Hace poco confesó que uno de los momentos más emocionantes de su carrera fue esa vez en la que, durante la premiere de su espectáculo en el Teatro Olympia de París, vio sentados entre el público a Sophia Loren y Georges Brassens.
Tenían los oídos abiertos, entregados a su voz tersa y expresiva que, pese a ser latinoamericana, volaba con soltura entre clásicos de la chanson française. Y tan alto voló que después lo visitaron en el camarín y, aunque no recuerda las palabras exactas, esos fueron solo algunos de los elogios que recibió por su show: ¡16 conciertos seguidos! "Fueron muy exitosos", dice ahora, y ese adjetivo llegará una y otra vez a la breve conversación que Jairo tuvo con Estilo.
Ya mucho tiempo pasó desde entonces para Mario Rubén González Pierotti (el 16 de junio 68 años). Él, que a sus seis años cordobeses ya estaba atrapado en la vibración musical, pasó por tantos escenarios que enumerarlos sería perder rápido la paciencia: sus presentaciones en Canal 12, donde lo llamaban "Marito" (no confundir con el famoso "Marito" que acompañaba a Cafrune), su debut (en el Hotel Savoy) y su triunfo en Buenos Aires, para volar después a Madrid, hacerse conocido allá y, subiendo la cuesta aun más, animarse a esa ciudad que tiene estirpe mitológica y fama de cumplir todos los sueños: "París, je t'aime".
El tiempo pasa y, aunque está preparando un documental y un libro autobiográfico, admite que no lo motiva especialmente hablar del pasado. Presente y nada más: lo tendremos el viernes que viene presentando "Historias con voz", al lado de Juan Carlos Baglietto.
“Siempre nos juntamos circunstancialmente en algún show de él, en algún show mío, en algún disco, nos hemos cruzado muchas veces, somos amigos además”, aclara Jairo desde el otro lado del teléfono. ¿Pero recordará puntualmente la vez que se conocieron? “Ufff, hace mucho ya: 25 o 30 años fácil”, asegura.
Lo cierto es que formaron este tándem por pura casualidad, cuando los invitaron al programa “Morfi, todos a la mesa”, que conduce Gerardo Rozín por Telefe, y allí cantaron un par de canciones en vivo. Confirmaron la química, pero también vieron la excelente respuesta del público. Poco después empezaron a moldear el cancionero: muy equilibrado, muy ensayado.
Adelanta: “Se nutre del repertorio de él, del mío, canciones que siempre quisimos cantar y no cantamos nunca. Hay un poco de todo y resultaron canciones muy fuertes. Creo que está entre lo más importante la elección del repertorio. Y después, que es un espectáculo muy trabajado”.
-¿En qué sentido?
-Hemos ensayado mucho. Hace años que ninguno de los dos ensayaba tanto. Hemos hecho un trabajo muy fuerte y eso se nota mucho en el resultado.
Del flanco de Baglietto vienen, por ejemplo, “El témpano”, “Salzanitos”, “El gigante de ojos azules” y del de Jairo “Indio toba”, “Carpintería José” y “Los enamorados”.
-Pero además hay una gran conexión musical entre ustedes.
-Muy grande, muy grande. Y tenemos una particularidad: los dos tenemos un registro vocal bastante amplio. Las dos voces, que son tímbricamente diferentes, se empastan bien, se juntan bien. El espectáculo consta de veintipico de canciones que cantamos juntos; menos dos, una que canta él y otra que canto yo. No es un espectáculo donde cada uno canta separado y después dos o tres a dúo. Acá cantamos-todo-juntos.
-¿Y cuál es esa especial que vos cantás solo?
-No, eso que lo vea la gente en el espectáculo, sino se pierde el factor sorpresa.
-¿Cómo describirías la personalidad musical y la voz de Baglietto?
-Creo que su voz es extraordinaria, y su personalidad musical muy clara, es como una especie de juglar extraordinario. Muy fácil de situar en cualquier época, con una gran voz. Creo que como artista, dentro del panorama musical argentino de muchas décadas, es el más creativo de todos, indudablemente.
-¿Por qué?
-Siempre tiene ideas novedosas para no solamente en la elección de repertorio, donde no tiene fallas, sino también en el aspecto de la puesta en escena, que muchas veces los cantantes dejan de lado y él no: cuida cada detalle, es muy minucioso para trabajar. Es un artista muy completo y extraordinariamente profesional. Es un placer trabajar con él, siempre.
"Cuando uno empieza con un proyecto, tiene una idea y la proyecta y la concreta, no sabe adónde va a ir a parar de todas manera"
-Y de esa colección de canciones que traen, ¿cuál es tu favorita?
-Hay muchas. Cuando empezamos a trabajar, tiramos como 50 sobre la mesa, y fue muy dolorosa la preselección, porque tuvimos que desechar o dejar de lado canciones muy queridas. Así que es muy difícil elegir. Si tuviera que hilar demasiado fino, me gustan mucho de su repertorio “El témpano”, “Cuándo”, y del mío me gustan “Los enamorados”, y muchas más, porque es muy difícil en este caso hablar del repertorio de uno (risa).
-¿Han pensado quizás un disco juntos?
