Sorprendido por la responsabilidad que le delegó el gobernador Alfredo Cornejo, halagado tras haber pasado la audiencia pública sin sobresaltos y a la espera de la ratificación de la Legislatura (en la sesión especial de pasado mañana), el designado director general de Escuelas, Jaime Correas, está convencido de que el sistema educativo de Mendoza tiene que tener como centro “al chico que tiene que aprender”.
Baño de orden, voluntad de diálogo, autoridad, disciplina, premiar al que hace bien las cosas... son los conceptos claves que intentará desplegar en su gestión.
“Lo sustantivo es crear un nuevo ideario para la educación: y ese nuevo ideario es que el aprender se hace con esfuerzo, en orden, con autoridad y con una escuela jerárquica donde cada uno esté en su lugar”, insiste Correas al referirse al debate más profundo que pretende dar, aunque reconoce que hay muchísimo por hacer.
Distendido el último día hábil de 2015, el licenciado en Lengua y Literatura concedió a Los Andes una entrevista durante más de una hora en su despacho de paredes blancas con un solo cuadro: la caricatura de un Sarmiento llorando realizada por el ilustrador Marcelo Marchese. Locuaz, sólo se mostró tenso cuando se le preguntó sobre su relación con el grupo Vila-Manzano: “Hace un año que dejé de trabajar en el grupo... Eso sólo interesa en el microclima de los periodistas”, cerró antes de pasar a la sesión de fotografía.
-Al principio hubo cuestionamientos y dudas por ser alguien que venía del ámbito de la comunicación...
-Comunicacionalmente, salí rápidamente a hablar sobre el tema. No quería pasar como integrante del sistema porque no lo soy, pero demostré que conocía al sistema, que conocía la problemática y que sintonizaba con cuál es el problema que se quiere encarar. El Gobernador tampoco es un especialista en temas educativos y habló en el discurso de asunción 15 minutos de educación con agenda y claridad del programa.
Hasta hace 20 minutos estuvo buena parte de la dirigencia del SUTE en un diálogo institucional que hace mucho no se veía. Seguramente después iremos a conflicto, pero hay una voluntad de diálogo. Nos pusimos de acuerdo en -al margen de las paritarias y las discusiones que haya que tener- el funcionamiento de algunas comisiones que estudien algunos desórdenes muy grandes del sistema que le traen mucha conflictividad.
Entonces, creo que sería revolucionario para Mendoza que desde el sector gubernamental y sindical se pudiera llegar a acuerdos en temas que afectan a todo el sistema. Que todos coincidamos en que nos va a ayudar al objetivo final, que es que los chicos aprendan.
-¿Cómo se pueden revertir esos desórdenes con tantos cambios de funciones, licencias, etcétera?
-Todo eso es un escándalo y hay que revisarlo todo. Son mecanismos que han sido creados para cosas que realmente hay que hacerlas. Hay necesidad de cambio de funciones, hay necesidad de mayor dedicación, hay necesidad de una misión especial, no cabe la menor duda, pero son mecanismos que se han utilizado para hacer una cantidad de cosas que no tienen nada que ver con la educación y que afectan a la educación, porque en la medida que eso impide que el maestro o el profesor estén frente al grado o frente al curso, que haya un gran debilitamiento de muchas cosas, eso es muy malo. Estamos revisando fuertemente eso, con una enorme ventaja: han desaparecido los compromisos políticos (te doy esto porque es el que viene recomendado por no sé quién...).
-Hay escuelas rurales, con 80% de zona, las que tenés seis cambios de funciones, cuando los alumnos son 100...
-Todo eso es lo que vamos a tratar de revisar. Eso es una de las cosas que le planteábamos al SUTE. Tratar de revisar todos los mecanismos que son loables porque para quienes lo necesitan tiene que estar, pero es el mecanismo por el cual se te cuela un montón de vivos... Yo insisto en que más que una señal a los pícaros, es una señal a los buenos; es una señal a que el bueno no se tiene que sentir tonto. El que hace bien las cosas es el que tiene que ser premiado y no el que pasa por el costado.
-Antes había un ítem que lo cobraban sólo quienes estaban frente al aula y se consiguió que se extendiera a todos...
