Aunque aún no están los datos definitivos, este año, la cosecha de tomate para industria ha tenido rindes inferiores a los del pasado, producto de las lluvias, algunas plagas y una maduración despareja. José Pierantonelli, uno de los ingenieros agrónomos que trabaja con los productores asociados a Tomate 2000, detalló que las industrias tienen planes de producción en crecimiento y que quieren sumar otras 700 hectáreas a las 3.350 que ya están dentro de la asociación.
-¿Cuál es el grado de avance de la cosecha?
-Estamos en un 97 a 98% de la cosecha ya concluida. Nos queda muy poquito en el Valle de Uco para terminar. Las cosechas manuales se complicaron porque las cuadrillas tuvieron que implementar medidas por la cuarentena, cambiar las prácticas en las fincas. Y también en lo que es transporte, porque mucho de lo que se cosecha en San Juan se procesa en Mendoza y parte de lo que se produce acá se procesa allá porque está una de las plantas más grandes.
Se complicó sobre todo el movimiento bancario y financiero, porque las tareas de cosecha se solventan en gran medida con financiamiento de la industria. El productor recibe como anticipo el valor de lo que va cosechando y se le paga semanalmente con un depósito o transferencia.
-¿Cómo estuvieron los rindes?
-No tenemos todavía los números finales. Estamos procesando una serie de indicadores que presentamos al final de la temporada, que van desde la preparación del suelo hasta los rindes. Pero en promedio, los rendimientos están sensiblemente más bajos que el año pasado, por complicaciones climáticas y por presencia de enfermedades. Tuvimos lluvias sobre todo en San Juan, y problemas de maduración y de presencia de hongos y bacterias en Mendoza, especialmente en los cultivos más tardías.
Tenemos un porcentaje muy importante de la cosecha mecanizada y se realiza de una sola vez. Si la planta está madura en forma despareja, con frutos verdes y rojos, al cosechar todo se desmejora la calidad porque el verde es considerado no apto para productos tomatados -pelados, enteros, cubeteados- ni para pasta. Al disminuir la calidad, la rentabilidad del cultivo también disminuye.
-¿Qué va a implicar esto para la industria?
-Algunas pueden no haber concretado sus programas presupuestados al inicio, no haber completado los volúmenes que habían proyectado. Y van a tender a captar más superficie, más productores. De hecho, ya nos han pedido que captemos para la temporada 20 -21.
-¿Qué beneficios tiene para un productor dedicarse al tomate?
-La mayoría de las industrias tiene un plan de financiamiento de gastos de cultivo y de apoyo al productor bastante importante. Este negocio es un poco más seguro. No tiene una rentabilidad tan importante como la de otros cultivos, como el ajo, que depende más de la oferta y demanda. Pero el tomate tiene este competente de financiación y es estable a lo largo del tiempo. Es más sustentable. Al tener un contrato de compra-venta, la producción ya está ubicada y el productor la puede defender mucho mejor.
-¿Están buscando más productores en Mendoza?
-Sí. Empezamos en San Juan porque allá termina antes la cosecha, pero acá también estamos evaluando nuevos proyectos. Lo que se analiza es la aptitud del suelo, la disponibilidad de agua y la capacidad del productor. Tiene que tener experiencia, maquinaria, estructura y personal capacitado. Más allá de que desde Tomate 2000 los capacitamos, se hace una evaluación técnica previa, un diagnóstico para ver si podemos acercar ese productor a la industria.
Necesitamos varias hectáreas más dentro de la asociación. Hoy tenemos unas 3 mil entre Mendoza y San Juan, y otras 350 en La Rioja. Tendríamos que sumar por lo menos unas 700 más, que es lo que han pedido las industrias. Están todas con programas de producción en expansión así que necesitan productores confiables que puedan sostener en el tiempo, por varias temporadas.
-¿Buscan productores que ya se dediquen al cultivo de tomate?
-Hay productores que se dedican al ajo que pueden hacer tomarte. También estamos apuntando a muchas viñas, parrales y espalderos que se están arrancando. El productor viñatero no suele tener las condiciones porque le faltan tractores con más potencia. Pero es un indicio de que están yendo de la viticultura a la horticultura. Se está trabajando en algunos municipios, en INTA. Pero ya partimos de una base que cuenta con ventaja frente a otro productor. Y hay otros cultivos hortícolas como la papa o la cebolla, que tienen vaivenes de rentabilidad muy marcados, y los productores se van al tomate porque es un poco más seguro.
Perfil
José Pierantonelli es ingeniero agrónomo, se ha especializado en el cultivo de tomate, y participa como asesor en la Asociación Tomate 2000 desde 2010. Además, es auditor de buenas prácticas agrícolas y de Global Gap. La entidad tiene como asociados a industrias de Mendoza, San Juan y La Rioja; productores que tienen contratos de compra-venta con esas elaboradoras, viveros y empresas proveedoras de diversos servicios. Los asesores realizan monitoreos semanales de los cultivos y acompañan al productor para que alcance mejores resultados.