El mendocino y dos veces retador mundialista Javier Chacón conquisto el título latino plata supergallo CMB al imponerse por nocaut técnico en el noveno round al cordobés Alan Luques Castillo. En el Club Centenario de la ciudad santafesina de Venado Tuerto, Javier Chacón (54,900 kilos) se recuperó de un comienzo que fue desfavorable hasta que logró reducir la distancia en el ring para desde allí hacer valer su mayor potencia, actitud y seguridad.
Todo lo que el ahora ex campeón (54,200) construyó manteniendo a su adversario fuera de foco, sustentado en su técnica individual, movilidad, combinación y frecuencia de golpes, el lasherino lo fue destruyendo con bombazos aislados, pero pretendidos, a los que supo respaldar con implacable determinación.
Cuando lo tuvo lejos de su alcance, Luques Castillo ganó los cuatro primeros asaltos, durante los cuales al cuyano se lo notaba incómodo, sin hallar soluciones.
Pero en el quinto empezó otro combate a partir de un cruzado de derecha que sorprendió al cordobés y lo desnudó permeable, más allá de que no hubo caída ni cuenta de protección.
Desde entonces Chacón se sintió reconfortado y esperanzado en repetir el impacto, dado que el nocaut podía depender de una mano explosiva, aplicada sobre un objetivo falto de consistencia.
En el sexto y en el séptimo cuando Chispita aplicó algún derechazo infrecuente volvió a quedar en evidencia que la resistencia de Luques Castillo distaba de ser de las más confiables.
En el octavo episodio las acciones por última vez favorecieron a los recursos del pugilista de la capital cordobesa, pero de esa paz se pasó en el siguiente y decisivo al vendaval que soltó Chocón no bien se dio cuenta de que un cruzado de izquierda le había abierto el camino hacia el epílogo precipitado.
Mientras Luques Castillo procuraba escaparse de un lado a otro del cuadrilátero, su cazador se comportó de un modo inexorable y el Lombriz terminó desparramado contra las sogas. Con esfuerzo se puso de pie, pero ya no estaba en condiciones para seguir.
Así, el de Las Heras, a los 34 años, se quedó con el cinturón latino y estiró su récord a 21 triunfos, seis de ellos expeditivos, tres reveses y un empate.
En cambio, Castillo, a los 24, quedó con un palmarés conformado por 16 peleas ganadas, siete en forma contundente, pero perdió cuatro y en dos de esas ocasiones fue noqueado.
