El rugby tomó una bocanada de aire fresco con la derrota inesperada de Sudáfrica, dos veces campeona del mundo, ante la humilde Japón (34-32), dentro del Grupo B del Mundial, en una jornada en que Francia e Irlanda cumplieron los pronósticos y ganaron sus partidos.
Irlanda, ganadora de las dos últimas ediciones del Seis Naciones, barrió a Canadá (50-7), en partido del Grupo D, mientras que en esa misma llave, en el duelo que se adivinaba como más atractivo de la jornada, Francia le ganó a Italia con facilidad por 32-10.
Este triunfo de Japón llegó, eso sí, ante una Sudáfrica convaleciente, después de haber caído ante Argentina como local en Durban, por 37-25, dentro del Rugby Championship de las cuatro naciones del Hemisferio Sur.
Japón, que albergará el próximo Mundial en 2019, logra el segundo triunfo de su historia en el torneo, después de haberle ganado a Zimbabue en 1991. Tuvo que esperar casi un cuarto de siglo para reencontrarse con la victoria y lo hizo de forma majestuosa en Brighton.
Aunque el héroe de la victoria nipona no tiene nombre japonés, ya que se trata de Karne Hesketh, nacido en Nueva Zelanda hace treinta años, que materializó el try con el tiempo ya cumplido con el que ganaron los asiáticos.
Pero la gran estrella del partido sí fue un rugbier completamente nipón, el fullback Ayumu Goromaru, autor de 24 puntos, incluido un try. A falta de ocho minutos, Andree Pollard, con un penal, deshizo el empate existente hasta ese momento y puso adelante a los Springboks (32-29).
Pero los japoneses acabaron presionando a sus rivales, aprovechándose de la inferioridad numérica de los sudafricanos por la expulsión temporal de Coenie Ooshuizen (79), con el que llegó el try histórico de Hesketh. La gesta japonesa tiene más mérito debido a que los asiáticos dispusieron en el tiempo añadido de un penal, que podía darles un empate ya histórico, pero prefirieron jugar a la mano y su valentía fue correspondida con un triunfo.
“Es un resultado fantástico. Hemos trabajado muy duro para lograrlo. A título personal, es uno de mis mejores momentos en este deporte”, declaró tras el partido el seleccionador de Japón Eddie Jones, el seleccionador australiano, de madre nipona, que condujo a su país a la final del Mundial de 2003, perdida contra Inglaterra.
El técnico sudafricano, Heyneke Meyer, era la otra cara de la moneda. “Como entrenador he conocido días malos, pero éste es de lejos el peor de mi carrera. Pido disculpas a la nación sudafricana, a la que hemos decepcionado”, dijo.
Irlanda, por su parte, debutó en el Mundial de rugby con una paliza a Canadá por 50-7 (29-0 al descanso), con siete tries a favor del XV del Trébol, mientras que Francia ganó por 32-10 a Italia.