-No. Tenemos pensado grabar un DVD en las funciones del Teatro Ópera. Estoy muy contento con este espectáculo además, porque quiero decir que -y dicho esto con toda modestia, porque no soy un tipo que ande hablando de logros personales - es un espectáculo exitoso. Esto prueba que uno nunca sabe dónde está el éxito.
-¿Por qué lo decís?
-Cuando uno empieza con un proyecto, tiene una idea y la proyecta y la concreta, no sabe adónde va a ir a parar de todas maneras. Por más empeño que uno ponga y por más que uno crea en lo que uno hace, en definitiva el espectáculo tiene vida propia, y puede coincidir o no con el gusto de la gente, hay muchos factores en juego, y este espectáculo es exitoso. En todos los teatros a los que hemos ido no solo ha ido mucha gente, sino que ha sido muy fervorosa.
-¿Estás preparando un disco con canciones de Daniel Salzano para fin de año?
-No, lo hemos dejado para el año que viene, porque este espectáculo se extendió en el tiempo, ¡nos lo piden de todos lados! Es una gira de veintipico de actuaciones, una cosa muy rara en Argentina en este momento. Por sobre todo, porque se trata de espectáculos en teatros, no son espectáculos en la playa, gratis, para la gente. Es un show donde la gente se compromete y nosotros nos comprometemos para hacer un espectáculoque sea digno de que la gente pase por boletería y pague para verlo.
-¿Pero por qué crees que convoca tanto?
-No lo sé. Creo que hay una serie de factores: Baglietto tiene su propio público, yo tengo el mío, y seguramente la suma de ambos juega a favor. En otro sentido, también puede ser que hay cierta afinidad al repertorio o a los gustos musicales. Nos ven, nos escuchan hablar, y ven que no somos tan diferentes, y evidentemente si existen diferencias en esas diferencias también la gente ha juzgado que hay algo favorable. No sé en qué radica exactamente.
-Cambiando de tema, siempre en estas entrevistas - donde hay detrás tanta carrera - se recurre a lo anecdótico, a los discos grabados, etcétera... ¿te motiva a vos hablar del pasado?
-No especialmente, pero estoy abierto a eso. No tengo ningún problema.
-¿Sos de las personas a las que les gusta mirar más de acá para el futuro, entonces?
-No, me gusta mirar lo que estoy haciendo. Si querés hablar del futuro podemos hablar más de eso, pero yo estoy muy metido en lo que hago en este momento...
-Hace poco recordaste en otra entrevista la vez que Loren y Brassens fueron a verte, ¿qué otra noche recordás especialmente?
-En un espectáculo que hice en el Bataclán de París, también una premiere muy exitosa, estaban Piazzolla y Yupanqui. Ya los conocía de antes, pero estaban los dos por separado.
-¿Y también te fueron a saludar al camarín?
-No, Yupanqui no iba a los camarines, pero Piazzolla sí.
-¿Por qué no iba?
-No le gustaba subir las escaleras, era bastante complicado para él.
-Estaba muy mayor.
-Sí, me dijo que no le gustaba ir a los camarines, pero después me llamó por teléfono y nos vimos, a los seis o siete días estuvimos charlando.
-Después de tanto camino recorrido, ¿nunca se te pasó por la cabeza retirarte?
-(Silencio) ¿Retirarme? ¿Por qué se me debería pasar por la cabeza eso?
-Con casi 70 años muchos artistas ya se sienten satisfechos con su carrera.
-No tengo 70 años, y Aznavour por ejemplo, que tiene 92 años, sigue cantando y le va muy bien (N. del R.: en marzo dio un concierto memorable en Buenos Aires).
-La pregunta no era para que la tomaras a mal.
-¡¡Cómo no, si me dijiste viejo de mierda de repente!! (risas) Es como si yo te hubiera preguntado si sos demasiado joven para dedicarte al periodismo. Es absurdo.
-No tanto, se lo he preguntado a otros cantantes también.
-Bueno, cada uno es como es. Cada uno hace lo que quiere y lo que puede con su carrera y con su vida. ¿Le preguntarías lo mismo por ejemplo a Charly García, que tiene un año menos que yo?
-Sí, se lo preguntaría.
-Bue, bue, ¿se lo hubieras preguntado a Sandro en su etapa más reciente?
-Y sí, no me parece una pregunta ofensiva.
-Uno canta hasta donde puede, hasta donde el cuerpo le da, ¿cómo se me va a pasar por la cabeza retirarme? Al menos que tenga una enfermedad gravísima, que espero no tenerla, no se me ocurre pensar en una retirada. Lo único que retira a un artista, y esto meteteló bien en la cabeza, es la indiferencia del público.
-Esa sí es una respuesta pertinente.
-Bueno, eso (se calma). Evidentemente, si uno no despierta ningún interés en el público, es el momento de retirarse. Afortunadamente no es mi caso.
La ficha
Jairo & Baglietto presentan "Historias con voz"
Fecha y hora: Viernes 19 de mayo, a las 21.30.
Lugar: Arena Maipú (Maza y Civit, Maipú)
Entrada: de $400 a $750, disponibles en boletería y tuentrada.com.