Jarrod Lyle, el golfista que no pudo con la leucemia y murió a los 36 años

"Me rompe el corazón tener que decirles que Jarrod ya no está con nosotros", contó Briony Lyle, su mujer.

Jarrod Lyle, el golfista que no pudo con la leucemia y murió a los 36 años
Jarrod Lyle, el golfista que no pudo con la leucemia y murió a los 36 años

El golfista Jarrod Lyle falleció a los 36 años por un cáncer, comunicó este jueves su mujer, noticia que fue divulgada por la federación australiana de golf. El australiano falleció en la noche del miércoles en Torquay, ciudad cercana a Melbourne.

"Me rompe el corazón tener que decirles que Jarrod ya no está con nosotros", contó Briony Lyle, quien además dijo que su marido "murió en paz" y rodeado de sus familiares y amigos. "Me pidió que les mandara un mensaje simple: 'Gracias por su apoyo a todo el mundo. Mi tiempo fue breve, pero no lo he desperdiciado si he podido ayudar a la gente a pensar y actuar en nombre de las personas que sufren cáncer'".

Jarrod Lyle 1981-2018 The Australian always competed with a rare combination of grit and gratitude. He leaves us all with his legacy of courage. pic.twitter.com/UXc6QnbnkT

El profesional de golf logró dos victorias en el Web.com en 2008 y jugó 121 torneos del PGA Tour, circuito en el que participó hasta 2016. Fue diagnosticado con leucemia antes de cumplir la mayoría de edad y su organismo tuvo su primera zozobra en 2012. Tras una segunda recaída, el mes pasado, tuvo que ser ingresado de nuevo en el hospital para un tercer trasplante de células madre.

Pese a los esfuerzos, el panorama se oscureció. Y ante la falta de resultados médicos, su mujer, Briony, subió un primer mensaje en Facebook para dar cuenta de que el estado de salud de Lyle había entrado en un callejón sin salida. La publicación vino acompañada de una desgarradora imagen de su marido en la cama del hospital abrazando a sus dos hijas.

El australiano consiguió su primera victoria contra la enfermedad al consagrarse en el Abierto de México (2008) y ese mismo año sumó otra en el Abierto de Knoxville. Continuó desarrollando una vida absolutamente normal, sólo alterada por los controles analíticos de protocolo para comprobar que su médula había quedado limpia.

Esa fervorosa lucha en los fairways menguó definitivamente en julio del año pasado, cuando la LMA volvió a atacar su cuerpo. Se sometió a un trasplante de médula, pero se quedó sin fuerza para continuar. El 21 de este mes hubiese cumplido 37 años; en sus últimos días, quiso aprovechar para compartir momentos con sus hijas Lusi Joy (6 años) y Jemma (2).

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