-Esas son cosas que tenemos que ir a futuro. La paritaria va a ser muy rica porque se va a empezar a discutir no sólo lo salarial, sino muchos otros temas: se va a discutir si puede cobrar lo mismo quien está frente al aula que quien no está frente al aula... Para que esto quede claro: hay alguien que no está frente al aula porque no está frente al aula a pesar suyo, es alguien que tiene una enfermedad, alguien que tiene un problema, a esa persona la vamos a atender doblemente.
Pero tenemos que liberar mecanismos para que justamente lo deseable sea portarse bien y cumplir y no estar buscando la manera de saltar las responsabilidades. Allí es donde hay una enorme tarea para hacer, porque éste es un sistema que por más que se lo pueda criticar en muchas cosas, es un gran sistema que funciona: todas las mañanas llega alguien prende la luz, llegan los chicos, tocan el timbre... independientemente de todos los problemas.
Es una cosa muy desordenada, muy deteriorada en lo edilicio, en las relaciones laborales, pero con enormes posibilidades. Si nosotros logramos darle un baño de orden, de sensatez, y en este sentido, de alguna manera, todos nos confabulamos en el buen sentido de la palabra -como hemos intentado esta tarde con el SUTE- para conseguir cosas virtuosas, la verdad es que nos podemos llevar una sorpresa.
-¿Cómo se cuida al docente?
-Tenemos que volver a privilegiar mucho al docente; el docente tiene que ser cuidado por nosotros. Cuando digo tiene que ser cuidado, hay que mejorarle todas sus condiciones laborales, hay que mejorarle la calidad de vida cuando tiene que ir a hacer un psicofísico (no puede ser que estén esperando seis meses, que vayan a un lugar sucio, que los atiendan mal).
Los directores son piezas claves: tienen que liderar su escuela. Para eso tienen que ser el director de un proyecto de cada escuela. No puede haber un director que vaya a una escuela para estar un año con una licencia para jubilarse. Eso lo tenemos que cortar porque es una trampa y todo eso es una estafa al sistema...
-Y a los chicos...
-El sistema son los chicos. Éste es el punto neurálgico de todo esto y la idea que me parece que tiene que quedar más clara. Acá todo está tan invertido que se cree que todo este macrosistema estatal es un bien en sí mismo. No. Existe porque existe el ciudadano que lo paga para darle algo al ciudadano, y le estamos dando muy mal servicio al ciudadano. Entonces acá el centro es el chico que tiene que aprender.
Además hay otra cosa. El hecho educativo se da en el aula: entre el docente y el chico. Ése es el punto de partida; todo el resto tiene que estar al servicio de eso. El director tiene que ser un facilitador de eso, un articulador, un motivador, un conductor de todo eso. El supervisor tiene que ser quien esté supervisando y de alguna manera poniendo en tensión todo ese sistema. Y el orden jerárquico, que nos da una posibilidad enorme.
-Hablaba de orden jerárquico y en el sistema educativo muchas veces se utiliza para el miedo...
-Por el famoso asunto que en ese orden jerárquico, en vez de ser un orden... Para que ese orden jerárquico sea virtuoso tiene que haber ideas e instrucciones claras desde la cabeza que vayan por todo ese orden jerárquico para que lleguen a ser ejecutadas. Porque se está dispuesto a no dibujar estadísticas para hacer aparecer lo que no es cierto.
Orden y disciplina
“Este sistema necesita un baño de orden, de disciplina, que las penalidades vuelvan a ser efectivas, que los chicos lleguen a horario y se vayan cuando tengan que irse, que vuelva a haber un régimen de faltas muy estricto, que el que no lo cumpla se quede afuera, que las malas conductas se penalicen y que las penalizaciones sean de cumplimiento efectivo”, dice Jaime Correas.
-Cómo se conjuga la disciplina y el orden con una escuela secundaria que es obligatoria?
-El alumno no se tiene que ir. El que se queda libre tiene que volver después, rendir todas las materias como hacíamos nosotros, con lo cual se tiene que preparar y le vamos a poner todos los instrumentos para que se prepare. Tiene que rendir todas las materias y si no rinde todas las materias necesarias para pasar, tiene que repetir el año. Y repetir el año implica, no como ahora que el chico va a solamente a la materia que desaprobó, cursar todo.