Cerca de 2 mil agentes de la policía militarizada se sumaron al operativo de seguridad dispuesto en Río de Janeiro para garantizar el normal desarrollo de los siete partidos -entre ellos la final- que se disputarán en esta ciudad como parte del Mundial 2014. La llegada de los refuerzos fue confirmada por el secretario de Seguridad Pública de Río, José Beltrame.
La gobernación anticipó la puesta en vigencia del esquema planeado para el Mundial, a partir del aumento de los índices de violencia. “Existe un aumento de la criminalidad que se desarrolla en forma gradual desde el fin del año pasado”, expresó Beltrame, al aludir a un estudio del Instituto de Seguridad Pública (ISP), que detectó un gran incremento en la violencia en Río de Janeiro.
Según el ISP, entre febrero y marzo pasado, 104 personas murieron en choques entre policías y delincuentes, lo que supone un aumento del 55% frente a igual período de 2013. Además se registró un incremento de asesinatos. También el estudio detectó un aumento del 85% de casos de asalto a restaurantes y comercios, y del 43% a personas en las calles.
Cabe destacar que en las últimas semanas se produjo una multiplicación de tiroteos entre policías y malvivientes. Duelos que llevaron a la presidente Dilma Rousseff a enviar a Río efectivos de las Fuerzas Armadas y de la Fuerza Nacional de Seguridad para ocupar el complejo de favelas de Maré, situada sobre la vía que conecta el aeropuerto internacional al centro de la ciudad.