Jairo es uno de los pocos artistas populares que ha tenido el gusto y la fortuna de cruzarse con grandes músicos de la historia. Desde Charles Aznavour, el embajador de la chanson francesa, hasta Atahualpa Yupanqui, Astor Piazzolla, Mercedes Sosa y sus contemporáneos.
Porque el cantautor de 70 años, se mueve con la misma cintura en el tango, el folclore, las baladas y cantando en francés. Y el 2020 comenzó de una manera especial, porque antes de dar inicio a los festejos por los 50 años con la música, volvió triunfal al Festival de Cosquín y acaba de ganar el premio Estrella de Mar a Mejor Recital de la temporada marplatense.
Con esa intensidad y la calidez que lo identifica como uno de los intérpretes populares más importantes de la música argentina, hoy se subirá al escenario de la 34ª edición del Festival Rivadavia le Canta al País, que lo tiene a él y a Abel Pintos como los artistas invitados de la noche.
Y el 15 de febrero volverá al teatro Colón para ofrecer el concierto sinfónico "Jairo de Oro" y dar inicio a los festejos del cumpleaños redondo.
“El concierto del Colón forma parte de un festival que se organiza cada año y es la primera vez que voy a hacer un concierto dentro de ese encuentro. Ya tengo arreglos de las canciones más conocidas para orquesta y es atractivo para la gente que me sigue. Incluso grabamos un disco sinfónico y el otro día casualmente Abel Pintos me dijo que cuando hizo su disco sinfónico, uno de los trabajos que tenían de referencia era el mío. Asique me gustó mucho y un mimo como ese es bonito”.
-En estos 50 años vividos con la música sos uno de los pocos artistas que se cruzó con gente maravillosa.
-Sí, he tenido suerte. Porque de todos vas aprendiendo algo. Son lecciones extraordinarias. Recuerdo cuando hice la primera gira con Aznavour, para mí era como ir a la escuela, un gran periodo de aprendizaje, de cantar todos los días con él, de verlo actuar. Y en ese sentido he tenido muy buenos maestros porque coincidí con ellos en el tiempo y el espacio, sobre todo lejos de Argentina. Y eso hacía que los encuentros fueran más intensos, porque tenés algo en común que es tu pertenencia.
-Incluso hiciste un camino distinto al resto, primer triunfaste afuera y después en Argentina.
-Lo habitual es al revés. En mi caso se dio así porque mi primer disco lo grabé en España e incluso había lugares como Venezuela, Puerto Rico o Chile y creían que era un cantante español. Y generalmente los cantantes españoles casi nunca intentan cruzar esa frontera. Sin embargo, cuando me surgió ir a cantar a Francia lo hice y no tenía ese prejuicio. Las cosas se van dando de acuerdo a como las planteás.
-Y en ese aprovechar las oportunidades, ¿dejaste algún tren sin tomar?
-Sí, he dejado pasar algunos trenes, pero te das cuenta con el tiempo. Por ejemplo, tenía mucho éxito en Francia y es un país que te absorbe mucho, el mercado artístico es grande y estás pendiente de eso, cantando en francés. Y en ese momento me ofrecieron ir a vivir a Estados Unidos, para cantar en castellano. Me ofrecieron un contrato de la compañía discográfica, para grabar además de irme a vivir a Miami. Y no quise, acepté grabar los discos y fue un momento muy bonito, pero lo otro era cambiar una estructura familiar. Ya habíamos cambiado de lugar, de idioma, y era complicado. Creo que hubiera sido distinto, pero son matices positivos. Lo feo es que no te pasara nada.
-Son los matices de este romance con la música que lleva cincuenta años.
-Son 50 años de un baño de rosas. La gente ha sido muy cariñosa conmigo. Tengo un público muy fiel y los propios colegas manifestan un cariño. Y eso es lo más positivo que te puede dejar la música.
-¿Cuál creés que es tu legado en todos estos años?
-Tengo una manera de manejarme, de mantener una línea de trabajo y respeto. Sobre todo saber que es una profesión que necesita condiciones y capacidad de trabajo.
-La industria ha cambiado muchísimo y muchos artistas tienen potencial pero les falta formación, ¿lo percibís de esa manera?
-Creo que hay mucho talento e inquietud. A veces escucho y me sorprendo de lo que escucho. Es cuestión de encaminarlos. Antes a lo mejor había menos músicos y el trabajo era más específico. Ahora todo es distinto y te manejás de otra manera, donde las posibilidades son diferentes.
