“Jazmín Chebar por Jazmín Chebar”. Como un juego de palabras la referencia alude a la diseñadora cuyo nombre se transformó en marca y estilo vinculado al detalle, las piezas más exclusivas, y el concepto de diseño, más liberado de la “tendencia”. Una joven creativa que desde su marca homónima (comenzada allá por el año 1997) logró pensar a la moda lejos de lo impuesto. En realidad, ligada sólo con aspectos vinculados a sus impresiones, ideas y vuelo respecto a un estilo muy personal.
Fundadora y diseñadora de su firma, egresada de la prestigiosa “Parsons School of Design” de New York, y con una ascendente carrera en los equipos de Valentino y Donna Karan, la joven creativa abrió sus puertas al mundo de la moda en los ‘90, con la apertura de su primer local. De ahí en más un camino de labor y dedicación para lograr un sello personal consolidado fueron las armas que hoy la posicionan con un nombre forjado que trasciende límites.
Jazmín Chebar no sólo está en Argentina sino también en Perú, Paraguay, México y Uruguay. “No se piensa distinto una colección, según el país, porque la mujer ‘Jazmín’ es una mujer universal. Cuando una prenda gusta, gusta en todos lados. Con nuestro equipo nos importa desde siempre la calidad y los detalles de cada una de las prendas, y a eso apuntamos en todos lados a los que llegamos”, sostiene como un concepto-fuerza que resalta en cada una de sus respuestas, Chebar.
Pero otros aspectos que la posicionan como una de las mujeres que asume propuestas integradoras desde su profesión, se vinculan con los diversos desafíos que desea llevar adelante en pos del enriquecimiento y promoción del diseño de indumentaria en diversas provincias. Mendoza entre ellas. De hecho este año lanzó un concurso en nuestro terruño para transformar la experiencia de la pasantía, como un ejercicio para la futura inserción laboral y generar un semillero de nuevos diseñadores en la provincia. Junto al Mendoza Plaza Shopping, Universidad de Mendoza y la Universidad de Champagnat lanzaron el primer “Concurso Colección Jazmín Chebar”.
Hace muy poco, la diseñadora fue reconocida como una de las “mujeres creativas reconocidas e inspiradoras para la comunidad”, subiendo al escenario del Teatro Metropolitan Citi, para recibir el premio. Una iniciativa creada por la Facultad de Diseño y Comunicación de la Universidad de Palermo y Citi Women que, en esta primera edición del Círculo de Mujeres Creativas, distinguió a 28 referentes de diversos campos profesionales por su capacidad para motivar con sus logros y experiencias. Un mimo que Chebar agradece desde el concepto de equipo.
“¿Qué se puede decir cuando se recibe un premio así? Las palabras sobran porque la alegría y el orgullo de recibirlo te pueden el alma. Lo cierto es que la creatividad es la herramienta de la que me valgo para trabajar desde mis inicios y, por sobre todo, creo enormemente en el trabajo de equipo para llegar a estos logros. Me encantó compartir este premio con mi socio y con todas las personas que hacen que la marca Jazmín sea lo que hoy es”.
En entrevista con Estilo Moda, la diseñadora habla sobre todo: el valor intrínseco del diseño, el concepto de su marca y lo que implica la relación entre volumen, exclusividad y precio.
La elegida de las mujeres
Si bien es cierto que aunque el concepto de la marca es poder generar estilos libres, no seriados, con guiños interesantes para mujeres de toda edad, y el trabajo y preciosismo en los detalles, Jazmín Chebar suma cada vez más adeptas.
“Ponemos en juego un montón de horas de trabajo y pasión por lo que hacemos, en una cadena larga para que una sola tenga todo lo que debe tener para ser única”, explica.
- ¿Qué características se suscitaron para que te dieran este reconocimiento?
- Creo que lo que tiene esta marca es identidad, y la misma se debe a que somos muy personales y tratamos de ser diferentes al resto. Jazmín Chebar te puede gustar o no, pero es distinta. Trabajamos mucho en la calidad, le ponemos amor a las prendas. Tratamos de ser diferentes y de estar siempre buscando hacer lo mejor. Se trata de un gran trabajo de equipo donde cada responsable de área, junto con su staff, está siempre trabajando hacia adelante, sin repetirse ni perder el estilo “Jazmín”.
- ¿Cómo se hace para construir en el tiempo la identidad de la que hablás?
