Los 110 alumnitos y las 10 personas, entre docentes y auxiliares, que trabajan en el jardín maternal Semillitas, del barrio lasherino 26 de Enero, están felices porque desde hace unos días el establecimiento cuenta con gas natural en las instalaciones.
Es un servicio que faltaba desde la creación del establecimiento, que abrió sus puertas el 13 de marzo de 1997, a través del Programa Materno Infantil (Promin).
Desde entonces, las distintas camadas de docentes que pasaron por el local y los diferentes planteles de niños de 2, 3 y 4 años, se vieron privados del imprescindible fluido, administrándose calor a través de incómodas y algo peligrosas estufas eléctricas y preparando las comidas en hornallas alimentadas por tubos de 45 kilogramos.
El Semillitas pertenece al Servicio Educativo de Origen Social (SEOS), de la DGE, que aporta los docentes, mientras que el resto de los requerimientos corren por cuenta del municipio norteño.
Recientemente, la Municipalidad de Las Heras extendió 100 metros la red domiciliaria desde la vecina escuela Julio Quintanilla hasta la pequeña dependencia de atención de niños del barrio del distrito El Resguardo.
Además, se instalaron estufas de tiro balanceado de 3.800 y 5.000 calorías, un termotanque de 120 litros y una cocina industrial, y la realidad cambió totalmente. La inversión de obra fue de $ 40.000, según informó el jefe de Mantenimiento Edilicio municipal, Daniel Albornoz.
"Ahora podemos preparar los alimentos para los chicos con más amplitud y comodidad, y también contamos con agua caliente... el cambio es notorio", dijo la directora del jardincito, Patricia Sisterna (44).
Los niños que asisten a las salitas reciben el desayuno, el almuerzo y un refrigerio a la tarde. Provienen principalmente del barrio 26 de Enero, pero también aportan infantes las barriadas La Favorita, Colombia, Belgrano, Arquitecto Alfaro y Jardín Facelo. Es probable que el año próximo se añadan pequeños de 3 barrios que están en construcción.
Modestos comienzos
Una de las madres pioneras en el establecimiento, Elza Falcón, mandó a sus hijos al pequeño edificio a partir de 1997, que se fue ampliando con el tiempo, pero al que siempre le faltó el imprescindible fluido. "Cuando se abrió este lugar -narró Elza- lo que teníamos era un centro comunitario y dentro de él, una pequeña dependencia para el jardín de infantes; además se enseñaba a las mamás a tejer, a cocinar y a pintar en tela".
Explicó la ama de casa que luego vinieron mejoras edilicias y el jardín maternal se amplió, pero siempre careciendo de gas. Ahí concurrió su hija Vanina, que hoy tiene 26 años, y en este momento asiste la hija de esta última, con 4. Y también lo hicieron otros 11 nietos suyos.
El jardín maternal Semillitas además es cobijo por la noche de un CAE (Centro de Apoyo Educativo), al que concurren unos 30 menores, hijos de padres que están cursando la primaria y/o la secundaria en los centros educativos que se ubican en la escuela India Magdalena, dentro de la misma manzana.
La directora de Educación de Las Heras, Claudia Martínez, comentó que la mejora en las prestaciones básicas del jardín asegurará una mejor atención de los trabajos paralelos del establecimiento: los talleres de tejido y la labor en red con el Centro de Salud N° 20 y con las escuelas Quintanilla, India Magdalena y con el jardín exclusivo Duam Kalem.
Ethel Montivero (35), también afincada en la cercanías del jardín, ya mandó a uno de sus hijos, Mario, y el año próximo hará lo propio con la menor de los dos, Selena. La mujer reconoció como "excelente" la atención de auxiliares y docentes. Parecida opinión tiene Manuela Fernández (40), quien confió a la institución sus 4 vástagos.
Los padres, que como se ha expresado se mostraron complacidos por los progresos en infraestructura, señalaron que ahora tienen la expectativa de contar, en un futuro no lejano, con juegos infantiles en el patio del jardincito.
