La Suprema Corte enfrenta por estos días un conflicto interno inesperado que la ha puesto en las primeras planas. Justo un organismo que suele "hablar con sus fallos", ha tenido que salir a dar explicaciones por una acordada que ocasionó la rebelión de los jueces. La razón: el traslado de personal del fuero Civil al de Familia.
El jueves, esos mismos magistrados civiles pegaron el faltazo al acto de apertura del año judicial y en respuesta, el presidente de la Corte, Jorge Nanclares, los trató de "patoteros".
Nanclares es uno de los tres ministros de la Corte que firmaron la acordada de la discordia el 17 de febrero. Los otros son Omar Palermo y Julio Gómez.
Este último, quien es el coordinador del fuero de familia, dialogó con Los Andes, en una conversación donde defendió el accionar de la Corte y aseguró que los canales de diálogo "están abiertos" con los rebeldes. También reconoció pero minimizó la grieta política que existe en el máximo tribunal y hasta apoyó la iniciativa del presidente Alberto Fernández de quitarle privilegios a las jubilaciones de los jueces, proyecto que ya tiene media sanción del Congreso.
-¿Cómo se llegó a este conflicto en la Justicia mendocina?
-Para que haya conflicto siempre tiene que haber posiciones duras de alguna de las partes y me parece que ha sucedido eso. Los jueces no se han puesto en el lugar en el que estaba la Corte, que le tocaba resolver equilibradamente las asignaciones de personal en función de las necesidades de cada fuero, privilegiando al fuero que está más afectado que en este caso es el de familia.
-¿Usted cree que los jueces civiles están defendiendo un interés particular?
-No, de ninguna manera. Me parece que acá estamos en una disputa que es funcional. Lo que pasa es que ellos están exigiendo condiciones que superan nuestras posibilidades. Y además me parece que en un examen razonable de la distribución de funcionarios en el Poder Judicial, hay una proporción desmedida de funcionarios en favor del fuero civil y con una más baja en el fuero de familia.
-¿Hace alguna autocrítica de cómo se procedió con la acordada?
-Cualquier obra humana es perfectible, pero lo cierto es que esa acordada fue dictada dentro de la legitmidad, es absolutamente legítima, de eso estoy convencido. Y además está perfectamente fundada en hechos, en estadísticas, en situaciones que se viven en Tribunales todos los días.
-Si la acordada es oportuna y tiene buenas intenciones, ¿por qué se ha judicializado el conflicto?
-La Asociación de Funcionarios Judiciales puso el amparo para proteger los intereses de sus afiliados.
-¿Pero eso no significa una crisis de legitimidad de la Corte?
-No, solo hay una serie de personas que creen que se ven afectados sus derechos y seguramente le pidieron a su asociación gremial que evite esos traslados.
-¿Hay consenso dentro en la Suprema Corte sobre la acordada?
-La acordada fue dictada por el órgano competente, que es la sala administrativa.
-El gobernador Suárez destacó en su discurso el jueves que la Justicia está viviendo una de las mayores transformaciones de la historia. Evidentemente están quedando "heridos" con estas reformas.
-Bueno, las personas reaccionan de distintas maneras a los cambios. Y cuesta mucho más transformar estructuras dentro del ámbito del Estado.
-Cornejo solía retar a los jueces, ¿Suárez tiene otro estilo?
-Yo preferiría no juzgar las conductas del Poder Ejecutivo. Me he sentido muy cómodo ayer (por el jueves) con el discurso de Suárez, eso sí puedo decirlo.
-Hay una grieta política en la Corte que se evidencia en fallos calientes, como el de la reelección de los intendentes. ¿No es eso un problema para la independencia judicial?
-Yo no creo que ninguno de nosotros tenga actitudes partidarias. Hay discursos diferentes, pero no creo que esa subjetividad pueda afectar la legitimidad de nuestros fallos. Es más, la gran mayoría de las sentencias, diría más del 90%, son sin disidencias.
-Pero hay casos que involucran al poder político y ahí se ven las disidencias.
-En el caso de la reelección de los intendentes yo estoy convencido de mi voto, que no digo que sea mejor, pero estoy convencido del modo en que voté. Pero si usted analiza otro caso de alto contenido político, que fue el del ítem aula, verá que ahí nos pudimos poner de acuerdo. Los mendocinos pueden estar tranquilos de que el Poder Judicial, la Suprema Corte de Justicia, actúa de una manera absolutamente honesta frente a los reclamos que tiene que atender
-Se dice que Carlos Quiroga Nanclares, el sobrino de Jorge Nanclares, es el "octavo juez". ¿Tiene esa influencia en la Corte?
-Para ser el octavo juez debería intervenir en las decisiones judiciales y Carlos Quiroga Nanclares no interviene en ninguna decisión judicial. Él es responsable de la Secretaría Administrativa, no tiene ninguna posibilidad de intervenir en los trámites de los expedientes judiciales. Y nuestra materia de trabajo es el expediente judicial.
-¿Él participó de la acordada?
-Sí, hizo los estudios que dieron origen a esta acordada, esa es su función. Es la persona que nos brindó los modos de solucionar la emergencia que teníamos en materia de funcionarios. Ahora, hablar del octavo ministro es hablar de alguien que tiene que ver con las decisiones judiciales. Y nuestras decisiones judiciales no pasan ni de lejos por Quiroga Nanclares.
-¿Qué opina de la reforma de las jubilaciones que propone el gobierno nacional? Usted puede ser uno de los afectados porque tiene edad para jubilarse.
-Tengo la suerte de no haber sido afectado por una de las cláusulas que estaba prevista, que es la de los 20 años. Pero bueno, todos sabemos que hay un gran esfuerzo que hacer. En la medida que este esfuerzo no sea pedido a los jueces con criterios de discriminación política o de otro tipo, tendremos que hacer un esfuerzo también para acompañar a la sociedad.
Perfil
Julio Ramón Gómez
Profesión Abogado. Juez de la Suprema Corte de Mendoza desde 2015.
Edad: 67 años
Fue subsecretario de Justicia del ex gobernador Arturo Lafalla.
Senador provincial del PJ.
Secretario relator del Tribunal de Cuentas durante 18 años.
Bulla
-¿Es el momento más complicado en el Poder Judicial en sus 5 años en la Corte?
-A ver, dos cosas: primero, seguramente no hemos tenido un conflicto interno con tanta bulla; pero también debo destacar que es un conflicto donde nos hemos manejado con mucha seriedad y nunca hemos perdido la posibilidad de hablar, de conversar. Los canales están abiertos aunque hay mucha susceptibilidad. La bulla es parte de la vida democrática.