- Yo empecé en el año ‘97. Tenía 23 años y puse un local con una amiga. Cuando uno es tan chico se tienen menos responsabilidades. No tenía hijos y ni siquiera había conocido al que hoy es mi marido, entonces me lancé a hacer lo que sentía. Me acuerdo que me puse a hacer la ropa que me gustaba y que tenía ganas de usar, o lo que veía que querían usar mis amigas, pero que no encontraban en el mercado porque no seguíamos la tendencia. No pensaba “esto se vende y esto no”, sino en alternativas diferentes y más jugadas. La realidad es que la identidad de Jazmín se formó de una manera muy genuina, realmente fue sin un “business plan”. Se fue armando algo que realmente era lo que a mí me gustaba en ese momento. Luego de cinco años de trabajar con Carolina, que era mi socia de aquel momento, cuando Claudio Drescher y yo nos asociamos, lo que hicimos fue que esta idea genuina de identidad de la marca, se pudiera comercializar y hacerla como más de verdad. Es el trabajo nuestro de todos los días.
- Hablás siempre de un gran equipo de trabajo. ¿Cuántas personas promedio trabajan en el proceso de producción?
- Cuando hablo de “equipo de trabajo” no me refiero solamente a las chicas que diseñan con nosotras, porque para que una prenda tenga salida, no sólo necesitás que una persona especializada la haga bella, porque esa prenda lleva determinados botones, tela, forrería, y moldería. Y es tan complejo el proceso hasta que está lista y colgada en el local, e implica tantos pasos, dependiendo de mucha gente, que no puedo simplificar y decir: “sí en el equipo de diseño somos tantos”; porque si bien trabajamos determinada cantidad de personas en un área, luego están las personas que cortan, que desarrollan la idea, que consiguen las telas, los botones determinados, que deciden de qué color van algunos de los elementos en la prenda, los que deciden en cuántas cantidades cortar determinados diseños. Es decir: es una larga cadena de eslabones que conforman de a poco a una prenda, en todo lo que representa Jazmín.
- ¿Cómo funciona la relación volumen, exclusividad y precio, en una marca como la tuya?
-Tratamos el tema de la exclusividad como algo muy importante, ya que no queremos que una clienta se compre un tapado con flores y vivos fosforescentes, y que cuando asista a una comida cualquiera, la chica de la mesa de al lado tenga el mismo. Las cosas que son muy diferenciadas las hacemos con una impronta más exclusiva y en menor volumen. Por otro lado, el valor tiene que ver con lo antes mencionado: una prenda por el diseño, la calidad de las telas, terminaciones, apliques exclusivos, forrería etc. y variará dependiendo de todo esto.
Imaginate que respecto a las telas con las que trabajamos, lo que hacemos es viajar a Europa tres veces por año para comprarlas, desarrollamos avíos en Italia, y buscamos el preciosismo novedoso en los detalles. Cada prenda implica un trabajo muy grande, entonces el tema del precio tiene un poco que ver lo que implica el proceso de desarrollo, y calidad de la prenda.
- ¿Qué porcentaje tiene el diseño sobre el éxito del producto?
- El diseño del producto es muy importante, pero solamente con el diseño no se hace nada. Tiene que ver además la calidad con la que se trabaja, cómo está pensada la línea en la tela, cómo lo vende la persona a su clienta. Es decir: son muchas cosas que resulta limitado hablar sólo de diseño.
- ¿ Qué balance hacés de la colección otoño-invierno de este año?
- Estamos muy satisfechos con el trabajo en la sastrería, los tapados importantes trabajados, la piel como protagonista, con una línea más sobria de la colección invernal que gustó mucho.
-¿Qué se viene como adelanto de temporada primavera-verano 2014?
- Venimos con mucho color y prendas muy diferentes entre sí. Por ejemplo: estamos con una colección de pantalones que son enormes, anchos, chupines o por debajo del tobillo. Ya no hay más una moda a seguir. Eso es lo que buscamos desde la marca. La idea es que uno se pueda comprar algo de Jazmín y no sea algo “de moda del momento”. Es decir que te lo pongas dentro de tres años y no te dé una connotación de algo viejo. Lo que está de moda, y marca tendencia en el momento, se quema muy rápido y no es nuestro objetivo. De hecho no trabajamos como una carta de colores específica, porque cada prenda es única y vamos armándolas en los tonos que nos parecen que tienen que estar. Para esta temporada tenemos mucho rojo, fucsia, camel, celeste, azul...: de todo.
- ¿Qué idea te gustaría que motive a la compra de tus diseños?
- La idea es que la gente no se disfrace de Jazmín Chebar, sino que Jazmín ofrezca aquello con lo que la mujer elegiría para sentirse bien, de manera cómoda y personal.