El jueves por la mañana, esposada y escoltada por guardias del Servicio Penitenciario Federal, Sandra Jaquelina Vargas (38), conocida como "Jacki", declaró por primera vez desde que está detenida en la causa que se le sustancia en la Justicia Federal.
La mujer estuvo asistida por su abogado, Alejandro Acosta, y si bien su declaración se enmarca en lo que se conoce como indagatoria, ella misma aclaró que no iba a responder preguntas (toda declaración de un imputado es una indagatoria).
De ese modo, la reunión se llevó a cabo en la Secretaría Penal "E", a cargo de Ivana Aramendi, del Juzgado Federal 3, que subroga el magistrado Walter Bento.
Quienes allí estuvieron dijeron que la mujer se mostró tranquila en todo momento y que sólo se alteraba cuando hablaba de su situación de encierro (ella y algunos de sus familiares están en la misma situación).
"A mí me ha tocado ser ‘la Jacki’ en esta historia montada y muy bien financiada con plata del Gobierno de Mendoza y quienes tienen intereses con el narcotráfico de verdad.
Fui y sigo siendo usada para desviar la atención de los señores fiscales federales y de los jueces de Mendoza, mientras que una jueza federal de la provincia de La Pampa encontró 100 kilos de cocaína en Godoy Cruz.
Lo que hay que preguntarse es las cosas que habrán hecho mientras el tema era solamente ‘la Jacki’, que se escribe Jacki, y no ‘Yaqui’ como me pusieron los policías y repiten los periodistas en la operación de montaje y distracción dedicada a los fiscales, jueces y funcionarios honestos que tiene Mendoza".
En este párrafo, Vargas hizo especial hincapié en el operativo de droga más importante del año, cuando en Godoy Cruz -muy cerca de la casa de la acusada- se secuestraron 100 kilos de cocaína.
Para la mujer es curioso que el trabajo lo haya investigado Iara Silvestre, una jueza federal de Santa Rosa, La Pampa, y sin intervención de la Policía de Mendoza. En aquella ocasión, dos mujeres (madre e hija) fueron detenidas. Además, en esa vivienda de Godoy Cruz se encontró una cocina de droga.
"No tengo nada que ver con la venta de drogas, y quizá alguna vez mi difunto esposo anduvo en esa, pero no me toca a mí ser la denunciante de mi marido, ni su testigo de cargo. Pero no podemos pagar mi hija, mi suegra, mi hermana Patricia y yo".
Contra Pérez
No es desconocido el encono que profesa "Jacki" contra el Gobernador. En el pasado almuerzo con las Reinas de la Vendimia, el Gobernador, en declaraciones a la prensa, se preguntó "por qué todavía ella no estaba detenida". Días más tarde, el 14 de abril, se produjo la aprehensión de Vargas en la provincia de San Luis.
"Es muy importante la apariencia y el operativo previo montado en mi detención. Yo le había pedido al juez un hábeas corpus preventivo en mi favor que me rechazó. Para detenerme unos poquitos días después, cuando comenzó a hacer lío Francisco Pérez", dijo la mujer ante la auxiliar de la Justicia Federal.
Y siguió: "Han gastado mucho dinero para detenerme a mí, esa publicidad no ha sido gratuita y ese sí es un verdadero lavado de activos. Si no me creen pueden ir a mirar la contabilidad de lo que gastó el Gobierno de Mendoza en gastos reservados del Ministerio de Seguridad".
En referencia a la participación en el expediente de la Unidad de Control Financiero para ayudar al fiscal Fernando Alcaraz en la causa de narcotráfico, la mujer dio su parecer: "Me parece muy raro que en Mendoza, la provincia de los funcionarios y ex funcionarios enriquecidos, donde todos los que pasaron o están en la función pública viven en lujosos barrios privados, donde además se liquidaron dos bancos del Estado, la Unidad de Control Financiero de la Nación se haga presente en mi expediente, demostrando claramente una discriminación".
Narco sin drogas
En los últimos tramos de su alocución, Vargas remarcó lo extraño que le parece que en su caso de narcotráfico no haya nada de droga secuestrada. Igual, algunas escuchas telefónicas la involucran en el negocio de la venta de estupefacientes en baja escala.
Vargas se preguntó por qué su caso en la justicia local, si es casi una cuestión de Estado, no está en manos de un fiscal especial y sigue bajo la órbita de Juan Carlos Alessandra.
"Está claro que fui elegida para distraer lo que nadie quiere ver. Una causa judicial como ésta, sin drogas, que no tiene compradores, tampoco tiene vendedores de droga. Me acusan de narco y jamás me hallaron droga.
Y sin la descripción típica de lo que se nos imputa (en referencia a ella y sus familiares), donde se utiliza la autoincriminación únicamente. Se me abandona como imputada en una clara situación de desventaja que no se corresponde con el debido proceso legal. Por eso, por ahora, no voy a contestar preguntas para no potenciar la trampa jurídica de la que soy objeto".
Hacia el final, Vargas, en un tono emocionado, concluyó: "Soy madre de cinco hijos. Silvina 21, Karen 15, Mauro de 11 y dos mellizas de cinco años de edad. Ustedes no saben lo que es ser madre. No tendría tiempo para hacer todo lo que se me imputa", concluyó.
La causa
* "Jacki" está con prisión preventiva desde mediados de marzo, acusada de organizar y financiar el comercio de estupefacientes y poner en circulación en el mercado formal el dinero proveniente de esos delitos.
* El juez federal Walter Bento, a cargo de la investigación, también dictó el procesamiento respecto de otras cinco personas por el tráfico de estupefacientes y el lavado de activos, entre quienes están la hija de Vargas, sus hermanos y su suegra.
* Según el expediente, la organización se valía de jóvenes -denominados "soldaditos"- para llevar a cabo la venta al menudeo de estupefacientes, los que también habrían tenido la función de mantener el control territorial frente a la posibilidad de enfrentamientos con quienes pudieran representar una amenaza para su negocio.
* Se cree que la organización habría controlado el tráfico de estupefacientes en el barrio Campo Papa, en el oeste de Godoy Cruz.
* En el marco de esta causa, el fiscal Alcaraz también cuenta con la asistencia de la Procuraduría de Narcocriminalidad, cuyo aporte brindó al juez un estudio sobre expedientes por narcotráfico que vinculaban a Vargas y su entorno.
