no estaba ciertamente fundada en un análisis jurídico de los hechos".
El anuncio ocurre en un momento en el que el ex dirigente del FMI parecía haber retomado su vida de brillante economista, dos años tras el escándalo planetario del Sofitel de Nueva York, que le obligaron a dimitir del FMI y pusieron fin a sus ambiciones presidenciales en Francia.
En diciembre pasado, un acuerdo financiero confidencial intervino entre DSK y Nafissatou Diallo, la empleada que le acusaba de agresión sexual. Desde entonces, Dominique Strauss-Kahn da conferencias y sirve de consultor en Francia y el exterior. El Reino Unido, Ucrania, Marruecos, Corea del Sur ya lo han recibido.
"Sigue siendo el gran especialista de la reestructuración de la deuda", recuerdan sus amigos.
"Trabajo por el mundo con gobiernos, estoy contento de ayudar y me gusta", confesaba recientemente al canal televisivo estadounidense CNN.
En mayo, inauguraba un banco de inversión en Juba, capital de Sudán del Sur, y el 12 de julio, se dio a conocer su entrada al consejo de vigilancia del Banco ruso de Desarrollo de las Regiones, controlada por el gigante petrolero Rosneft.
Para gestionar sus negocios, DSK fundó "Parnasse", una empresa cuyo nombre evoca la residencia de las musas de la mitología griega y el barrio de Montparnasse de París, donde vive desde su separación en marzo de 2012 de Anne Sinclair, periodista franco-estadounidense y ex estrella de televisión, con quien se casó en terceras nupcias en 1991.
En CCN, DSK declaraba no tener ningún "problema particular con las mujeres" y estimaba que el escándalo del Sofitel era un asunto de su "vida privada".