Este lunes, en la Sala Ernesto Suárez del espacio Le Parc, dos voces se reúnen para elevar el canto popular: Jairo y Juan Falú cantarán y homenajearán a Atahualpa Yupanqui, en una presentación que contará, en la previa, con el cantautor Eduardo Guajardo, oriundo de Santa Cruz.
Hace varios años, Mario Rubén González Pierotti (Jairo, hace ya casi cincuenta años) y Alfredo Juan Falú emprendieron juntos este camino de compartir con su público obras fundamentales del repertorio de Atahualpa. "Tener la oportunidad de homenajear a un gran artista como Yupanqui, a quién además admiramos, es, o debe ser, siempre motivo de regocijo y de satisfacción", expresa Jairo, quien a lo largo de su trayectoria ha interpretado más de 800 canciones en castellano, francés e italiano.
-¿En qué se basa el repertorio de canciones?
-El de Atahualpa es un repertorio granítico. Difícil y a la vez fascinante. Tiene un valor artístico incontrovertible. Adentrarse en él es bucear en aguas profundas.
-¿Qué visión tienen de la música contemporánea? ¿Cómo vivís la música de nuestra tierra hoy en día?
-Debo reconocer que no tengo una visión global de la música contemporánea. Soy demasiado perezoso. Dicho esto, lo que percibo en las músicas “locales” es que están atravesando por una crisis de identidad.
“El arriero”, “Los ejes de mi carreta”, “Luna tucumana”: son solo algunos de los himnos que no podrían faltar en el repaso de un camino fundamental en nuestro canto popular. La guitarra y la voz como pilares de la canción, Jairo junto a Falú arman y desarman, para adaptar a nuestro tiempo, las enseñanzas y reflexiones de una de las voces más significativas de nuestra tierra.
-¿Cómo relatarías este viaje que ha sido transitar los escenarios junto a Falú en el último tiempo, siendo el timón el mensaje de Atahualpa?
-Cantar y hacer música con Juan es, desde hace varios años, de lo que más me gusta hacer en Argentina. Disfruto ya desde los ensayos. Creo que conocemos muy bien una parte del repertorio yupanquiano y poder interpretarlo es, modestamente, nuestra mejor manera de contribuir a perpetuarlo.
-Después de tantos años de carrera, ¿qué sentís al mirar hacia atrás? ¿Hacés un revisionismo de tus días? ¿El futuro es algo presente en tu pensar?
-El año que viene voy a cumplir 50 años de música. Pensamos festejarlo con distintas actividades a lo largo del año. Obligado a mirar un poco para atrás he podido comprobar que el recorrido ha sido bueno. Baudelaire decía que los dones de un artista se asemejan a los de la justicia sobrenatural y que pueden determinar el destino de su poseedor y convertirse en fuente de desdicha o de felicidad. Y bien yo puedo decir que a mí cantar me ha procurado -y espero siga haciéndolo- mucha felicidad.
-Entre tantas personalidades de la música que han acompañado y compartido tu carrera, ¿hay algún recuerdo que tengas siempre presente?
-He compartido tiempo y espacio con artistas muy grandes, y debo decir que ninguno de ellos me decepcionó. Observándolos, comprendí que desde el primero hasta el último día, para un artista la vida es un aprendizaje infinito.
-¿Cómo vivís el hecho de haber grabado en distintas partes del mundo y seguir compartiendo "la mejor voz de Argentina", como supo llamarte la "Negra" Sosa, alrededor de distintas culturas?
-Grabar en distintos países y en idiomas diferentes es una buena experiencia. Creo que Mercedes Sosa fue muy generosa al decir eso. Aún no estoy seguro de si lo dijo o si soñé que lo dijo.