Italia dejó cerrados ayer sus puertos a los barcos de rescate con pabellón extranjero, dejando en el limbo a un buque con 230 migrantes fletado por la ONG alemana Lifeline, que ahora aguarda en alta mar una solución.
Malta, que también veda el ingreso del buque a sus puertos, indicó que envió suministros para asistir a los refugiados del buque Lifeline.
"El Lifeline, un buque ilegal con 239 migrantes a bordo, está en aguas maltesas, indicó el ministro de Interior, Matteo Salvini (extrema derecha), ayer en Facebook. "Estos buques pueden olvidarse de llegar a Italia, quiero terminar con el negocio del tráfico y la mafia", añadió.
Estas declaraciones se produjeron en la víspera de una minicumbre de la Unión Europea (UE), que se realiza hoy en Bruselas, convocada para hallar soluciones a la recepción de inmigrantes y refugiados, un tema que divide al bloque.
La crisis migratoria provocó fricciones en Alemania, donde la canciller Angela Merkel enfrenta una rebelión de sus aliados de coalición por su política.
Por su parte las autoridades españolas informaron del rescate de más de
750 inmigrantes
, apenas unos días después de que el gobierno español aceptara recibir a los más de
600 inmigrantes que Italia y Malta
rechazaron acoger.
Por su parte, los guardacostas libios indicaron haber rescatado a más de 200 migrantes náufragos frente a sus costas que intentaban llegar a Europa en dos embarcaciones. Cinco fueron hallados muertos.
El gobierno italiano amenazó el jueves con confiscar dos buques fletados por la ONG Mission Lifeline, el "Lifeline", y la ONG Sea-Eye, el "Seefuchs", y enviados a puertos italianos para investigación sobre el estatus legal de los barcos.
Italia acusa a la ONG Lifeline de haber actuado en contravención del derecho internacional al aceptar embarcar a inmigrantes cuando estaban interviniendo los guardacostas libios.
Entre tanto, la empresa danesa Maersk Line anunció el sábado que uno de sus barcos portacontenedores rescató a 113 migrantes en las costas del sur de Italia y se encuentra ahora frente al puerto siciliano de Pozzallo esperando instrucciones de las autoridades.
Según Lifeline, su barco y el Maersk podrían reunirse ante las costas de Malta para intentar facilitar una solución diplomática común, así como las operaciones de abastecimiento de los migrantes.
Hoy, en medio de la tensión que provoca la decisión italiana, varios mandatarios de los países de la UE se reúnen en Bruselas para analizar cómo ajustar el sistema de asilo del bloque, que está bajo extrema presión desde que estalló la crisis migratoria en 2015.
Problemas para Merkel
La canciller alemana, que enfrenta una rebelión en su gobierno que intenta tumbar la política de apertura con la que Berlín acogió a más de un millón de solicitantes de asilo, rebajó las expectativas de hallar una solución rápida.
El presidente Emmanuel Macron recibió al jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, para conversar del tema en París. Ambos propusieron "centros cerrados" para recibir a los migrantes en suelo europeo, a la espera de una decisión sobre su estatuto de refugiado.
El ministro italiano Salvini denunció en Twitter al "arrogante presidente francés", y a su gobierno que "rechaza a mujeres, hombres y niños" que intentan cruzar desde Italia a Francia a través de los Alpes.
Para el cantante británico Sting, de gira por Atenas, todos los dirigentes europeos son unos "cobardes" que deberían aprender del ejemplo griego, que el año pasado recibió 58.661 peticiones de asilo.