"Tiene un cuchillo en la mano, eso no se ha dicho todavía, aunque los policías ya lo han notado. En realidad es casi lo primero que observaron cuando bajaron del patrullero y es más que nada por ese cuchillo que aún no se han arrimado. Es un Tramontina, mango de madera con dos remaches de bronce y unos diez centímetros de hoja...". He aquí un párrafo de la obra "Una lluvia interminable", un cuento de tono rural, basado en un hecho policial verídico ocurrido en Santa Rosa en 2007, con el que el periodista de Los Andes y escritor, Javier Hernández, se alzó con el primer premio del Certamen Literario Cuyo, organizado en conjunto por la Secretaría de Cultura de Mendoza y el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.
Javier, con más de 20 años en este diario, ya había incursionado en ese género literario cuando resultó ganador del premio Vendimia en la categoría Cuento, en 2007. "No soy de presentarme a muchos concursos pero cada vez que lo hago tengo suerte; he ganado tres veces con ésta", cuenta el autor lleno de humildad.
Para darle forma a "Una lluvia interminable", Hernández contó que "lo tenía en la cabeza desde hace mucho tiempo. Porque fue un caso policial que cubrí tanto cuando ocurrió la muerte de uno de los protagonistas, y también cuando ocurrió el juicio oral, unos años más tarde". Hay en esa historia, una trama de amor, rencor, odio e increíbles casualidades.
En cuanto a la arquitectura de la obra, Hernández dice que "la columna vertebral del cuento, sin entrar en detalles, la hice de un tirón. Después, en unas dos semanas, me encargué de la corrección, de la reescritura y lo envié directamente para este concurso. Pero el caso siempre estuvo en mi cabeza; es decir que la trama la tenía resuelta desde hace mucho tiempo y me tuve que dedicar nada más que nada a escribir porque al caso lo conocía. Y al cuento le tenía fe; pero creo que todos los que se presentan a los certámenes literarios se tienen algo de fe en mayor o menor medida".
Escribir
En una conocida escuela de escritura creativa se recibe a los alumnos con la frase "Escribir, escribe cualquiera. Escribir bien es el problema". Frase que Hernández dice adherir a la hora de explicar ese plus extra que el escritor le debe poner a su obra para que deje de ser un mero escrito y adquiera otra dimensión "un poco mayor".
Según sus palabras -hoy premiadas en formato de cuento-, "el hecho de trabajar en un medio gráfico durante tanto tiempo, forma parte de una gimnasia que a la larga te sirve para pasar del periodismo escrito a la literatura sin tantos inconvenientes. El periodismo gráfico te disciplina a la hora de sentarte a escribir de una buena vez, vengan o no vengan las musas".
En referencia a la idea de que muchos de los periodistas gráficos cargan con el cadáver de un escritor encima, Javier comparte a medias la noción: "Siempre se me hizo que los periodistas que escriben, tienen algo que ver con las letras: o porque escribían antes de ser periodistas, o porque son o eran buenos lectores. Si un cronista de diario o de revistas tiene como hábito la escritura y la lectura, siempre va a hacer mejores artículos (mejor escritos) que alguien que carece de ese hábito. Además, saltan a la vista los textos hechos por personas que, por ejemplo, no leen: normalmente están mal escritos".
Los premiados
El jurado, integrado por Juan Sasturain, Marina Arias y Leandro Hidalgo, determinó que el primer premio fuera para el cuento "La lluvia interminable", de Javier Hernández; el segundo para "Tallos y raíces", de Santiago Clément y el tercero para "Carlos Alfonso", de Andrés Linares Díaz. El ganador se hizo acreedor de $25 mil; el segundo de $15 mil y el tercero de $10 mil.
También se resolvió otorgar varias menciones. Todos los textos serán publicados en un libro coeditado por los sellos Ediciones Culturales Mendoza (ECM) y Desde la Gente (DLG), con una tirada de aproximadamente 4.000 ejemplares y de alcance nacional. El volumen en cuestión será presentado en la Feria del Libro de Mendoza 2019.