Fue protagonista del momento más emotivo de la tarde-noche. Su larga corrida tenía un destinatario fijo: Daniel Oldrá, a quien invitó a salir del banco de suplentes para fundirse en un abrazo interminable. Lo tenían preparado. Y así lo explicó el propio Ayoví.
-¿Lo de festejar el gol con el DT era una sopresa?
-Habíamos charlado con el capitán (Fernando Zuqui) de que si hacíamos un gol íbamos a celebrarlo con el cuerpo técnico. Realmente se lo merecen por todo el trabajo que hacen día a día, de buscarle la vuelta a esto porque es complicado para un técnico cuando el equipo no gana en seis partidos seguidos. Ellos son lo que cuando termina el entrenamiento se van a su casa y miran videos. Para nosotros es distinto: vamos a nuestras casas y pasamos un rato con nuestra familias. Lo de ellos es trabajar full time.
-La mejor forma de respaldarlo era con una victoria, más allá del juego...
-Quedó demostrado que estamos a muerte con el Gato (Oldrá) y la mejor manera de respaldarlo era ésta. Porque sin jugar bien, estuvimos metidos los 90 minutos. Rey lo demostró atajando el penal en un momento clave. Por supuesto que no es la forma en la que queremos ganar, pero para salir de la malaria no quedaba otra que ganar como sea.
-¡Qué les dijo Oldrá en el entretiempo?
-Sus palabras nos tocaron muchísimo. Hizo dos cambios a pesar de que los muchachos estaban jugando bien, pero buscó cambiar la actitud y tener más huevo porque esto es para hombres. Esto es fútbol. Se puede jugar bien o mal, pero hay que tener personalidad y actitud para poder hacerlo. Eso fue lo que nos pidió y gracias a Dios pudimos sacarlo adelante.
-¿Cuántos Padrenuestro rezaste en el penal?
-(Risas) No, le di la gloria a Dios, le pedí por favor que Rey tapara el penal y sabía que lo iba a atajar porque le dije a uno de Sarmiento (Michael Hoyos) que lo atajaría y él me dijo 'no, pero en el rebote lo voy a meter yo". ¡Y casi se da porque después tomó el rebote y casi lo mete".
-En tu gol hay algo de lo que se trabaja en pelota parada durante la semana…
-Sí, lo hemos trabajado, siempre trabajamos la pelota parada; a veces se da y a veces no se da. Zuqui tiró un buen centro, no llegó Lea (Fernández), atracito estaba yo y si no venía otro por atrás. Salió y teníamos que ganar así, de pelota parada, no quedaba otra.
-¿Sabés del promedio de gol que tenés en Godoy Cruz no?
-No, la verdad que nunca llevo en cuenta esos datos.
-Es de un gol cada dos partidos.
-¿Sí? Hay que mejorarlo entonces. Tengo que hacer dos goles por partido. Quiero mejorarlo y ojalá poder aportar lo máximo por esta institución y este equipo que quizá es chico en tradición, pero muy grande de corazón y con una hinchada que apoya siempre hasta el final.