Hasta ahora, sólo el jardín de infantes tenía contenidos fijados desde la Dirección General de Escuelas, mientras los jardines maternales impartían conocimientos de acuerdo a la experiencia de los docentes y a cada comunidad en particular. Pero en 2012, la DGE comenzó a trabajar en el marco de una comisión mixta, integrada también por representantes del SUTE, en un diseño curricular provincial para el Nivel Inicial. Del proceso participaron, además, los 5 mil docentes de los SEOS y los jardines públicos y privados. Ayer, se presentó la propuesta definitiva que se aplicará en este ciclo lectivo.
La directora de Planificación de la Calidad Educativa, Marita De Pedro, comentó que se trata de un hecho histórico, ya que se toma al Nivel Inicial como una unidad pedagógica. Si bien se han definido ciertos saberes que los niños deben adquirir desde los primeros meses de vida hasta la sala de 5, no se acredita el año. En cambio sí se intenta asegurar que los pequeños completen ciertos aprendizajes que necesitarán en la primaria. Esto es, nociones de Matemática, Lengua, Ciencias Sociales y Naturales, pero también a adquirir autonomía, capacidad de expresarse de distintas formas, de interactuar con objetos, seres y personas del entorno, de reconstruir su historia personal.
Pese a esto, De Pedro explicó que, antes, la planificación era mucho más prescriptiva y minuciosa, mientras la actual rescata el protagonismo del docente en la sala y deja margen para que adapte su labor a la comunidad en la que está inserta la institución. Asimismo, se favorecen los acuerdos institucionales, de manera que se vaya acompañando la trayectoria de un grupo determinado, cuando pasa de un maestro a otro nuevo.
Se adoptó la sugerencia de los docentes, quienes planteaban que la currícula existente estaba organizada en torno a campos de conocimiento, mientras los niños pequeños abordan la realidad de manera sincrética. De ahí que se optara por virar a un enfoque globalizador desde el punto de vista didáctico, que parte de la experiencia para introducir nuevos saberes (que es como los chicos aprenden, ya que a tan temprana edad no hacen un abordaje analítico).
La funcionaria de la Dirección General de Escuelas detalló que en 2012, luego de la paritaria de 2011, se creó una comisión curricular mixta, integrada en partes iguales por representantes del gobierno y del sindicato. Pero además, se organizaron consultas -en las instituciones y fuera de ellas- con cerca de 5 mil docentes de nivel inicial, tanto de los jardines maternales de los Servicios Educativos de Origen Social (SEOS), como los de gestión estatal y privada.
Marita De Pedro resaltó que este intercambio entre los docentes, algunos con mucha experiencia en el trabajo con la primera infancia, permitió llegar a normas consensuadas. Además, el año pasado se entregó a las instituciones una versión preliminar del diseño curricular, para que comenzaran a implementarlo en el aula, y a partir de esto se enriquecieron los aportes. Ahora que se llegó a una currícula “definitiva”, se abordará en las jornadas de la semana próxima y durante todo el ciclo lectivo se hará un acompañamiento a los docentes, pero no como una capacitación vertical, sino como un proceso de carácter colectivo.
Nidia Ibáñez, secretaria adjunta del SUTE, destacó el funcionamiento de la comisión mixta, ya que cada decisión que se tomó en torno al diseño curricular fue consultada con las bases. Esto implicó que participaron casi 5 mil trabajadores de gestión estatal, privada y social.