Tiene un hablar pausado y sereno, todo lo contrario a varios de los personajes que le ha tocado interpretar. Cálida y dueña de un estilo único, Jazmín Stuart conquistó la pantalla chica hace dos décadas con su actuación en Verano del 98. Pero a su rol de actriz le sumó la dirección y la escritura de varios guiones para cine y TV.
Estudió Cine en Buenos Aires y el salto a la dirección lo dio con Desmadre (en tándem con Juan Pablo Martínez), la película que estrenó en 2012.
Aunque antes de ese paso, su protagonismo en varias películas, incluida Los paranoicos de Gabriel Medina (y con Daniel Hendler como coprotagonista) le valieron buenas críticas y un camino de ida en la pantalla grande.
El fin de semana estuvo en Mendoza, como invitada especial del Festival Graba, donde precisamente presentó esa película –como celebración, a una década de su estreno– y participó en la competencia con su serie Depto.
Sobre Los paranoicos, Jazmín confesó. "Es una película a la que le tengo mucho cariño. Con el tiempo se convirtió en una película de culto dentro de lo que es el cine argentino. Para mí fue una experiencia muy linda en su momento. Con Gabriel Medina fuimos compañeros de la Facultad de Cine, en la carrera de dirección, y de alguna manera fue reencontrarme con un compañero director, pero desde el rol de actriz".
Con respecto a su compañero de reparto, Jazmín dijo que "fue el comienzo de un lindo vínculo con Daniel Hendler, con quien filmamos después Fase 7. Es una película que le tengo mucho cariño y representa a una generación".
Tres mujeres en una
Lejos de la frivolidad, Jazmín Stuart evolucionó en su carrera de la mano de distintos proyectos en los que sus personajes transitan la cotidianidad, el humor y los vínculos humanos.
Es el caso de la serie online para UN3TV Depto, que protagoniza, escribe y dirige junto a Ezequiel Campa. Allí Jazmín traza en diez capítulos las penurias que debe transitar un inquilino para encontrar un nuevo departamento. Una ficción con la cuota justa de humor delirante, cierta ternura en los personajes y una mirada crítica sobre el sistema perverso que padece un inquilino en cualquier ciudad.
Stuart no se quedó en el terreno conocido de la actuación, sino que continuó en la dirección con Pistas para volver a casa y el año pasado estrenó Recreo, su última película codirigida con Hernán Guerschuny, en la que comparte elenco con Carla Peterson, Juan Minujín y Fernán Mirás.
–La serie Depto te muestra en el triple rol de actriz, guionista y directora. ¿Cómo diagramás tu trabajo para que no se te escape ningún detalle?
–Siempre se puede escapar algo, incluso ocupando un solo rol. Lo importante es que uno esté conectado con el material. Si esa conexión existe, ocupar varios roles a la vez se vuelve muy natural y muy fluido. Y en el caso de Depto fue una primera experiencia que de alguna manera me fogueó para después, en Recreo, poder dirigir y actuar en el marco de un proyecto más grande.
–¿Lo buscás de antemano o el doble o triple rol surge desde el proyecto?
–No, nunca pienso en un proyecto donde además de dirigir vaya a actuar. En realidad el proyecto tiene sus propias necesidades de acuerdo a la idea. Hay ideas que lo ameritan y otras que no, y en eso soy muy respetuosa. Si la idea que me surge escribir no me tiene como actriz, soy feliz escribiendo y dirigiendo y nada más. No lo fuerzo porque lo que me interesa es el resultado y la coherencia misma del proyecto.
–¿La escritura es una tarea que disfrutas más?
–Disfruto por igual dirigir, escribir y actuar. Son momentos muy distintos que me implica energías muy distintas. El momento de escribir es de introspección e intimidad. Pero también disfruto cuando tengo que exponerme como actriz. Disfruto de cada momento y cada rol en el cine.
–En los últimos trabajos te has abocado al cine y a las series, ¿hoy elegís ese formato antes que una ficción diaria?
–A mí me gusta mucho la televisión, me divierte mucho trabajar en la tele como actriz. Y las tiras diarias me resultan acaparadoras para lo que son mis tiempos creativos. Si yo estoy en una tira es muy difícil que pueda escribir algo nuevo. No es mi formato favorito, pero si se da que tengo que hacerlo, lo disfruto.
–¿Cómo te llevás con la exposición en los medios?
–No me molesta la exposición, la veo como parte del oficio. Pero me gusta cuando está ligada al trabajo y no a la vida personal.
El rol de la mujer
–Hacés hincapié en el rol de la mujer en el mundo audiovisual, ¿cuál es tu visión del rol de la mujer en el mundo del cine?
–El rol de la mujer va cambiando y se va ampliando, al igual que en otros ámbitos. En el cine, tanto detrás como delante de cámara, el universo femenino va cobrando relevancia, lo cual es muy bueno, no sólo para la mujer sino para la humanidad. Como especie estamos necesitando energía femenina y es un cambio de conciencia y paradigma que por suerte se está dando. Y una vez que comenzó no tiene vuelta atrás y es altamente positivo para todos.
–¿Estás escribiendo un nuevo proyecto para cine?
–Estoy escribiendo un guion. Tengo uno terminado y ahora estoy escribiendo uno nuevo. Y tengo que ver cuál de los dos me genera más ganas para comenzar la preproducción. Hace poco terminé de filmar una película que se llama Las buenas intenciones, de Ana Blaya. Y hay una película que se puede llegar a filmar en los próximos meses en la que actuaría. En general todos los proyectos están ligados al cine.
–¿Podés adelantar algo de tus nuevos guiones?
–No, la verdad es que todavía no sé cual tendrá más fuerza para mí. Prefiero hablar cuando esté más concreto.
El "estilo Jazmín"
–¿Hay un hilo conductor entre las historias que escribís para cine?
–Ahora que tengo tres largometrajes me doy cuenta de que hay algo que siempre se hace presente, con el tema de lo femenino. También con los vínculos, la maternidad aparece en las tres películas, la familia como un entramado de vínculos muy complejos. Y mucho el rol del hombre y la mujer y los supuestos que cada uno tiene que cumplir en la vida. Y, en el fondo, una cuestión que tiene que ver con “lo social versus lo animal” o lo caótico del ser humano. La estructura enfrentada al impulso, que aparece mucho en la serie Depto, por ejemplo: el típico caso del sujeto contra la maquinaria de la sociedad.
–Al hablar de la maternidad en la ficción, ¿se cuela tu experiencia como madre?
–La verdad que no sé si tiene que ver con algo propio, sino con cosas que yo observo a mi alrededor. En cuanto al tema como criamos a nuestros hijos y el rol de la mujer en la crianza, ahí hay algo que se expande muchísimo al resto del entramado social. Es resultado de la observación y de una intuición profunda de este fenómeno, que de algo personal.