-¿Qué canciones no pueden faltar?
-Hay canciones emblemáticas. Por ejemplo “El valle del volcán” es la canción con la que tuve éxito en Argentina. Vivía afuera y anhelaba tener éxito acá. Y eso me abrió la posibilidad de cantar aquí. “Morir enamorado”, “Nuestro amor será un himno”, un tema en el que no creía mucho. La grabé, seguí las indicaciones de los productores y vendimos como cinco millones de discos. Ahí mi instinto comercial falló (ríe). O “La milonga del trovador”, que escribió Ferrer y Piazzolla. Una canción que habla de mí y es un honor muy grande que gente así te dedique una canción. O el éxito impensado de la versión del “Ave María” de los años ’70. Soy muy agradecido de las canciones y nunca canté una canción que no quisiera cantar. Siempre respondí a lo máximo que podía ser en el momento que lo grababa. Canto folclore, tango, y se me ha permitido.
-Un año que empezó con creces y va a continuar, ¿qué se viene?
-Vamos a hacer una gira nacional e internacional muy importante, que empezaremos a fines de abril, principios de mayo. Y entre tanto estamos grabando un disco, que tiene una relación directa con los 50 años. Con canciones que pertenecen a mi repertorio, y mías, salvo dos de Piazzolla escritas para mí. Y la particularidad de ese trabajo que está producido por Lito Vitale es que tiene muchos invitados. Hay catorce canciones y veintiséis invitados.
-¿Se puede adelantar algún nombre, además de Juan Carlos Baglietto?
-Sí, él va a estar en la canción “Había una vez”, una canción que compuse con María Elena Walsh. Y otros cantantes (ríe). No puedo decir nada, porque hay artistas que es sorprendente que estén en el disco.
-¿Es especial para vos cantar en el Teatro Colón?
-Sí, claro. Y me pasa una cosa curiosa con el Colón y la cifra 50. Justamente voy a empezar mi festejo ahí con la orquesta. Pero cuando debuté lo hice ahí, porque me invitó Ariel Ramírez a cantar sus canciones más conocidas cuando él cumplió 50 años con la música. Y me acuerdo que canté en el Colón cuando se hizo el concierto por el 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y eso fue muy bonito para mí, porque me di el gusto de cantar en el Colón sin amplificación. Algo que solo se puede hacer ahí. Estarán como invitados especiales Minino Garay en percusión y Juan Falú, para interpretar algunas canciones de Yupanqui.
-Ahora te espera el público de Mendoza.
- Me encanta Mendoza. Hay un pueblo generoso conmigo y es uno de los pocos lugares donde iba de vacaciones. Tenía una tía que vivía en San Martín e íbamos varias veces.
Lo recuerdo como algo extraordinario. Mendoza es una provincia distinta y ojalá que pueda crecer. Siempre han sabido lo que querían y eso no se puede decir de todas las provincias. Ha dado muestra de potencial.
-Las recientes movilizaciones y la lucha por el agua nos marcó para el presente y el futuro.
-Es extraordinario y si alguien puede hablar del agua en este país, es el mendocino. Históricamente la lucha del mendocino por sus razones geográficas es fantástica. Y el ejemplo siempre viene de ahí. Hay una historia muy importante para todos los que buscamos espejos donde mirarnos. Yo planteo: ¿Mendoza eligió el vino o el vino eligió Mendoza?
-¡El vino eligió Mendoza!
- (ríe). Así es, ¡Qué maridaje! Y esa pujanza viene de ahí, porque no ha sido fácil. Pueden jactarse de haber conseguido muchas cosas.
La programación
Hoy: Abel Pintos, Natalie Pérez, Jairo, Fabricio Rodríguez, Beto Moya (Humor), Los Filippis, Las 18 Cuerdas, Mabel Quiroga, Hermanas Massa, Los Huarpes y Eluney Musri.
Domingo 9: Chaqueño Palavecino, Luciano Pereyra, Joaquín Aguilar, Beto Moya (Humor), Banda Blas Blotta, Munaycú, José Molina, Los Soñadores, La Creciente, Hermanos Vilches, Ariel Fernández y Facundo Capelloni.
Lunes 10: V-One, Naik y Unic, Mya y Sebastián Yatra.
Entradas: $250 (general) y $1000 (preferenciales). Concierto de Sebastián Yatra, de $500 a $3000. En boletería del Cine Ducal, Secretaría de Turismo (Cuidad), taquilla y rivadaviamendoza.gob.ar/festival2020/